Versículos…
¿controversiales? 10° parte
Escrito autóctono
Continuación…
“La Biblia plantea que
Pablo se atribuía mandamientos en 1° Cor. 7: 12 “Yo digo, no el Señor...”
1°
Cor. 7: 12 “Y a los
demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea
creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.”
Es interesante que en todo lo que
escribe Pablo, esta sea la única ocasión en que se atreve a escribir sus
propios pensamientos y en un aspecto tan medular como lo es el matrimonio. Su
consejo busca hallar acuerdo para con parejas que tienen a uno de los cónyuges
inconverso. Pero también traer paz al corazón de los hermanos en cuanto a cómo
manejar la separación si son llevados hasta ese punto. Más adelante da su posición
con respecto a las vírgenes (verso 25) pero hace un comentario de él
previamente “como quien ha alcanzado misericordia para ser fiel” En el verso
40, sella las recomendaciones que ha dado apelando a la presencia del Espíritu
Santo en él. Todo el pasaje está lleno de “menudencias” que no dejan de ser
importantes, pero es claro en que no ha recibido revelación específica del
Señor con respecto a ellas. Ahora, Pablo no trae estos temas a su carta como un
asunto suyo o algo para rellenarla; según el verso 1, son inquietudes que la
iglesia de Corinto le está confiando.
Sin embargo, el pasaje no muestra
que Pablo hablase como un consejero ajeno de Dios, al contrario, en su análisis no
excluye su perspectiva como creyente, las sopesa amparado en su
creencia, procurando un mejor estado de los hermanos de modo que tengan mejores
opciones de ocuparse en las cosas de Dios. Expresiones como “yo digo”, “mi
parecer” y “a mi juicio”, nos hace ver que Pablo es analítico como cualquier
ser humano de las situaciones cotidianas y que pueden producirnos preocupación,
pero brinda recomendaciones como creyente y espera que puedan ser de utilidad
para los hermanos. Otro aspecto que me llama la atención, es que si no había
recibido revelación del Señor sobre dichas inquietudes, podría haber dejado a
los hermanos que se entendieran como pudieran o bien acudieran a cualquier
doctor, consejero o “psicólogo” de la época. Pero esto habría dejado la puerta
abierta a que ellos recibieran opiniones sin duda buenas pero humanistas y habría quedado el sentir de que a Dios no le interesan las
trivialidades humanas.
Tampoco se mira a Pablo aprovechando
la ocasión para generar doctrinas nuevas haciendo uso de sus apreciaciones ni
valiéndose de su apostolado para imponer ninguna cosa a título personal cosa que de todas formas no pasaba por su mente.
Su actitud nos da confianza, puesto
que sabe hacer la diferencia de aquello que le fue revelado con lo que es de su
propia evaluación, teniendo el cuidado de no hacer una mezcla que podría resultar
peligrosa atribuyéndose la Palabra de Dios a sí mismo o atribuyéndole al Señor
algo que Él no le ha dicho. Esa confianza se extiende de igual manera al
permitirnos observar que sus mandamientos no provienen de su propia humanidad,
sino que han sido sometidos bajo la tutela de Cristo.
“La Biblia plantea que Pablo se sentía el más importante de los apóstoles
recalcando su trabajo mayor que el de ellos y aún no consultándoles nada” 1°
Cor. 15: 10; Gal. 1: 15-17
1° Cor. 15: 10 “Pero por la gracia
de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes
he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios
conmigo.”
Gal. 1: 15-17 “Pero cuando agradó a
Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, 16
revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no
consulté en seguida con carne y sangre, 17 ni subí a Jerusalén a los que eran
apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.”
No cabe duda que Pablo resulta ser
el apóstol de mayor impacto para los judíos y por supuesto para los gentiles.
Su llamado y la revelación de que es objeto no le son dados a ninguno de los
otros apóstoles quienes tuvieron el privilegio de conocer, caminar, y escuchar
al Cristo encarnado y ser testigos del Cristo resucitado. Pablo es escogido por
Dios para mostrarle una dimensión mayor de su plan y de la revelación de
Jesucristo, al punto que aún a otros de los apóstoles les cuesta digerir todo
aquello que Pablo escribe. (2° Pedro 3:
16)
Sin embargo, Pablo no toma la
actitud de considerarse mayor ni mejor que ninguno de los apóstoles; más bien
habla claramente en el versículo que ha sido la gracia de Dios en él lo que ha
producido el embalaje de trabajo que ha hecho. Es a todas luces mayor que lo
que han hecho los otros apóstoles, pero no se lo atribuye a su capacidad ni
potencial humano en ninguna forma.
Igualmente, Dios no lo llevaría al
nivel de revelación que le tenía preparado, valiéndose de los apóstoles, sino
en forma directa. Esta es la decisión de Dios y no la de Pablo. ¿Por qué?
Porque sus características, condiciones de formación y corazón, eran
especialmente particulares para Dios, cosas que los otros apóstoles no poseían ni
se hubiesen encontrado en la posición de comprender como leemos en Hechos.
Tal es el mensaje que recibe Pablo,
que trece de las veintiuna cartas apostólicas son de su autoría (el que más se
le acerca es Juan con tres), la extensión del terreno físico que cubrió,
trasciende a la imaginación moderna según los sistemas de comunicación y
transportes de la época; su experiencia y fusión con Cristo está fuera del
experimentado por los demás apóstoles, en fin, si había alguien que podría
gloriarse en la carne por su nivel académico era Pablo, si había alguien que se
podría gloriar en las cosas del Señor por lo que recibió o lo que hizo, era él.
Pero increíblemente no lo hizo. Lo que escribe en el pasaje en cuestión no es
una forma de gloriarse sino un testimonio de lo que le ocurrió y aclarar su
fuente.
Hay respaldo en la Palabra para ver
realmente la forma en cómo ellos se trataban y aún se respetaban entre sí.
Gálatas 2: 9 y 10
La prueba más contundente de lo que
en realidad había en el corazón de Pablo en comparación con los demás
apóstoles, son sus mismas palabras: 1° Cor. 15: 9; Ef. 3: 8.
Continuará…