domingo, 27 de marzo de 2022

Las “tres partes” del hombre 27° Parte

Las “tres partes” del hombre  27° Parte

Continuación…

Ahora mismo alguien dirá: pero la Palabra dice en 1° Cor 6: 17 que podemos ser uno con Cristo es decir nos podemos mezclar con Dios. Le diré que con Cristo sí y que somos total y plenamente compatibles con Él. Pero recordemos que en Gloria no fue Cristo sino el Verbo eterno, (Dios antes de venir a este mundo según Juan 1). Posterior a eso y luego de hacer su obra en la tierra es el Cristo Resucitado el cual se ha sentado a la diestra del Padre a quien Dios le dio toda autoridad y dominio. ¿Por qué?, porque el Verbo de Gloria se hizo hombre, tuvo un cuerpo en este mundo porque Él fue un alma más en esta dimensión material y al morir encomendó su espíritu a Dios. Claro, Dios se lo había dado para tener vida en este mundo como cualquiera de nosotros. Y luego de resucitar retomó su Gloria pero en condición diferente, ya con un cuerpo glorificado porque pasó y experimentó la condición humana, cosa que no era antes de venir a este mundo y además porque de esta manera se podía revelar la iglesia que según Efesios 5: 29 y 30 sale de Él, la cual es de su misma especie haciéndola totalmente compatible con Él (esto vuela la cabeza de cualquiera).

Por esta razón, sí podemos ser uno con Cristo, el Cristo resucitado y glorificado pues la iglesia también será glorificada como Él. Pero nunca esto nos llevará a ser dioses ni la biblia dice por ninguna parte que lleguemos a serlo.

Si el Verbo eterno no se hace humano, la iglesia que estaba dentro del Cristo revelado como hombre no hubiera visto la luz nunca.

Adán y Eva habitaron el primer cuerpo humano que fue hecho varón. Luego Dios sacó a Eva de Adán y se la presentó ya en su propio cuerpo formado del elemento del primero que era el de Adán.  Así Eva la compañera de Adán pudo ser revelada en este mundo siendo totalmente compatible con Él.

Lo mismo le pasó a Cristo que es el postrer Adán. El Verbo eterno antes de venir a este mundo era espíritu (él era Dios que es espíritu), no tenía cuerpo pues este se le preparó para que habitara en este mundo al venir. Al partir de este mundo resucita en un cuerpo glorificado y con él ingresa al cielo.  Este Cristo entonces es diferente en cuanto a forma de aquel que vino; y retoma de nuevo su Gloria y posición Divina que tenía antes de venir, ahora sí totalmente compatible con su compañera con quien se unirá en las bodas del Cordero y que reinará junto a ella en este mundo.

Continuará… 


domingo, 20 de marzo de 2022

Las “tres partes” del hombre 26° Parte

Las “tres partes” del hombre  26° Parte

Continuación…

Llegar a conclusiones someras como esa, crea un problema teológico porque o veríamos espíritus de hombres impíos que se condenaron en tormento (lo cual no se ve tampoco por ninguna parte en la Palabra) o que la mitad inmaterial de los impíos (sus espíritus) se salvan y la otra (el alma) no. Fíjese el colapso teológico de una conclusión como esa.

Nadie en este mundo está medio salvo o medio condenado.

Usted no verá en ninguna parte de la Palabra doctrina sobre redención ni condenación de espíritus (respecto a los hombres aclaro, pues de los ángeles que se sabe son espíritus tal como lo expresa la Palabra si se habla de condena sin redención para aquellos que pecaron).

Por otra parte, sí se lee en muchos pasajes acerca de redención y condenación de las almas en que sí se refiere a los hombres.

Usted tampoco verá nunca en toda la biblia que se hable de salvación o condenación ni del espíritu ni del cuerpo actual que poseemos porque ya la Palabra nos define claramente su origen y destino.

Nunca el Señor Jesús habló de salvar espíritus, ni salvar cuerpos de nadie. Solo habló de las almas (usted, yo y todos los seres humanos)

Si partimos del hecho de que no somos espíritus ni somos nuestro espíritu porque Dios no nos hizo tales ni pensó que llegásemos a serlo jamás, entonces se aclara de una vez por todas, que nunca jamás podremos ser dioses puesto que Dios es espíritu. ¡Es imposible!; tampoco mezclarnos con la divinidad como creen muchas doctrinas erróneas como el misticismo oriental, metafísica y religiones pseudo-cristianas. Interesantemente aunque hubiese la más mínima posibilidad de llegar a ser espíritus, jamás alcanzaríamos la divinidad pues los ángeles son espíritus y no por ello son dioses ni lo pueden ser aunque muchas doctrinas paganas los han endiosado. ¡Note qué importante esto!

Cuando Dios nos dio espíritu, lo que quiso fue facultarnos interactuar con Él y que le pudiéramos conocer, pues Él es espíritu. Eso nos posibilitó poseer la herramienta o canal para acceder a su dimensión mientras estamos en esta dimensión física en la que nos puso. Es decir, que al darnos espíritu nos hizo habitantes de dos dimensiones, la material y la espiritual.

Continuará…


domingo, 13 de marzo de 2022

Las “tres partes” del hombre 25° Parte

Las “tres partes” del hombre  25° Parte

Continuación…

El último pasaje interesante es el que dice que “Dios es Padre de los espíritus” (Hebreos 12: 9). Se percibe normalmente de primera impresión como si todos los espíritus fueran sus hijos y por lo tanto usted o tiene dentro suyo un hijo de Dios porque Dios puso en usted un espíritu independientemente de que usted sea hijo de Él o no, o se está refiriendo a usted como un espíritu que siempre será hijo de Dios aunque nunca se haya convertido.

Pero, ¿se da cuenta como malinterpretar una designación que en este caso es “Padre” sin el contexto de toda la Palabra nos puede llevar a otro error garrafal?

Creo que usted no tendrá problema en coincidir conmigo de que lo que la Palabra nos expresa en este pasaje es que Él es la fuente de donde provienen todos los espíritus, lo que nos enfoca en un sentido diferente claro está; los espíritus tanto de cualquier ser creado que tenga vida y que sea espíritu como por ejemplo los ángeles o en que haya puesto espíritu como nosotros los hombres, todos salieron de Dios.

Esta forma de verlo no contradice el pasaje pues efectivamente Dios es quien dio el espíritu al hombre y es el germen de todos los espíritus existentes. Es como los padres con sus hijos, no que estos los hayan creado más sí que salieron de ellos.

Si Dios guardase una relación paternal con los espíritus en el sentido como es interpretado por algunos dicho pasaje, les pregunto: ¿entonces los espíritus de los perdidos son hijos de Dios aunque los perdidos como tales no lo sean? Es decir, ¿todo perdido es al menos medio hijo de Dios por cuanto tuvo un espíritu en él?

¿Tiene sentido?

Juan 1: 12, Romanos 9: 8 y Gálatas 4: 4-6 nos recalcan quienes son hijos de Dios verdaderamente y nunca en ellos ni en ninguna parte de la biblia se habla en términos medios al respecto.

Continuará…


domingo, 6 de marzo de 2022

Las “tres partes” del hombre 24° Parte

Las “tres partes” del hombre  24° Parte

Continuación…

Constate la pregunta que le hace Nicodemo al Señor mal comprendiendo lo que significaba nacer de nuevo “¿puede un hombre siendo viejo entrar al vientre de la madre y nacer otra vez?” Juan 3: 4. Entonces el Señor procede a aclararle que lo que corresponde al reino del cual le está hablando es para comprenderse con el espíritu; no se compagina con lo natural que le era común a Nicodemo en ese momento, esto porque lo natural que es nacer del vientre de una madre no se relaciona en ninguna forma con el hecho glorioso de nacer del Espíritu ni se basa en ello. Esto debía mínimamente saberlo un maestro de Israel que supuestamente “dominaba” temas espirituales referentes a Dios. Debía al menos entender que son esferas diferentes.

Además el Señor continúa su explicación comparándola con la dinámica del viento que se asemeja a aquellos que nacen del Espíritu; dicha dinámica se parece a la operación del Espíritu que no se puede ver por ser invisible, ni asir, manipular o atrapar con las manos, ni tampoco comprenderse con los elementos naturales con los que contamos, ni con los sentidos que utilizamos para este mundo porque es ajena a lo natural. Interesante ejemplo.

Creo que debemos desmitificar el pasaje y asimilarlo a la luz de la revelación general y global de la Escritura para que tome el sentido correcto.

Observe lo que dice el apóstol Pablo: que el hombre natural (carnal) no percibe las cosas del espíritu porque para él ni tienen sentido y por ello le representan locura (1° Cor. 2: 14) porque lo espiritual ha de discernirse espiritualmente pues lo espiritual corresponde a lo espiritual así como lo carnal (llamado animal algunas veces) a lo carnal. Este pasaje arroja luz a lo que venimos planteando pero también nos hace notar con toda sinceridad que no señala personas sino cosas tanto espirituales como carnales. Parece que insistir en algo diferente es cambiar el sentido de la Palabra.

La Palabra nos dice que Dios ha preparado obras para que anduviésemos en ellas (Efesios 2: 10). Ya que Dios es espíritu, como lo recalca la Palabra, entonces esas obras definitivamente están dirigidas a que nuestro espíritu se cultive, participe y viva en ellas, es decir, cosas dispuestas por el Señor para que hagamos y las aprovechemos como las abundantes riquezas espirituales sin duda alguna.

Continuará…