domingo, 31 de marzo de 2024

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 79° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 79° Parte

Continuación…

Creo que en ello debemos ser sensibles al Espíritu y no ser tajantes y cortantes porque el Señor es soberano y Señor de su casa y hace lo que quiere cuando quiere. Más por el mismo Espíritu nos enseña a ser cuidadosos y discernir cuando lo que está ocurriendo es de Él y no de alguien que quiera operar guiado por emociones particulares y no bajo la influencia genuina del Espíritu.

Si estamos llenos del Espíritu y conocemos la Palabra de Dios, entonces estamos totalmente capacitados para funcionar y discernir bien, de lo contrario, cualquier cosa nos puede hacer dudar y hasta engañar.

La llenura permanente del Espíritu en nuestras vidas y el constante estudio de la biblia, nos solidifica en la Roca que es Cristo el Señor y somos valiosos para los hermanos y la obra en general además de que adquirimos discernimiento sano e imprescindible para detectar cualquier cosa que no esté acorde a la buena doctrina.

Poner a creyentes forzosamente a que hablen en lenguas para mostrar que ahora sí están bautizados por el Espíritu Santo, es terrible error que va muy bien con doctrinas de hombres y movimientos eclesiásticos sistematizados, no con la sana vivencia y enseñanza de la Palabra de Dios.

 

Veredicto: Debemos madurar conforme el conocimiento de la Palabra y no seguir doctrinas solo porque sí o entrar en prácticas por un tema de tradiciones. No, por favor. Seamos responsables y adaptémonos a y operemos según la Palabra.

 

30- Nunca se debe cuestionar a un siervo de Dios.

Cuestionar por cuestionar nunca estuvo ni estará bien. De hecho Dios fue duro para con aquellos que pusieron en duda a sus siervos y recibieron justa retribución. Pero de eso a que no esté del todo permitido ya es otro asunto.

Continuará…


domingo, 24 de marzo de 2024

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 78° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 78° Parte

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Lo otro de la razón de estas lenguas era para el uso en privado que servía para la edificación espiritual de quien las poseyera al usarlas en oración. Su entendimiento quedaba vacío pues no las comprendía pero su espíritu era sobremanera edificado y fortalecido.

Todo ello lo obtenemos de la información que nos da el apóstol Pablo en sus enseñanzas y experiencia misma.

Es vital que captemos el propósito de esas lenguas cuando era entre creyentes y que necesariamente debían tener interpretación, si no, no servían para nada. Debemos contextualizarlas pues eran la forma en que Dios les daba revelación. Ellos no poseían más que la Torá o Antiguo Testamento como sus Escrituras para comprender el plan de Dios y la obra de Cristo. Por supuesto las enseñanzas del mismo Señor que eran impartidas por los apóstoles. Pero nada referente a la nueva vida de iglesia que estaban experimentando y la persona del Espíritu que estaba en ellos. Las doctrinas apenas comenzaban a ser vivencia entre ellos.

La revelación completa para su funcionalidad que sí tenemos nosotros hoy por medio de la bendita Palabra de Dios, no estaba con ellos.

Todo ahora lo sopesamos por medio de las Escrituras en su totalidad, si está de acuerdo a la línea integral y doctrinal ya definida. Lo que se salga, tenemos la responsabilidad y autoridad para desecharlo.

Es el gran cuidado que debemos tener y la atención que debemos poner cuando se quiere insistir en una funcionalidad extralimitada de las lenguas hoy.

Realmente no las ocupamos en grupo salvo algún caso verdaderamente particular y de Dios, aunque sí creo que tienen muchísima funcionalidad y riqueza para nuestro espíritu cuando se usan de manera privada en oración (respetando los criterios).

Continuará…


domingo, 17 de marzo de 2024

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 77° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 77° Parte

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Las lenguas que se nombran ya en la vida de la iglesia, no son como nada de estas que se han suscitado en los pasajes vistos, sino unas que son angelicales (no humanas) dadas como un don por el mismo Espíritu a los creyentes y por las cuales Dios les comunica sus misterios, siendo acompañadas por interpretación por el mismo Espíritu para que el misterio o mensaje de Dios sea entendible por todos.

Además dichas lenguas le servían a quien tuviese el don, para edificar su espíritu de manera particular en oración. De ello debemos hablar pues hay que aclarar que se trata de un don que nunca se consideró bíblicamente hablando, como evidencia de la presencia del Espíritu en nadie (valga decir).

Entonces, debemos comprender que las lenguas existentes en las experiencias narradas en Hechos como hemos visto, son humanas (entendibles por algunos de los presentes al producirse) con excepción de las de los últimos que vimos (los 12 hombres) que profetizaron además; en otras palabras, parece ser que tuvieron algo muy cercano a lo que sucedía o sucedería en las iglesias con el tiempo, pues dicha profecía posterior a las lenguas que se nombra aquí se refería a la interpretación de las lenguas que acababan de suscitarse.

Las lenguas que se narran en Corintios como parte de la vida de la iglesia son angélicas o celestiales podríamos decir, cuyo propósito es que no sean entendidas por nadie con el fin de mostrar su sobrenaturalidad y que poseen un mensaje que Dios quería comunicar cuando estaban presentes entre los creyentes.

La interpretación de esas lenguas era imprescindible, de lo contrario su propósito quedaba vacío. Dicha interpretación era otro de los dones del Espíritu a algunos creyentes para que ahora sí pudieran serles de provecho y edificación en sus reuniones.

Continuará…


 

domingo, 10 de marzo de 2024

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 76° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 76° Parte

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Nada debería suplantar ni tampoco sumarse a la obra de Cristo; ni siquiera una doctrina por buena que sea o nos parezca debería tener el peso para que sea añadida ni mucho menos más importante que el Señor. Dios habló de muchas maneras y por diferentes medios en el pasado, más ahora nos habla por el Hijo y es a Él a quien debemos oír, seguir y obedecer dejando todo lo pasado definitivamente.

Las costumbres y formas del pasado aún cuando tenían la participación y aval mismo de Dios, no deben ser nuestra línea de hoy. Todo cambió a lo mejor y se llama Cristo. Todo cambió para nuestro bien desde la cruz. Es lo que más nos convenía y es lo que Dios mismo diseñó desde la eternidad para nosotros. ¡¡Aleluya!!

Esta narración de lo sucedido a estos doce hombres así como cualquiera de las experiencias anteriores descritas en la Palabra, no suman a ninguna doctrina que nos hubiésemos inventado conformando pasos para recibir al Espíritu Santo, porque no existen los mentados pasos en la Palabra, ni las forzadas evidencias que queremos ver en aquellos desdichados a los que llevamos a un plano de: hagan y dejen ver, para convencernos de que ya tienen al Espíritu.

El apóstol Pablo, quien ha visto infinidad de experiencias pentecostales en su recorrido, lo dice categóricamente aquí: ¿recibieron al Espíritu cuando creyeron?verso 2.

No sucedía de otra manera normalmente. Se era alcanzado (envuelto, tomado, bautizado) por el Espíritu, cuando se creía al mensaje del evangelio. Por supuesto quienes creían testificaban de haberlo hecho bautizándose en agua en nombre de Jesús, obedeciendo al mensaje integral del evangelio que escuchaban y como prueba de su fe y decisión tomada. De esta forma eran unidos a la iglesia por el Espíritu que les había envuelto como posesión suya.

Los doce varones es el último episodio que nos da la Palabra sobre recibimientos del Espíritu Santo que debiéramos analizar. No hay más.

Suficientes para que comprendamos.

Continuará…


 

domingo, 3 de marzo de 2024

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 75° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 75° Parte

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Esos discípulos continúan predicando el bautismo de arrepentimiento a la nación de Israel donde quiera se encuentren y bautizando a la manera de Juan el bautista. No cambian su forma. Por ello, aunque en cierta medida Dios está también con ellos, era necesario unirlos al pueblo que Dios estaba formando.

Leemos en Hechos 19 y notamos que por alguna razón ellos no se habían enterado en tantos años lo que había sucedido en Pentecostés, ni del evangelio a samaritanos, aunque si llegaron a oír de que un movimiento grande de Dios se estaba llevando a cabo alcanzando inclusive a gentiles. Interesante. Les era imprescindible iniciarse ahora en el Camino y por ende bautizarse en nombre de Jesús, lo que significaba que creyesen ahora en Cristo y que se convirtieran en discípulos de Él. Les era necesario ser bautizados en el Espíritu Santo de quien no habían siquiera escuchado y al venir sobre ellos por la imposición de manos apostólica, hablaron en lenguas y profetizaban.

¿Por qué hablaron en lenguas? ¿Quiénes requerían ver ese milagro sobrenatural?

Esto sucedió ya no por causa de ningún fiel de la circuncisión que tuviera que observarlos, pues ellos mismos eran judíos.

La razón es que era un testimonio para ellos mismos. Sus años en una doctrina que no era errónea pero que ya había quedado obsoleta, debía de terminar contundentemente porque ya había algo nuevo y mejor.

Si no hubiese sucedido de esta manera, sencillamente habrían sumado aquel mover a lo que ya habían creído por tantos y tantos años y por supuesto no era el propósito de Dios sostener bajo ninguna circunstancia esa antigua forma doctrinal.

Experiencia para ellos claro está, y para nosotros enseñanza hoy.

 Continuará…