domingo, 24 de junio de 2018

Lo más leído (Top 20 de Publicaciones) PUBLICACIÓN 5


Lo más leído (Top 20 de Publicaciones) PUBLICACIÓN 5

Seguimos compartiendo esta serie sobre las publicaciones más leídas de nuestro blog. Sin duda querrá leer los temas completos para una mejor comprensión. Le instamos a hacerlo y para ello le facilitamos en cada título su fecha de publicación para que pueda ubicarla en nuestro archivero.  Le bendecimos y oramos al Señor porque cada publicación le ayude a cimentar su fe.

Publicación 5
Arrepentidos pero… ¿convertidos?
Los puntos medulares en el mensaje de evangelización
Presentando al Cristo crucificado… y resucitado
Ubíquelo en la fecha 8-6-2014
Escrito Autóctono

…conviérteme y seré convertido” Jer. 31:18.

La base de nuestra predicación ha dejado cosas sin hacer o cuando mucho medio hechas. La doctrina del bautismo en agua, por mencionar una de ellas. Pero antes que esta, la forma en que presentamos el evangelio y llamamos a los perdidos al arrepentimiento.

Generalmente hablamos a la gente de la necesidad de arrepentirse de sus pecados pero haciendo énfasis en este punto como si fuese único en el proceso de evangelización. De hecho si logramos persuadir al arrepentimiento a alguien, creemos que el trabajo ya se hizo. Sentimos complacencia de que un pecador se arrepienta pues desatamos fiesta en los cielos como dijo el mismo Señor, sin embargo, creo que tenemos en las filas del pueblo de Dios a muchos arrepentidos, pero pocos convertidos. Damos por sentado que alguien se arrepintió de sus pecados porque repitió una oración de arrepentimiento prefabricada que se le pidió que hiciera. También en ello hay una falla evidente puesto que en la Palabra de Dios no se nos dice que hagamos tal cosa, pues se supone que debe ser un clamor desde lo profundo de un corazón contrito y humillado por cuyo dolor ora según así lo siente. Nuestro papel es incentivar a la persona a que sea ella quien le exprese a Dios lo que siente y clame por su perdón. Hasta aquí se lleva solo parte de lo que Dios plantea en su Palabra.

Al arrepentimiento debe seguirle la conversión necesariamente.

Sobre el arrepentimiento y la conversión, hay ponencias en toda la Biblia desde el Antiguo Testamento en que Dios hace llamados a su pueblo por medio de los profetas, basado en sus preceptos y mandamientos. Pero ocurre un interesante cambio que no se había visto antes a partir de Juan el Bautista. Él presentó una forma nueva de acercamiento a Dios: el bautismo de arrepentimiento por inmersión en agua para perdón de pecados. Esta era una antesala para que creyesen en aquel que vendría después de él por lo que lo anunciaba como quien bautizaría en Espíritu Santo y fuego. Se refería al Señor Jesús, al cual no conocía como tal aunque eran primos, sino hasta su manifestación cuando le vio venir para ser bautizado y confirmado por el Espíritu en forma visible como de paloma y la voz del cielo. Esta forma de bautismo era característica exclusiva de quien vendría preparándole el camino al Señor antes de su manifestación a Israel. Por eso era novedosa. (El uso del agua previo a esto se refería al ritual de purificación corporal para acercarse a los atrios de Dios alrededor del santuario)

Por su parte el Señor Jesús anunció: “Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado”. El reino de los cielos venía con Jesús pero todavía no estaba en ningún hombre fuera de Él. Jesús no continuó el ministerio de bautismo de arrepentimiento similar al de Juan el Bautista y sus discípulos, pero si estableció un bautismo de lavamiento de pecados en la nueva dispensación llamada Gracia; un requisito para quienes creyesen tal como lo dijo en la gran comisión. Recordemos que el agua en sí no limpia de pecados, eso lo hace únicamente la sangre de Cristo, pero este bautismo se realiza como un símbolo de dos cosas: 1- El lavado que sucede en el interior del hombre por su Sangre y 2- La muerte al pecado, sepultura y resurrección del creyente a una nueva vida en Cristo. Podríamos decir que Jesús también lo comparó al nacimiento de un bebé. Él dijo: “…el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. Juan 3: 5

Algunas doctrinas dicen que este bautismo del cual habló Jesús salva, pero eso no lo dice la Biblia. Confunden el pasaje de 1° Pedro 3: 21 que dice: “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”. El contexto del pasaje hace referencia a Noé y su familia quienes se salvaron por agua, pero recordemos que el agua nunca representó su salvación sino el arca que los mantuvo sobre el agua. El agua fue el juicio de Dios para el mundo, pero el arca era su oportunidad de salvación. La condena pesa sobre este mundo por sus pecados, pero Jesús es la oportunidad de Salvación. Pedro recalca en el pasaje más bien que el bautismo no quita ninguna inmundicia de la carne sino “como” la aspiración de una buena conciencia hacia Dios, es decir, algo que ocurre como símbolo de lo que si sabemos sucede en el interior del hombre. Veamos el término “corresponde” que de nuevo ejemplariza de un hecho físico que ocurrió, una situación espiritual.

Pasa algo parecido con la Cena del Señor; sabemos que Jesús no está diciendo literalmente que el vino es sangre y que el pan es carne. Son símbolos que lo representan. Como cuando vemos la fotografía de una persona y decimos “ese o esa es tal”. Nadie entiende con esa expresión que dicha imagen de papel sea literalmente tal persona, ni siquiera un pedazo de ella. Eso sería ridículo.

El bautismo debe imperiosamente realizarse cuando se cree y no tiempo después. Buena cosa sería preparar de antemano un sitio donde bautizar a las personas cerca del lugar en que se va a presentar el evangelio, para que los que creen procedan de inmediato según lo dijo el Señor. Hay quien pueda decir que esto ya se salió de la razón por el tipo de vida y contexto cultural que tenemos, pero para los hermanos del primer siglo, tenía todo el sentido no solo en el ámbito judío sino por doquiera y a quien fuere que predicaran. Si esto no se pudiese hacer hoy por circunstancias verdaderamente especiales, debemos llevar al agua del bautismo a quienes creen tan pronto como sea posible.

Continuará…


domingo, 17 de junio de 2018

Lo más leído (Top 20 de Publicaciones) PUBLICACIÓN 7 y 6


Lo más leído (Top 20 de Publicaciones) PUBLICACIÓN 7 y 6

Seguimos compartiendo esta serie sobre las publicaciones más leídas de nuestro blog. Sin duda querrá leer los temas completos para una mejor comprensión. Le instamos a hacerlo y para ello le facilitamos en cada título su fecha de publicación para que pueda ubicarla en nuestro archivero.  Le bendecimos y oramos al Señor porque cada publicación le ayude a cimentar su fe.

Publicación 7
La manoseada Cobertura espiritual - 2° parte
Ubíquelo en la fecha 11-1-2014
Escrito Autóctono

Continuación…

Ahora bien, alguien dijo erróneamente por allí que así como Cristo es Señor de todos, también los líderes lo son en la iglesia. Pero si vemos la vida y el ejemplo de los apóstoles, profetas y demás dirigentes de la iglesia, ellos nunca se transformaron en señores de la grey. De hecho, sus escritos una y otra vez  enseñan lo contrario. El hacer discípulos tal como Cristo mandó, ha de ser en su estilo de servir y nunca de servirse de ellos. Se ve claramente establecido que toda cobertura espiritual, o mejor dicho, toda acción de cubrir o dar cobijo o protección, le concierne a Dios y a Cristo y nunca a los hombres (Salmo 91: 1, 4; Isaías 30: 1; 32: 2; 49: 1-2; 51: 15-16; Mat. 23: 37; S. Juan 15: 5; 1° Cor. 3: 4, 21-23; Gal. 3: 29; Col 3: 3). No llega hasta ese punto la autoridad delegada por Cristo a ningún miembro de la iglesia por cuanto el señorío de hombres en la casa de Dios no tiene base en su enseñanza, la enseñanza apostólica, ni el estilo de vida neotestamentaria. El único que tiene señorío, autoridad y dominio en la casa de Dios se llama Cristo.

Cabe aquí preguntarse si realmente debemos de tener un “paraguas grande” como dicen muchos. Sin embargo, si miramos la vida de los hombres que la Biblia recalca son imperfectos, frágiles y propensos a pecar y mentir, la verdad es que sin importar el tamaño de ese "paraguas", es humano y se llena de huecos. Yo prefiero una “carpa”, tan grande y duradera que nada sobre la tierra ni en el universo la supera y se llama Dios. (Efesios 4: 6)

Ahora, ¿Será que aquellos que defienden las coberturas humanas, se sienten incapaces de presentarse ante Cristo directamente con sus vidas acusados por sus pecados? Igual sucedía en tiempos de Moisés cuando el pueblo de Israel tenía pavor de ser tratado directamente por Dios al encontrarse a los pies del Monte Sinaí  y le rogaron a Moisés que fuese su intermediario. Deut. 5: 25 y 27. O también cuando el pueblo tomó la decisión de tener otro rey fuera de Dios, alguien que fuese humano y visible. (1° Sam. 8). Como entonces, desecharon a Dios.

Si el asunto es por el tal “dar cuentas”, para ello Dios estableció en los mismos creyentes, la iglesia, no solo la responsabilidad de conocer todo asunto, sino la tarea y autoridad de darle el tratamiento adecuado. Mateo 18: 15-17; 1° Cor. 5: 1-5, 12 y 13; 6: 1, 4 y 5; Gál. 6: 1; 2° Tes. 3: 14 y 15; 1° Tim. 5: 19-20.

El problema actual con toda honestidad, más bien radica en que ningún líder tiene la intención de que se conozcan sus debilidades ni mucho menos se ventilen sus pecados en la asamblea, porque esto puede minar su liderazgo y restarle credibilidad. He allí la mentira del diablo en acción.

Pero hemos de entender también que estas directrices bíblicas no tienen cabida en la forma de iglesia moderna como la conocemos hoy. Su aplicación tiene todo sentido en la forma de iglesia neotestamentaria claramente planteada en grupos pequeños de hermanos edificándose por las casas y que se conocen como una familia de fe que son. Si tratamos de practicarlas textual y rigurosamente en las iglesias de tipo institucional moderno, no haremos más que afectar a muchos y muy seguramente desanimar. El llamado de la Palabra a que volvamos al original modelo tal como Dios lo diseñó, es claro y evidente.

El argumento de cuando los apóstoles extendieron a Pablo y Bernabé la diestra en señal de compañerismo que se relata en Gálatas 2: 9, no quiere decir cobertura puesto que tanto Pablo como Bernabé desarrollarían la misma función que ellos en la parte gentil. De hecho, ni Pablo ni Bernabé trabajan para los otros apóstoles, ni reciben ofrendas de apoyo de los apóstoles, ni ellos les dan ofrendas como vasallos. Lo mismo sucede en el caso de Pablo y Timoteo o Tito inclusive, en donde estos últimos son colaboradores apostólicos pero jamás empleados o subalternos de Pablo. Más bien Pablo se refiere a ellos como hijos en una relación paternal más que como jefe o “cobertura”. La relación que resalta entre los hermanos y los dirigentes en todo aspecto en el Nuevo Testamento es la del servicio y consideración mutuos, es decir el sometimiento unos a otros. Ef. 5: 21; 1° Pedro 5: 5.

Entonces, la autoridad en la casa de Dios no opera en forma de jerarquías, jefaturas, gobernaciones, gerencias, señoríos, oficialidades, dominios, presidencias, controladores o mandatarios, sino como funcionarios, colaboradores y embajadores para el servicio y la edificación, colocando a aquellos que recibieron esa autoridad de forma delegada, en una “posición” de servidores.

¿Dónde queda entonces la cobertura de hombres si nadie más que Cristo está por encima?


Continuará…



Publicación 6
Lo que Dios bendice y lo que nosotros bendecimos (4º parte)
Ubíquelo en la fecha 11-1-2014
Escrito Autóctono

Continuación…

Respecto a nosotros, cuando bendecimos, tenemos la facultad de parte de Dios de transferir bien a las personas, ya sea en palabras y como mencionamos antes, materialmente. Se circunscribe únicamente en esos dos planos: verbal y material. Todo dirigido a edificar el espíritu y que nuestras acciones produzcan o desaten alabanzas a Dios por parte de aquellos a quienes bendecimos (2º Cor. 9: 11-13). Al mencionar el plano material, significa atender sus necesidades prioritarias (Santiago 2: 15-17; 1º Juan 3: 17 y 18).

Pero también la Palabra nos narra cómo Dios transformaba cosas expuestas a su toque o Presencia como por ejemplo una montaña, un lugar, la tierra o los campos de siembra, la vara tanto de Moisés como la de Aarón, el manto de Elías o los utensilios y enseres del templo los cuales fueron santificados para exclusividad del servicio en la casa de Dios. Cualquiera que los tocase sin estar así mismo santificado para hacerlo, le significaba pecado o podía morir o recibir juicio de Dios. Veamos algunos ejemplos: El Arca del Pacto (2º Samuel 6: 7); fuego extraño (Levítico 10: 1 y 2); copas de oro (Daniel 5).

Personas o cosas recibían una virtud sobrenatural extraordinaria que se mantenía en ellos cuando Dios los bendecía. Quedaban saturados de bien, capacitados sobrenaturalmente, sanados, protegidos, cubiertos, dedicados y/o santificados para Dios. Igualmente si alguien tenía que ver para mal con ellos, recibía mal en él. Por el contrario, si alguien tenía que ver para bien con ellos, recibía bien (1º Samuel 5 (El Arca del Pacto con los Filisteos); 2º Samuel 6: 11 (El Arca del Pacto en Casa de Obed Edom).

De acuerdo a esto, hay algunos cambios que se operan desde la cruz de Cristo referente a lo que ocurre con objetos inanimados, pero que se potenció en las personas. Dios dejó de santificar cosas inanimadas. La razón es que eso tuvo lugar en una etapa de la historia para un fin particular y como un trato para con un pueblo específico. Recordemos que gran parte, por no decir todo, señalaba o representaba a la persona de Cristo.

En la gracia -esta dispensación que vivimos- Dios bendice de gran manera a los creyentes de toda lengua y nación con la presencia permanente de su Espíritu en ellos, lo que no pasaba en la antigüedad previa a la cruz más que con algunas personas y en ciertos momentos de sus vidas.

Hubo solo una excepción que se suscitó al principio de la historia de la iglesia sobre cosas impregnadas de virtud pero que no se transformó en un dogma jamás, dejando claro su característica aislada y no como algo que debiésemos entender como práctica común. Los paños o delantales de los enfermos (Hechos 19: 11 y 12). Lucas mismo nos describe en el verso 11 mencionado, que se trató de un evento extraordinario (no normal o constante). Si hubiese quedado como una costumbre en la iglesia, no se hubiese destacado como extraordinario. Interesantemente no se vuelve a ver nada como eso en toda la historia de la iglesia registrada en el Nuevo Testamento, ni recomendado, ni practicado o experimentado por ningún otro apóstol, ni tampoco incluido en la doctrina como para ser practicado de forma común por la iglesia.

Alguien podría decir aquí que nos saltamos otro hecho muy importante, cuando se menciona la sombra de Pedro que se ha interpretado por muchos como que sanaba (Hechos 5: 12). Pero la realidad es que la Palabra no dice por ninguna parte que lo hiciera. Era más bien una forma de referirse a que quienes llevaban a sus enfermos buscaban colocarlos tan cerca del paso de Pedro con la intención de que por su ministración fuesen sanados, lo que en realidad sí pasaba con prácticamente todos según lo recalca el verso 16.

Continuará…


domingo, 10 de junio de 2018

Lo más leído (Top 20 de Publicaciones) PUBLICACIÓN 8


Lo más leído (Top 20 de Publicaciones) PUBLICACIÓN 8

Seguimos compartiendo esta serie sobre las publicaciones más leídas de nuestro blog. Sin duda querrá leer los temas completos para una mejor comprensión. Le instamos a hacerlo y para ello le facilitamos en cada título su fecha de publicación para que pueda ubicarla en nuestro archivero.  Le bendecimos y oramos al Señor porque cada publicación le ayude a cimentar su fe.

Publicación 8
Primordialmente por las casas… ¿Y el templo?  8° parte
Ubíquelo en la fecha 21-3-2015
Escrito Autóctono

Continuación…


Me llama la atención que después de conocer por más de 3000 años la figura del altar de piedra, los hombres de Dios nunca más lo volvieron a utilizar desde que llegó el templo en obediencia a lo que Dios había dispuesto; ni tampoco lo retomaron aún cuando este fue derribado.  ¿Por qué nos empeñamos nosotros en conservar el concepto de templo físico “santificado”, si el último fue tumbado hace 2000 años y ha quedado demostrado que Dios dispuso otro templo? Estamos repitiendo lo que le ocurrió a Israel, manteniendo por más de 700 años una serpiente de bronce que fue levantada en el desierto, la cual Dios utilizó en su momento para sanar a quienes eran picados por víboras pero que ahora tuvo que destruir el rey Ezequías (2° Reyes 18: 4) por que la habían convertido en un ídolo de adoración. Edificamos templos creyendo que eso debe seguir siendo así y engañamos a las personas por siglos diciéndoles que esa es la casa de Dios y su santuario y nos engañamos también a nosotros mismos.

¿Comprenderlo significa entonces no volver a los templos físicos que se han erigido? ¡Que no se me juzgue acusándome de tal cosa! Quien lo quiera entender así es su problema y también su excusa.

Tampoco que nadie pretenda decir que saber estas cosas les resta fe a las personas (ya bastante diezmada por cierto) y les hará alejarse de sus “iglesias” o “templos”. Creo que ya existen razones suficientes y no necesariamente el conocimiento de la Palabra por la que muchos abandonan los templos y las llamadas iglesias en la actualidad. Cada quien sabrá sus razones reales para mantenerse o alejarse de un sitio, pero por Dios ¡basta de ignorancias! pues la verdad de las cosas ha estado disponible y abierta para todos en la Palabra de Dios.  

No avalo el templo físico moderno porque sé que nunca ha sido la casa de Dios. No lo desecho ni motivo su cierre, porque es un edificio material como cualquier otro. Lo que las personas se atrevan a hacer allí dentro, bueno o malo, es algo por lo que tendrán que responderle a Dios igualmente como lo bueno o malo que hagan fuera de esos sitios. No hay diferencia.

Si usted santifica un sitio y lo respeta creyendo que está bien, lo hace por religiosidad y atadura al pacto terminado en la cruz. Lo hemos visto en la Palabra. Si insiste en ir a un sitio por relacionarse con Dios o por estar con los hermanos, insiste en ello porque quiere, pues Dios mostró hace 2000 años un camino nuevo muchísimo más excelente y práctico para alcanzarlo y ese es Cristo. La forma y manera de hacerlo en esta nueva dispensación según está expuesto en la Palabra no es un santuario físico.

Lo que necesitamos es cambiar de forma de pensar.

Para los que no aprecien ninguna otra forma más de reunirse a adorar a Dios; pues que sigan haciendo sus cultos allí. Nuestro enfoque ha de ser en la Palabra; ¡es nuestro deber!

¿Saben?, esos edificios podrían ser sumamente provechosos si no se les da solamente un uso de seis horitas de cultos a la semana. (¡Qué desperdicio de recursos!)

¡Cómo cambiarían para bien los lugares en donde están erigidos si se usaran para el beneficio de la comunidad o región en que se encuentran! Imagine a los hermanos y hermanas invirtiendo una o dos horas de su tiempo semanal para enseñar a trabajar y a cómo ganarse la vida honestamente a las personas (hombres, mujeres, jóvenes) de esos lugares. ¿No dice Hechos que los hermanos tenían favor con todo el pueblo? Hechos 2: 47. Están los locales, están los recursos a la mano. Esas grandes obras con las que hemos querido servirle a Dios, podrían beneficiar de manera práctica a la nación en que Él nos ha puesto. Le aseguro que los no creyentes amarían esas “iglesias” pues estarían siendo beneficiados directa y gratuitamente sin necesariamente temer que les metan una religión con cuchara. Allí si que verdaderamente se sería luz a las naciones acercando a los hermanos a los no creyentes y ellos podrían ver la diferencia de las personas seguidoras del Señor. Nos expondríamos y ganaríamos al mundo pero para Cristo sin estrategias millonariamente improductivas ni tampoco estratagemas de unos pocos aprovechados interesados solo en el dinero. Eso podría traerles vida a los no creyentes sin proponérnoslo como tal (“y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”). Imagine la felicidad de los hermanos y hermanas en poder servir. Revolucionaríamos a nuestra generación, nuestras comunidades y países y el reino de las tinieblas retrocedería. Imagine si todos los templos que hemos erigido lo hicieran, ¡cómo bajaríamos los índices de pobreza en nuestras naciones y cómo subiríamos la productividad! Entonces veríamos a los hermanos ofrendando y colaborando para lograr esos sanos propósitos y Dios se haría real para todos. También veríamos a los no creyentes colaborar, deseosos de que cosas así continúen y crezcan. Se dejaría de ser una de tantas cansadas religiones y se cumpliría la voluntad de Dios. Imagine un invertir recursos para cubrir las necesidades básicas de los pobres o para cuidar sus niños mientras se les enseña un oficio a los padres, todo de manera gratuita dadles vosotros de comerMarcos 6: 37.

Pero cuidado con algún “iluminado” o líder religioso corrupto que mire esto y lo vea como una oportunidad política o económica. ¡El Señor les trate!

Cualquiera pensaría que llegar a algo como esto es una fantasía, pero bendito sea el Señor que ya hay hermanos haciéndolo y bendiciendo sus comunidades y zonas.  Ahora las obras que edificaron desarrollan labores sociales gratuitas para los necesitados e inclusive están generando algunas fuentes de trabajo para muchos creyentes. Están cambiando sus regiones para bien, y le digo más, esas regiones los aman y hasta los defienden. ¿Acaso no hemos sido llamados a eso? ¿Acaso no hemos de ser agentes de cambio honestos para con el mundo?  Porque nuestro enfoque no es quedar bien con el mundo ni que se nos haga un monumento por benefactores, sino servir a Dios y mostrarle con hechos contundentes.

Continuará…


domingo, 3 de junio de 2018

Lo más leído (Top 20 de Publicaciones) PUBLICACIÓN 10 y 9


Lo más leído (Top 20 de Publicaciones) PUBLICACIÓN 10 y 9

Seguimos compartiendo esta serie sobre las publicaciones más leídas de nuestro blog. Sin duda querrá leer los temas completos para una mejor comprensión. Le instamos a hacerlo y para ello le facilitamos en cada título su fecha de publicación para que pueda ubicarla en nuestro archivero.  Le bendecimos y oramos al Señor porque cada publicación le ayude a cimentar su fe.
Publicación 10

Cuando la religiosidad fue desenmascarada de una vez y para siempre

Ubíquelo en la fecha 8-2-2014
Escrito Autóctono

“Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;...” Mateo 27: 50 y 51


La muerte del Señor en la Cruz aquel triunfante día en el Gólgota, fue testimonio espiritual de la derrota de todo cuanto nos impedía entablar relación con Dios de manera directa.

Ahora el camino estaba despejado hasta el lugar Santísimo.

Pero, ¿Fue el velo del Templo lo único que cedió al poder de la muerte de Cristo?

El partimiento del velo abrió sin límite de tiempo y sin día anual específico la entrada al lugar Santísimo no solo para quien se considerase único con el privilegio de hacerlo al menos una vez al año, esto es el Sumo Sacerdote, sino también para la común raza sacerdotal que aunque ministros, nunca hubiesen podido acceder a él.

Pero también estaba abierto a los varones de Israel, quienes hasta entonces contaban con un sitio en los alrededores del templo delimitado hasta el atrio de los sacerdotes. Habían caído hasta aquí dos barreras.

¿Y qué de las mujeres judías? Nunca se podrían imaginar siquiera llegar a ser sacerdotisas ya que ello era practicado solo por las religiones paganas; y ni soñar con el lugar Santísimo. No podían ingresar a observar los sacrificios de cerca puesto que la puerta de Nicanor les impedía la entrada al sitio exclusivo de los hombres. Mas ellas recibieron  también el beneficio. Pensemos en los enfermos terminales y demás personas con discapacidad. Nunca lo hubiesen logrado. De hecho a los leprosos que habían sido limpiados de su lepra de manera milagrosa, se les había asignado un lugar aparte en aquel gran edificio y solo para presentarse ante el sacerdote si llegaban a quedar limpios. No debían ni podían relacionarse con los demás. 

Pero quizá los más favorecidos de todos vendrían a ser los gentiles, quienes nunca podían entrar al templo. Para ellos cayeron dos barreras más además de todas las que ya mencioné. El soreg o balaustrada (barandal alrededor del templo de Herodes que les impedía acceder so pena de muerte) y por supuesto la puerta la Hermosa, (principal puerta del templo ubicada en el sector este, de frente al conocido Pórtico de Salomón y "con vista" al Monte de los Olivos).

El lugar Santísimo se hace accesible -por decisión Divina- a todos los hombres y mujeres deseosos de ingresar hasta la misma presencia de Dios.

Pero hay algo más.

Al partirse el velo de arriba abajo, deja evidente un hecho que se había ocultado celosa y silenciosamente por varios siglos por las familias de ascendencia aarónica. El Arca del pacto, símbolo de la presencia y protección de Dios para con su pueblo, no estaba allí desde la ocupación Babilónica. Era el secreto mejor guardado en Israel por el Sumo Sacerdote. De haberse sabido tal verdad, la tradición religiosa y el respeto a lo más sagrado para los judíos se hubiese desmoronado y tornado en un caos. La razón simple para no decirlo además de la mencionada, es que necesitaban sostener la fe del pueblo para conservar su tradición sacerdotal. Mantener al pueblo en ignorancia garantizaba su trabajo y su salario. 

Desgraciadamente la religión y la tradición han sabido aprovecharse de la falta de conocimiento a través de los siglos, consciente de la necesidad que tiene el ser humano de creer en algo y darle solo lo que conviene, a fin de manipularlo y usarlo para sus fines. 

El testimonio del lugar Santísimo sin el Arca también llamada de la Alianza, fue la respuesta tajante de Dios para desenmascarar la religiosidad y dejar expuesto el engaño. Así el Sacrificio de Cristo también proveyó libertad de la religiosidad y la tradición para todos los hombres.

La destrucción del templo en el año setenta de nuestra era por el General romano Tito, terminó por confirmar la disposición Divina de eliminar para siempre el santuario físico, lugar único, o lugar consagrado para venir a su presencia; estableciendo uno mucho mejor, el de carne y hueso, el templo-hombre hecho por sus propias manos, ahora el sitio de su habitación extendido universalmente a toda raza, lengua y nación por todas las generaciones. Esta sería la Gloria postrera del templo profetizada por Hageo.


Publicación 9
Los estereogramas
Ubíquelo en la fecha 20-9-2014
Escrito Autóctono

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgx7RJHX_SojmtlUTo4gj4x8-mvLIfL-VMBhk2TUEAdYM5AaBpzr4dGnAM_qciyW0CZ6JeNQyCg_wV34fygtPuMT79yZZGfA1CGYGip1Wu4MYCwmBPCllLD-omJiyRjHGMkJ8jzbS_QOKw/s1600/1.jpeg


Mateo 13: 11 “El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.”

Marcos 4: 12 “para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.”

Hechos 16: 14 “Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.”


Hace algunos años se dieron a conocer tan asombrosas imágenes en periódicos y revistas.

Quizá el nombre no le diga mucho, pero las identificará como aquellas que poseen  figuras tridimensionales ocultas conformadas por mezclas multicolores. En internet ahora se encuentran muchísimas.

Recuerdo que para quienes habían logrado observarlas, se trataba de una verdadera maravilla de la impresión que les permitía disfrutar de una figura o escena congelada en tres dimensiones. Interesantemente no era necesario utilizar ningún filtro o gafa especial para poder observarlas, eran suficientes la paciencia y quizá uno que otro “truco” óptico de colocación de la vista, para propiciarnos la satisfacción de ser uno más de los “privilegiados” por mirar con facilidad lo que otros con muchísimos intentos fallidos no las alcanzaban a contemplar.

En medio de todo, había quienes inventaban recetas para poder observarlas, otros incrédulos en su desespero pensaban que les estaban tomando el pelo y muchos otros no se daban por menos diciendo que veían más de lo que realmente mostraban las imágenes. Algunos decían que les provocaba dolor de cabeza o cansancio en la vista por tanto esfuerzo y finalmente, muchos hasta el día de hoy no las han podido ver.

¿Saben?, alguien me contó que aunque lo había intentado por muchos años, un día, sin siquiera pensarlo, de pronto se encontró un estereograma por allí y rápidamente logró verlo. Esto por supuesto no garantiza que le pase de la misma manera a todo aquel que lo quiera porque parece ser que no basta solo con desearlo.

Lo que si es cierto es que con la práctica, ver un estereograma cualquiera, llega a convertirse en algo natural y sin mayor esfuerzo gracias al correcto y memorizado enfoque visual.

Comparto esto porque se me hace tan similar a lo que ocurre con las Escrituras. Ellas poseen en sí mismas revelación de Dios la cual es impenetrable por medios humanos. Sólo y únicamente a aquellos a los que Dios por su soberana voluntad les permite acceder para comprender con profundidad su propósito eterno. Y es que soy del criterio de que aún la misma iglesia revelada como cuerpo de Cristo junto a toda su funcionalidad, no puede percibirse desde la óptica humana y ni siquiera religiosa.

Claramente la Palabra de Dios enfatiza que debemos andar por fe y no por vista; en otras palabras, en lo que concierne a las cosas de Dios, como que lo natural no nos sirve de mucho o realmente de nada. Por ello también se recalca en ellas que sin fe es imposible agradar a Dios. Recordemos que no es con este entendimiento humano que podremos comprender pues la Palabra dice en 1° Corintios 2: 14: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”.

Cristo fue revelado a la humanidad como hombre hace 2000 años. Él era Dios manifestado en carne, sin embargo muchos le escucharon, oyeron sus enseñanzas, anduvieron con él, le miraron en carne, pero no les fue revelado a su espíritu. Los dos ladrones en la cruz tuvieron exactamente la misma oportunidad de conocerle, más a uno le fue revelado y al otro no. Los dos sabían que aquel hombre era santo y poderoso, pero solo uno estuvo para recibir la revelación de quien era en verdad.

Leer la Biblia puede dejarle un bonito pensamiento, consejo o motivación a cualquiera que la lea, pero eso no quiere decir que su revelación le está abierta necesariamente. Cuando uno escucha a cualquier persona ajena refiriéndose a las Escrituras o a un ateo hablando necedades con la Biblia en la mano, creen que pueden acceder a ella como si se estuviera leyendo el Quijote o Las mil y una noche. Por eso para ellos no deja de ser un libro común, y para sus seguidores, el tragar engaño como si les hablasen entendidos. La Palabra de Dios no se abrirá a nosotros solo por desearlo o porque escuchemos a alguien hablando de ella pues ocurre que su Eterno Autor la descodifica en los corazones que Él quiere y cuándo Él lo quiere. Ningún otro libro en toda la historia humana tiene tal poder e interacción con aquellos a quienes se expone pues no solo interviene lo profundo del hombre sino lo profundo de Dios y es Dios quien tiene la llave de acceso a esas dimensiones. Eso es lo que no entienden muchos.

Podríamos ver de frente físicamente a Cristo pero no sernos revelado. Cristo lamentó sobre Jerusalén el que su pueblo no le conoció ni comprendió su visitación. Lucas 19: 41-44

Al igual que a la Palabra, ver o no un estereograma no tiene relación con inteligencia o capacidad cerebral de nadie, con hacer “bizco” o usar lentes especiales, con ser de tal o cual raza, ser hombre o mujer, pequeño o grande, rico o pobre. Los estereogramas tienen su explicación científica, de hecho son montajes realizados con programas que mezclan figuras de fondo negro denominadas DEPTH MAPS con bases llamadas TEXTURAS cuyo producto nuestro cerebro logra penetrar y entremezclar utilizando cierta técnica visual, para mostrarnos esa tridimensionalidad que las caracteriza.

No obstante, con tenerlos frente a nuestros ojos y sepamos instructivamente cómo hacer para verlos, no quiere decir que los podamos ver.  No es hasta que -de manera figurada- “se nos revelen” que podremos disfrutarlos y fascinarnos con ellos.

Dios nos tenga por dignos de recibir su revelación.