domingo, 31 de diciembre de 2017

“No dejando de congregarnos…” Heb. 10: 25 (2ª parte)

“No dejando de congregarnos…” Heb. 10: 25 (2ª parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Ahora bien, es interesante pensar en todas las veces en que nos congregábamos antes con la idea de asistir a un culto en el que llegábamos normalmente a sentarnos y a ver activos a unos pocos que nos ministraban, nos dirigían, nos predicaban y ocasionalmente, solo ocasionalmente éramos participantes también por ejemplo cuando hacíamos una lectura, una oración o compartiendo los anuncios para con los asistentes que permanecían sentados e inactivos escuchando.

Pero casi siempre los activos eran los mismos y el resto, el grosor de la asistencia permanecía escuchando, cantando, ofrendando, o saludando cuando aquellos pocos activos lo ordenaban conforme lo disponía el programa.

Pero una interacción o actividad de todos y cada uno de los miembros uno por uno de forma ordenada no era posible, al fin y al cabo aunque hubiésemos comprendido el versículo no se podía por la cantidad de asistentes y porque un programa y un horario lo impedía y en alguna medida no se debía alterar el protocolo a ese nivel. Tampoco existía tiempo para algo así.

Pero no se trataba, ni me refiero aquí expresamente a ser tomado en cuenta para alguna participación dentro de un programa con los mentados anuncios, lectura o un especial, o inclusive la alabanza u oración congregacional, sino para los que nos dice la Palabra: una participación activa de todos haciendo uso de los dones dados por el Espíritu Santo a cada miembro presente en la reunión con el fin de la mutua edificación.

Cuando leo al apóstol Pablo (1ra. Corintios 14: 26) diciendo: ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación., me pone a pensar en lo que significaba esa actividad de todos los asistentes en una de esas reuniones de los santos. Y esto no era ocasional como si se tratase de un día especial dentro de una agenda semanal mensual o anual, sino que era la normalidad de vida cuando ellos se reunían como iglesia local y sucedía así en todas las iglesias del Señor según recalca el pasaje unos versículos más  adelante en el verso 33.

Si vemos un par de capítulos antes como el Espíritu capacitaba a todos los creyentes con diferentes dones, la intención era que todos tuvieran -sin excepción- posibilidades sobrenaturales de ministrar a los demás creyentes para edificarse mutuamente. Esto no era un asunto aislado recomendado a una iglesia en que debían darse directrices para que se ordenaran las cosas. Note lo que dice el apóstol Pedro en su primera carta universal a las iglesias (1era. Pedro 4: 10). Es decir, eso era la normalidad de vida de iglesia de los santos en todas partes.

Quizá en este momento usted se pregunte, “¿pero cómo es posible que esto que está escrito en la Palabra tan claramente de cómo debe ser normalmente la reunión de iglesia no se practique? En algún punto nos perdimos en programas y activismos que nada tienen que ver con la Palabra”.

Continuará…


domingo, 24 de diciembre de 2017

“No dejando de congregarnos…” Heb. 10: 25 (1ª parte)

“No dejando de congregarnos…” Heb. 10: 25 (1ª parte)
Escrito autóctono

Hace unos días conversaba con alguien sobre este tan recurrente tema por demás decir manipulado y recetado por nuestros hermanos de la iglesia tradicional cuando perplejos se enteran de que ya no vamos a la iglesia; como si no lo conociéramos o ni lo comprendiéramos.

La primera publicación de nuestro Blog comparte argumentos claros de las razones, quieran aceptarlas o no aquellos que nos señalan, y de hecho mucho de este Blog martilla en ello pero dejando bien claro y de forma contundente por supuesto la veracidad y necesidad de congregarse que tenemos como creyentes; obedeciendo tan importante mandamiento de la Palabra que además nos conviene pues es la idea de Dios, no de ningún hombre ni movimiento alguno; más nuestro congregarnos tiene muchísimo más que un solo asistir a un lugar o inclusive más que solo juntarnos.

No voy a repetir acá lo que ya hemos abordado minuciosamente, pero es interesante el caso que les comentaba por el sentido y características de dicha conversación.

Le invito a recitar el versículo de Hebreos 10: 25  sin verlo de la biblia y verá que casi nadie lo sabe completo. “...No dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre”.  Generalmente el verso se conoce hasta esta última palabra: "costumbre" o al menos se piensa que allí termina.

Pero si lo leemos hasta el final, curiosamente en vez de ser una herramienta acusadora, más bien delata a los que lo usan para “sancionar” a los que no vamos a la iglesia. ¿Por qué lo digo? Porque todos reaccionan como programados repitiendo que hay que congregarse pero en realidad no aprenden en la Palabra la razón por la que hay que hacerlo.

Compruébelo usted mismo y solo pregúntele a cualquier cristiano tradicional por qué se congrega. Le va a decir mil cosas -ya sabemos sus respuestas religiosamente aprendidas- pero casi la mayoría ignora bíblicamente la razón.

Bien, ya sabemos que por ninguna parte el versículo habla de ir a la iglesia y ni lo sugiere, pero en su generalmente desconocida parte, dice la razón por la cual es importante congregarse e incluye una alerta. ¿Quiere que se lo resalte? Pues para exhortarnos, sin restar algo que también es de suma importancia.

Dice textualmente: “…sino exhortándonos; y tanto más, cuando veis que aquel día se acerca”

Entonces el autor de Hebreos quiso dejarnos el panorama total. Note: se trata de una interacción (función) de todos los que se congregan, es decir una actividad real de todos los asistentes para un fin común que también está claramente detallado en la Palabra.

Continuará…


domingo, 17 de diciembre de 2017

La prueba de la Verdad (13° y última parte)

La prueba de la Verdad (13° y última parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Más versículos del tema tratado:

1° Juan 2: 9-11El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.”
1° Juan 3: 10 y 11; 14-19; 23En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él;
Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
1° Juan 4: 7 y 8; 11 y 12; 16 y 17; 20 y 21Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.”


2° Juan 1: 4-6Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre. Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros. Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.” 

Fin


domingo, 10 de diciembre de 2017

La prueba de la Verdad (12° parte)

La prueba de la Verdad (12° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Más versículos del tema tratado:

Hebreos 4: 13Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.”
Hebreos 6: 10Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.”
Hebreos 13: 1-3 y 16Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo. 
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.”

Santiago 1: 27La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.”
Santiago 2: 8; 12 y 13; 15-17; 26Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;
Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.
Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.”

1° Pedro 1: 22Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;”
1° Pedro 4: 8Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.”

Continuará…


domingo, 3 de diciembre de 2017

La prueba de la Verdad (11° parte)

La prueba de la Verdad (11° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Más versículos del tema tratado:

2° Corintios 5: 10Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.”
2° Corintios 9: 1; 12 y 13  (ofrendas para los santos) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba; 
Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; “

Gálatas 5: 6; 13 y 14porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. 
Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

Efesios 4: 28El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.”
Efesios 5: 2Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”

1° Tes. 4: 9Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros;” 

Tito 3: 14Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.”

Continuará…



domingo, 26 de noviembre de 2017

La prueba de la Verdad (10° parte)

La prueba de la Verdad (10° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Más versículos del tema tratado:

Romanos 12: 10, 13-15, 17a; 20Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
 …compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.  Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
No paguéis a nadie mal por mal;
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.”
Romanos 13: 8-10No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.” 
Romanos 14: 10 y 12Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.” 
Romanos 15: 26Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén.”

1° Corintios 3: 11-15Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”
1° Corintios 13: 1-8 y 13Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”

Continuará…



domingo, 19 de noviembre de 2017

La prueba de la Verdad (9° parte)

La prueba de la Verdad (9° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Más versículos del tema tratado:

Lucas 6: 27 y 28Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.”
Lucas 14: 13 y 14Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.”
Lucas 19: 8-9Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.”

Juan 13: 34 y 35Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”
Juan 15: 12 y 17Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Esto os mando: Que os améis unos a otros.”

Hechos 2: 44 y 45Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.”
Hechos 4: 32, 34 y 35Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.”

Continuará…



domingo, 12 de noviembre de 2017

La prueba de la Verdad (8° parte)

La prueba de la Verdad (8° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Una vez realizado un auto examen concienzudo de su verdad, le invito ahora sí a leer cuidadosamente los siguientes versículos para afirmar la fe verdadera. Le recuerdo; los mandamientos que veremos no es solo saberlos, hay que ponerlos por obra.

Mateo 5: 44-47Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?”
Mateo 9: 11-13Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Porqué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”
Mateo 19: 16-22Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.”
Mateo 25: 31-46Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.  Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”

Continuará…


domingo, 5 de noviembre de 2017

La prueba de la Verdad (7° parte)

La prueba de la Verdad (7° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Si lo que usted cree con el mayor de los recelos no le hace amar primeramente a Dios con todo su ser y por consiguiente a su prójimo de igual manera como usted se ama y cuida a sí mismo, perdóneme que sea tan directo pero ni me diga nada de su doctrina porque sin importar la que sea, es una soberbia tumba blanqueada.

¿Le impresiona? ¡Claro! Pero no pretendo impresionarlo, pretendo conmoverlo en la creencia más sagrada que pudiera tener cualquiera sea si esta no le está encaminando al amor genuino, a un profundo y veraz conocimiento de Él que es amor! 

Aprenda a reconocer desde la realidad del amor la creencia y práctica que frecuenta. La realidad del amor verdadero de y entre aquellos que usted llama "hermanos" debería ser suficiente para detectar cuán cercana a la verdad está la doctrina que abraza y no el pinche retenimiento con que tratan de endulzarlo para que se mantenga fiel al movimiento denominacional en que se encuentra cualquiera sea.

¡Valla primero y ruéguele a Dios que le revele su amor y que este le transforme de verdad antes de querer saber los secretos del universo! ¡Déjese de bobadas y palabrerías que no han hecho ni harán nada por usted en toda su existencia! 

¡Lo que le está pasando no es más que estar envuelto en una manía diabólica de intentar conocer a Dios y comprender su Palabra sin ver por su hermano! No conocerá jamás al Dios verdadero así aunque logre una eminencia en divinidades.

¡Ceguera perversa que cierra el entendimiento para no comprender que el amor hace mil veces más que el convertirse en un maestro erudito de hebreo o griego!

¡Déjese de necedades y ponga las barbas en remojo realmente! ¡Usted y todos los que le enseñan!

¡Porque si amar no es su propósito final, hasta la vida que tiene es un desperdicio! ¡De nada le está sirviendo!

Llegó el momento de sacudirse de tanta basura y encaminarse en la verdad. Porque si amar como nos enseñó el Señor es lo único que usted llega a experimentar, no necesitará nada más para estar en pie, firme delante de Él cuando le llame.

Esta es la verdadera prueba para la doctrina que respeta. Esta es la verdadera prueba para sí mismo.

¡Esta es la verdadera prueba para su verdad!

Continuará…



domingo, 29 de octubre de 2017

La prueba de la Verdad (6° parte)

La prueba de la Verdad (6° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Podrían escribirse miles de libros acerca de él y jamás describirse. Inentendible con nuestra mente finita. Por eso solo es maravillosamente contenido en los vasos de Dios y expresado por ellos; imposible hallarlo en otro sitio.

Le pregunto directamente: ¿Qué creencia le ocupa? Dígame la mayor y más exacta afinidad que haya encontrado o le haya sobrecogido. Aún la que pudiera verdaderamente estar en la verdad según su convencimiento.

Le digo que si el amor no es su bandera, nada es. Así de simple. ¿Conoce el amor genuino entre quienes le enseñan o con quienes comparte? No el del “abracito”  o “besito” porque usted es fiel a su grupo, sino el de la atención cuando usted está sin trabajo o enfermo. No el de la llamada telefónica o mensaje de texto cuando usted está en una situación difícil, sino el que le visita y le procura ayuda real y tangible. Ahora, ¿es el mismo amor que usted muestra a los demás haciéndolo con ellos? No le digo expresamente solo con los que lo hacen con usted sino con aquellos con quienes no se relaciona tanto y de quienes no recibirá quizá ni un gracias. Al final el amor no es interesado de reconocimiento.

Si la extensión del amor no le es revelado a su interior de manera que revolucione toda su vida y perspectiva, por Dios que ¡nada tiene!, por Dios que ¡qué desdicha la suya de solo ser un religioso más!, por Dios que ¡qué pérdida de tiempo más descomunal en cualquiera creencia que milite!

Dígame, ¿acaso la creencia cualquiera sea que tenga le provee ese amor? Le digo que aunque se la quiten y no pueda volver a ver su doctrina en todo el resto de su existencia, ese amor es imposible que se lo quiten porque forma parte de la esencia, no es mental. Si el amor que dice tener se basa en la continuidad y permanencia o fidelidad que usted le tenga a su grupo eclesial, ¡por Dios que no tiene nada!

Continuará…


domingo, 22 de octubre de 2017

La prueba de la Verdad (5° parte)

La prueba de la Verdad (5° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

A algunos ya les bastó con su experiencia. Ya lograron lo que tanto ansiaban. Culminaron sus expectativas. Vivieron todo cuanto se propusieron. Académica, sentimental, disque espiritualmente satisfechos. Pero ciegos ante tan evidente realidad planteada en las páginas de las Escrituras: el amor.

El amor en su más pura esencia. Reitero, no es de este mundo.

Ciertamente no hay más elevado sentimiento que se pudiera experimentar. Nada se compara a haberse apropiado de él o mejor dicho que él nos haya poseído. Su impacto trasciende a esta existencia y conmueve a la misma eternidad. Únicamente otras dos se le acercan en importancia: la fe y la esperanza; pero ni siquiera aún estas santas virtudes lo igualan.

Tan poderosamente capaz y a la vez tan dejado en poco u olvidado por completo. Hoy por hoy se hace tan evidente su abandono o peor, su desconocimiento.

El incomprable amor; no existe dinero que lo pudiera pagar. Innegociable. Supera con creces a todos los valores hablados por el Señor.

No procede a nada incorrecto, no es interesado ni pretende nada. No paga mal a nadie.

Sublime como el mismo Dios, de hecho Él lo personifica. Capaz de resistirlo todo. Por él estamos aquí y por él continuaremos más allá de esta vida.

Tan importante, que el Señor lo reafirmó como mandamiento, el más grande de todos. Fue su tema y vivencia incluso hasta el último minuto de su vida.

Continuará…



domingo, 15 de octubre de 2017

La prueba de la Verdad (4° parte)

La prueba de la Verdad (4° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Quizá usted es de los que no paran de buscar y buscar, de los que prestan sus oídos para escuchar cualquier cosa por si acaso se perdieron de algo, de los que pondrían poner en tela de juicio por una u otra razón hasta su creencia, de los que no se sienten seguros si verdaderamente están en la verdad o no.  O también podría ser de los que finalmente están convencidos de lo que creen pero no dan crédito a todo en su creer.

¿Sabe cuántos viven así? Miles de millones. Y ha sido así por siglos. Van y vienen generaciones y la condición es exactamente la misma. Se repite una y otra vez. Como un círculo vicioso sin fin.

Es una intensa búsqueda que se gesta desde que se tiene memoria. El hombre continúa preguntándose, cuestionándose,  y algunos, al llegar al final de su vida, no están seguros de si hallaron o no la Verdad y parten a la eternidad sin tener claro aún qué les espera. Muchos inclusive dieron su vida por una mentira.

Los hay por montones y hasta en las iglesias fungiendo como líderes de ellas o ministros destacados.

Corren como hambrientos y sedientos de que alguien les diga algo nuevo, algo revelador, algo profundo, algo que se salga de todos los parámetros conocidos. Corren en la búsqueda de experiencias sobrenaturales y si las hayan, mueren por ello.

A otros ni les importa, total la vida sigue su ritmo. No es tema que les angustie porque para ellos no hay problema de nada. Sus padres les legaron costumbres, creencias, tradiciones y eso basta. Sin complicaciones de ninguna índole. Solo cumplir rutinaria y fielmente como lo han hecho toda la vida de generación en generación y pare de contar. Al fin y al cabo tantos por siglos viviendo de la misma manera, jamás podrían estar equivocados. La vida les viene como les toque y su situación no cambiará en lo absoluto.  Tal como llegaron a esta existencia, partirán de ella.

Y las Palabras de Cristo allí, disponibles para ser comprendidas, pero totalmente ignoradas.

Continuará…




domingo, 8 de octubre de 2017

La prueba de la Verdad (3° parte)

La prueba de la Verdad (3° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Ni los logros reunidos, ni el dinero o riqueza acumulados, ni posesión adquirida o posición alcanzada, ni buen nombre amasado, ni fama. No pesará el carisma, o virtud alguno, el éxito de ninguna especie, las amistades construidas, la magnitud de las obras edificadas, la imagen, el poder, las masas fascinadas. No alcanzará la popularidad obtenida, inteligencia, señales o milagros realizados, elocuencia, respeto conseguido, habilidades,… ¡NADA!

Solo amor, verdadero y genuino amor; claro, transparente, fiel, puro; amor ajeno a adiciones, sin compromisos adquiridos, sin afiliaciones, sin demostraciones absolutas. Simple, humilde, discreto, callado. Amor a flor de piel, sin esfuerzo, sin cálculo alguno, sin miramientos de ningún tipo, ¡libre!

No hablo del amor humano interesado, calculador, condicional. Tampoco tiene que ver con aquel al que se le ha dado un matiz erótico o sensual; ni se trata de atracción de género. No es ni siquiera el filial. No se refiere al amor de una madre o un padre por sus hijos ni viceversa. Tampoco aquel que se promete en un altar para toda la vida aunque sea cierto y sincero.

No es el de este mundo, ni se alcanza por medios humanos. Hablo del amor que tiene vida propia. Imposible reproducirlo o duplicarlo por voluntad humana.

Ese amor se tiene o no, se conoce o no, se evidencia o no. Su fruto también es único y fácilmente reconocible por lo que nadie puede falsificarlo.

Es amor que hace amar a todos sin excepción y sin esperar nada a cambio. Amor que atiende al necesitado, amor que se da por los demás. Amor que alimenta, cuida, visita, ayuda, fortalece, viste, abriga, acompaña, perdona. Amor que se sacrifica.


Continuará…


domingo, 1 de octubre de 2017

La prueba de la Verdad (2° parte)

La prueba de la Verdad (2° parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Más desde ya le aclaro, no se trata solo del hecho de hacer bien al prójimo lo que debería ser una norma humana en procura de una vida solidaria, armoniosa y constructiva, se trata de amar desde la perspectiva y en relación al amor de Dios, el conocimiento de Él que es muy diferente a cualquier amor que pudiéramos comprender fuera de Él.

Tanto así que finalmente si usted ya pasó por todo, ya conoce todo, ya comprendió todo, ya lo dio todo, ya logró lo que nadie; sencillamente no teniendo este único y elemental sentimiento de manera genuina en usted, de nada le ha valido; perdió todo su tiempo.

 ¿Cuánto más pasará para que caigamos en razón y nos dejemos de fábulas? ¿Se nos irá la vida acaso? ¿No habrá nadie que nos lo pueda decir tan directo y concreto como necesitamos oírlo?

¿Seguiremos así, haciendo eco a todo y todos, sin percatarnos de que nadie podrá hacer nada por nosotros cuando nos toque comparecer ante el Señor?  Él ya no fungirá allí como abogado, será el Juez.

Estaremos solos, totalmente solos, teniendo que responder el por qué cerramos nuestros oídos a sus Palabras. Nadie, en toda la existencia, podrá defendernos ni excusarnos. Solos estaremos, con todas las pruebas a nuestro favor o en nuestra contra. Sus acciones en Él lo delatarán o le librarán ¿Se atreverá alguno si quiera a pensar en su inocencia habiendo ignorado algo tan contundentemente definido en la Palabra?

Todo, absolutamente todo lo que usted significa, será probado por fuego allí. ¿Qué quedará?

No habrá lugar para ningún argumento sea cuál sea. Solo una cosa pasará la prueba de fuego: amor.

Continuará…



domingo, 24 de septiembre de 2017

La prueba de la Verdad (1° parte)

La prueba de la Verdad (1° parte)
Escrito autóctono

“…el que aborrece a su hermano…” 1° Juan 2: 11 y 3: 15

Desde ya hago de su conocimiento que estos serán los únicos pasajes bíblicos que usted verá en el transcurso de este escrito y únicamente aquí en el inicio nada más. Todos los que podría utilizar, los compilo al cierre del tema, por si alguien necesita comprobar lo que quiera.

Lo hago por una simple razón: usted debería comprender sin más ni más lo que voy a decirle porque parto del hecho que conoce la Palabra. Si no, al final puede actualizarse con los pasajes.

Dicho esto… comienzo.

AMOR, característica de los hijos de luz. Distintivo de quienes conocen realmente a Dios. Particularidad irrefutable de los salvos. Peculiaridad definitiva de los que sí son en contraste de los que no. Singularidad de los escogidos. Típico de quienes siguen al Maestro. Propio de sus discípulos. Señal inequívoca de los redimidos. Atributo principal de los creyentes. Marca indeleble de los santos. Concerniente a quienes transitan el Camino angosto.  Implícito de la iglesia comprada con sangre. Signo de quienes caminan en la verdad.

No existe nada más. Usted diferenciará los que aman de entre todos los demás mortales absolutamente.

No importa qué crea o a qué filosofías se haya adherido, qué costumbres haya incorporado a su vida a partir de ellas, cuánto ha aprendido, cómo visiona su realidad en Dios, qué hace o no hace para Él, cuán bueno o apto se sienta, inclusive cuánto esfuerzo o dinero ha puesto por su fe, cuánto trabajo haya invertido, cuánto sacrificio.

Lo cierto del caso es que todo se resume en esta sola y única posesión: amor. Es todo. Se tiene o no se tiene.

Continuará…