El
corazón de Dios sobre el uso de los recursos en su casa (1° Parte)
Escrito autóctono
Al revisar las Escrituras, no
podemos obviar algo que en la realidad actual está tan dejado aparte,
encasillado como un programa de atención mínima o peor aún, ni existe dentro
del cristianismo tradicional. Lamentablemente hoy lo que se refiere a ello solo
se queda como un pequeñísimo programa dentro del seno de la iglesia tradicional
dejado a ministerios paraeclesiásticos en la mayoría de los casos.
Según el testimonio de la palabra
de Dios como lo veremos en detalle a continuación, lo concerniente a la
atención de los necesitados, huérfanos, viudas y extranjeros, no era uno de
entre tantos asuntos del pueblo de Dios. Era su asunto primordial.
Recordemos que los únicos
Escritos Sagrados conocidos por los hermanos del primer siglo, concernían a lo
que tenemos hoy como Antiguo Testamento en nuestras Biblias.
Para comprender el por qué le dieron tanta importancia al asunto, debemos dar un repaso en primera instancia a lo que hay en el Antiguo Testamento sobre esto.
Le recomiendo no solo ver el comentario que
hago a la par del pasaje mencionado sino ir a su Biblia, leerlo y corroborarlo para que se
convenza y cambie su manera de pensar.
Antiguo Testamento
Éx. 22: 21 – 25 La Ley salvaguardaba los
intereses de los necesitados (viudas, huérfanos, extranjeros y pobres)
Éx. 23: 9 (no afligir al extranjero)
Lv. 19: 33, 34 (no afligir al
extranjero)
Dt. 10: 17 – 19 (Dios exige tener
compasión de los desventurados)
Dt. 15: 7 – 11 (Préstamo a los
pobres)
Dt 14: 29 (que comieran del
diezmo también)
Dt. 16 (capítulo de las fiestas
anuales) el enfoque principal de las tres fiestas judías más importantes era
compartir con los necesitados Dt. 16: 11, 12. (Tres fiestas solemnes anuales
consideradas como las principales (La pascua, la fiesta de las semanas
(Pentecostés) y la fiesta de las cabañas o de los tabernáculos)
Dt. 24: 12 – 15, 17, 19 - 21
(continuación de Leyes humanitarias) No torcer su derecho, bendiciones al
hacerlo
Dt 26: 11 - 13 (Primicias y
Diezmos) que de aquí coman también
Dt. 27: 19 (maldito el que
pervirtiere su derecho)
Sal. 12: 5 (Dios mismo se levanta
por los pobres y menesterosos)
Sal. 35: 10 (Dios mismo libra al
pobre y al menesteroso)
Sal. 41:1 “Bienaventurado el que
piensa en el pobre, en el día malo lo librará Jehová”
Continuará…