domingo, 25 de septiembre de 2022

Las “tres partes” del hombre 53° y última Parte

Las “tres partes” del hombre 53° y última Parte

Continuación…

Ahora bien, el Señor al morir también salió de su cuerpo en su espíritu y este le trasladó por mano del Padre no a su presencia, sino a esos sitios profundos, por lo que resalta la Palabra que fue en el espíritu allí y no como espíritu que es diferente. No debemos pasar por alto el detalle que nos aporta la Escritura misma. De nuevo, el Señor nunca se convirtió en un espíritu en esa experiencia. He allí la explicación.

Debe quedarnos claro que ir en el espíritu a otro sitio que no sea a la presencia de Dios, no es algo que nos pasará a ninguno de nosotros. A Cristo le ocurrió diferente en su muerte, por la misión que tenía. Y no solo fue en el espíritu allí, sino que regresó para tomar su cuerpo glorificado al resucitar tres días después.

Para casi terminar, desconozco si algún otro consiervo en el Señor ha llegado a conclusiones similares a estas investigando sin prejuicios. En todos estos años, no he escuchado ni leído a nadie expresar ideas como estas. No me da temor porque tiene todo el fundamento de la Palabra. Tampoco con ello quiero decir que estoy generando una nueva forma de comprender el tema, pero creo que nos debe llamar a la reflexión. Forme usted sus propias conclusiones sobre este escrito y si en algo le es de bendición o ilumina su percepción, agradezco al Señor, pues lo que indagamos y escribimos lo hacemos con mucho temblor y cuidado.

No escribo pensando en que el que lea debe estar de acuerdo conmigo, pero al menos debe de tener una buena conciencia cimentada en la Palabra sobre estos aspectos doctrinales tan significativos y delicados por todo lo que representan. 

Hay doctrinas que se han generado durante siglos, y todavía hoy a pesar del conocimiento que hemos llegado a alcanzar, parecen inconmovibles al punto de que resuenan muy fuerte en muchos ámbitos cristianos de manera que cualquier cosa que suene diferente, es visto con recelo sin permitirse al menos indagar los argumentos. 

Siempre he creído que la única que nos puede guiar seriamente en todos estos aspectos es definitivamente la Palabra de Dios con la intervención del Espíritu Santo como maestro. Si acudimos sincera pero humildemente a Él, aprendemos. Así nos lo dice la Escritura en su propia recomendación: Juan 5: 39; 14: 26; 2° Pedro 1: 19-21; 1° Juan 2: 27.

Por lo tanto, le hago la invitación a que usted revise todos estos postulados con biblia en mano y escuche al Espíritu, pero sobre todo que Él tenga total libertad para cambiar los conceptos que no son de Él en usted. Amén.

 

domingo, 18 de septiembre de 2022

Las “tres partes” del hombre 52° Parte

Las “tres partes” del hombre 52° Parte

Continuación…

Ahora bien, la pregunta pone sobre la mesa el dato interesante de que Cristo va allí en espíritu, pero minutos antes lo había encomendado a las manos del Padre. El punto es que podría significarles a muchos por la mera lectura, que Él sí se convirtió en un espíritu para ir a esa misión. ¿Fue eso posible? ¡Por supuesto que no! En instantes lo explicaré.

El otro único caso similar de mencionar su espíritu a la hora de morir es Esteban, pero interesantemente no encomienda su espíritu, sino que lo entrega al Señor diciendo “Recibe mi espíritu”. Encomendar significa “cuidar mientras” en tanto la expresión “recibe” es “depositar permanentemente”.

Curioso, ¿no?

Todos salimos de nuestro cuerpo al morir tal como entramos a él: teniendo en el espíritu una especie de vehículo que nos porta. Y como ya dijimos, al salir del cuerpo iremos en ese espíritu a la presencia de Dios si somos salvos, pero en el caso de los perdidos, el espíritu se separará del alma volviendo a Dios que es su fuente y quien lo dio. Ahora el alma perdida queda desabrigada de ese espíritu por primera vez en su existencia y se dirigirá a su tormento muy seguramente escoltada por espíritus demoníacos al Infierno.

El Señor habla en la muerte de Lázaro (La parábola del rico y Lázaro) detalles de la muerte de uno que fue salvo y otro que se perdió, y dijo en ella que Lázaro fue llevado al Seno de Abraham escoltado por ángeles (Lucas 16: 22). ¡Qué Gloriosa! es la muerte del creyente, pero también ¡qué pavorosa! la muerte del perdido.

Antes de la cruz tanto las almas de los salvos como las almas de los perdidos bajaban a lo profundo. Los perdidos eran llevados al Hades (Infierno) y los salvos al Paraíso o Seno de Abraham. Luego de la cruz y por la obra Redentora de Cristo el Señor, los salvos ahora van hacia arriba al Paraíso y los perdidos van al Infierno abajo. Para muchos eso es fantasioso, pero según la biblia, es la realidad.

Continuará…


domingo, 11 de septiembre de 2022

Las “tres partes” del hombre 51° Parte

Las “tres partes” del hombre 51° Parte

Continuación…

¿Cómo equiparar la experiencia de Cristo el Señor respecto a haber encomendado su espíritu a Dios en la Cruz al morir y luego ir en espíritu a los lugares más profundos de la tierra en una misión? Pero ¿no es que su espíritu regresaría a Dios? Efesios 4: 8-10; 1° Pedro 3: 18 y 19.

Otra excelente pregunta.

Si leemos los pasajes que hacen referencia a ese hecho grandioso en la vida y misión de Cristo, nos damos cuenta de que el caso del Señor es atípico a cualquier otro ser humano. Recordemos desde su concepción misma…, ¡diferente!; su vida…, ¡diferente!; su muerte…? Nada igual o ningún otro ser vivo. Hasta su resurrección fue diferente a la resurrección que experimentaremos el resto de nosotros.

Él es el único en esta tierra que pudo tener control de la hora de su muerte… sin tener que atentar contra su propia vida. Todo eso lo hace verdaderamente especial y único en cuanto al resto de mortales. Pero no es todo, su alma no experimentaría lo mismo que el resto de nosotros, sino que operaría en una misión de suma importancia la cual continuaba exactamente luego de morir.

Nosotros terminamos nuestro paso por este mundo cuando morimos, él no. En su muerte se gestó otra de sus victorias maravillosas yendo a las partes más profundas de la tierra (al sitio llamado el Seno de Abraham o Paraíso) a llevarse a todas las almas de los antiguos que esperaban por Él al cielo. Estos fueros todos los santos salvos que habían creído. Ellos conocían su promesa de no dejarles en el Seol (el sitio de los muertos). También agrega la Palabra que fue a predicarles a espíritus encarcelados, que entendiendo la doctrina de toda la biblia, se trata de darles un testimonio a ángeles (que sí son espíritus) quienes habían caído de su santidad pecando; algunos de los cuales permanecen allí para ser desatados al final de los tiempos en los juicios de Dios sobre la tierra como lo dice Apocalipsis Capítulo 9; 2° Pedro 2: 4 y Judas 6.

Continuará…


domingo, 4 de septiembre de 2022

Las “tres partes” del hombre 50° Parte

Las “tres partes” del hombre 50° Parte

Continuación…

Ahora, libre, el hombre posee total capacidad para decidir. Su voluntad es restaurada. Cada creyente tiene libertad y es llamado a vivir de manera diferente a cuando estaba en el pecado. La diferencia es que ahora cuenta con la ayuda y el Poder del Espíritu de Dios en él para poder vivir una nueva vida.

Es el milagro de la nueva vida recibida de Dios. Ha dejado lo pasado atrás y recibe una nueva forma de vida, pero ha de adiestrarse (ejercitarse) en ella. Hebreos 5: 14

Hacerlo le produce riquezas espirituales que son por supuesto las riquezas de Cristo que comienza a conocer y a atesorar en su corazón para responder en esta vida terrenal pero que le serán de gran provecho para su vida eterna.

Y por cierto… no existe “vivir en el espíritu”, (“espíritu” con minúscula), porque no se trata de que nos enfoquemos en el espíritu de vida que Dios dio a nuestro cuerpo que ya tiene sus funciones definidas. El espíritu que Dios nos proveyó no nos puede dar nada de Dios, eso lo hace el Santo Espíritu que nos toma.


¿Pueden fundirse dos almas en una?

Puede haber una especie de fusión de almas en alguna forma, pero no es literal sino emocional.  La Palabra lo establece dentro de los lazos de la amistad como en el caso de la relación de amistad entrañable entre David y Jonathan y muy acorde a esto también en el plano matrimonial cuando dice que dos serán uno por aspectos de amor, pero se recalca claramente una sola carne, no una sola alma. Dentro de ese plano, un hombre y una mujer llegan a conocerse y tratarse sentimental y emocionalmente hablando de tal forma, que se hacen como una, apegándose entre ellas, compartiendo sus vidas el resto de su existencia terrenal. Más en lo concerniente a la redención, esa unión no altera el que se es individual y particular.

Aun así, tampoco vemos literalmente que dos carnes se mezclen haciéndose una, o dos almas se fundan textualmente. 

Tampoco pueden fundirse el espíritu de un individuo común con el de otro común porque nadie puede manipular su espíritu y mezclarlo con otro pues este no le pertenece ni es él. Es de Dios. Cuando la Palabra habla de ser de un solo espíritu refiriéndose a un grupo de personas, no plantea fusiones de espíritus como tal, sino que todas esas personas tienen la misma intención y sentir.

Continuará…