domingo, 29 de mayo de 2022

Las “tres partes” del hombre 36° Parte

Las “tres partes” del hombre 36° Parte

Continuación…

Leemos en Génesis que Dios le dijo al hombre que moriría el día que comiera del árbol prohibido. Sin embargo, el hombre comió de él y no murió. ¿A qué muerte se refería Dios? A la de su alma.  Más el hombre comió, pero continuó viviendo. Su alma que es él, continuó en su cuerpo totalmente activa. Sin embargo, el pecado la ató a la condenación que decreta ineludiblemente estar separado de Dios que es la Vida, pero por siempre.

Hay una forma de muerte que experimenta el hombre en esta vida, viviendo separado de Dios que es la Vida. La Palabra insiste que estábamos muertos en delitos y pecados y Jesús hace referencia de esa realidad (“dejen que los muertos entierren a sus muertos” Mateo 8: 22; Lucas 9: 60). Esta se refiere a la habilidad del espíritu que nos conecta con Dios. Esa es la que se “apaga” por el pecado y quedamos muertos para Dios que es una forma de estar separados de Él. No obstante esta no está "contabilizada" bíblicamente como una de las 2 muertes que podría sufrir el hombre.

Más hay una muerte definitiva de separación eterna de Dios la cual la Palabra denomina como la muerte segunda y esa en verdad que es seria (Apocalipsis 21: 8). ¿Por qué muerte segunda? La del espíritu (esa inhabilitación que le produce el pecado) no es considerada muerte del hombre en sí porque el espíritu no es el hombre, solo que su inhabilitación incomunica al hombre con Dios. De lo contrario serían tres muertes y no dos como ya dijimos que son las que establece la Palabra, pues la otra se refiere a la muerte física (separación del alma de esta dimensión). Entonces si comprendemos bien y llevamos una buena línea interpretativa, el alma (que es el hombre) puede experimentar únicamente dos muertes. La separación de esta dimensión física (el mundo de los vivos) y la separación eterna de Dios (la Vida como tal). Ambas son separación de vida.

El pecado separa al hombre de su comunión con Dios inhabilitando el espíritu desde el momento mismo en que se consuma. Esto lo incapacita para relacionarse con Él según hemos analizado. Sin embargo, el pecado no hace que el espíritu abandone al hombre, de lo contrario el hombre moriría físicamente de inmediato, ni tampoco mata al espíritu, es vida pura y nadie puede matar a la vida, solo inhabilita su función de darnos conciencia de Dios y de la eternidad, se mantiene en el hombre ya no plenamente activo como estuvo antes que pecara.

Continuará…


domingo, 22 de mayo de 2022

Las “tres partes” del hombre 35° Parte

Las “tres partes” del hombre 35° Parte

Continuación…

Acá tenemos la segunda mala forma de entender la doctrina de la Palabra.

Si el alma es inmortal… ¿a qué se refiere “el alma que pecare esa morirá”?

Cuando la Palabra de Dios plantea la muerte del alma es porque ella también posee una forma de vida que no es ni representa a nada de esta dimensión natural y física. Esta vida no es la que hace vivir al cuerpo, cosa que solo puede hacer el espíritu.

Tome en cuenta que si no tenemos problema de comprender que el alma es el hombre, no se nos hace embrollo leer este versículo porque sabemos que como seres humanos pecadores tenemos que morir. (la paga del pecado es muerte… Romanos 6: 23)

Pero vamos a desmenuzar más ámpliamente lo que encierra el pasaje.

Primeramente, entendamos de manera llana que la muerte es en esencia la separación de la vida. Todos sabemos sobre la muerte física. Es el cese de la vida en este mundo y la misma se aplica al cuerpo. Es lo que nos sucederá a todos los vivos. Nuestro cuerpo debe morir y regresar al polvo de la tierra pues de allí fuimos tomados. Esa muerte está decretada para todos y cada uno de los seres humanos. (está establecido para el hombre…. Hebreos 9: 27) Entonces la primera muerte que experimentará el hombre es la de su carne. Es separado de la vida como ser humano. Pero la muerte del hombre según la Escritura tiene no una sino dos aplicaciones.

Según la biblia, otra muerte o separación de la vida tocará al alma que expresamente experimentará el perdido.

Pero ¿De qué se trata o en qué consiste esa muerte?

Continuará…


domingo, 15 de mayo de 2022

Las “tres partes” del hombre 34° Parte

Las “tres partes” del hombre 34° Parte

Continuación…

Muchos dicen que esta actividad registrada luego de la muerte es solo una narración que da el Señor; nada literal. Pero si eso fuera así, las experiencias de otros e inclusive del mismo Señor experimentando actividad luego de haber sido decretados muertos en esta dimensión y sepultados, demuestran que Jesús no contaba un cuento.

Si usted es de los cree que al morir se termina todo, ignora la Palabra. Cristo no hubiese hablado de estas cosas; no habría venido más que a contarnos como tener un buen vivir en esta tierra y asunto terminado. De hecho, a nada habría venido si fuera solo eso. A salvarnos de qué si ya solo esta vida es pesada y “un infierno” para muchos.

Si la actual fuera toda nuestra existencia, entonces ¿con qué fin el hombre intenta ser bueno? ¿Qué diferencia habría de vivir haciendo el bien o el mal? ¿Por qué le teme tanto a la muerte? ¿Para qué sigue un código de vida? Como decía el apóstol Pablo: “pues entonces comamos y bebamos que mañana moriremos” (1ª Corintios 15: 32)

¿No le parece que es vacía la existencia si todo termina “a la vuelta de la esquina” cuando morimos?

Millones viven de esta forma, pero saben muy en lo profundo de ellos mismos que algo no calza con lo que en sus mentes dan por un hecho.  De lo contrario ¿Para qué tienen un código moral? ¿Solo para no ir a la cárcel? Parece absurdo.  ¿Por qué lloran a sus muertos?… no existen, ¡Tan solo se desvanecieron! …

Es hasta ilógico pensar y vivir así.

El rico de la historia del Señor vivió de esa manera y nunca imaginó donde alzaría sus ojos. Fue demasiado tarde. Que no lo sea para usted.

Ahora bien, saltarán los “teólogos” con el pasaje que dice: “El alma que pecare esa morirá

Continuará…


domingo, 8 de mayo de 2022

Las “tres partes” del hombre 33° Parte

Las “tres partes” del hombre  33° Parte

Continuación…

“Polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3: 19). Así que el cuerpo del hombre hecho del polvo de la tierra, regresa a la tierra a seguir siendo polvo. Nuestra carne que luce como tal mientras estamos vivos, de nuevo se convertirá en aquel elemento material que le dio forma. Vemos aquí entonces tanto el origen como el destino del cuerpo físico.

Por su parte, el espíritu que hizo del hombre un ser viviente, sale de él y regresa a Dios que es la Vida (Eclesiastés 12: 7 “El espíritu vuelve a Dios quien lo dio”. “Dios es el Dios de los espíritus de toda carne” Números 16: 22. Simple, su origen está en Dios y su destino es Él. No hay más.

En cuanto al alma que es el hombre en esencia, habiendo habitado un cuerpo físico sale de él y continúa viva experimentando ahora otra dimensión pues no cesa funciones. Tiene uno de dos destinos. Y aunque como todo debía volver naturalmente al lugar de su proveniencia que es Dios, y es lo que Dios anhela, aquí interviene la voluntad que Dios respeta, la del hombre, por eso existe en juego otro destino; la de los perdidos. (Apocalipsis 6: 9; Lucas 9: 56; Salmo 16: 10; Hechos 2: 27 - No dejarás mi alma en el Seol o Hades)

Y ya que lo tocamos…, ¿qué es el Seol? Se describe comúnmente como el lugar de los muertos. Acá se genera -como si no bastaran- otro de los grandes problemas del mal entender la doctrina de la Palabra. Muchos deducen que se refiere al sepulcro o tumba donde es colocado el cuerpo. Pero en Éxodo cuando hubo la rebelión de Coré, tanto él como Datán y los demás que se rebelaron fueron tragados por la tierra y descendieron vivos al Seol junto a sus posesiones y familias Números 16: 32 y 33. Que yo sepa allí no había ninguna tumba, sepulcro, ni se suscitó el hecho en un cementerio. 

Y hay más, pues se supone que cuando alguien es colocado en el sepulcro ya está muerto, es decir no puede ver, hablar, sentir, pensar, etc. en su cuerpo pues ya no está en él. Si el Seol es la tumba entonces Cristo se equivocó cuando habló del rico y Lázaro. Él dijo que en el Seol el rico alzó sus ojos Lucas 16: 23. ¿¿¿???... ¿Pero no estaba muerto ya? O ¿es que lo enterraron vivo? Su cuerpo ya había muerto y fue colocado en un sepulcro, pero su alma que no había muerto, ahora experimentaba completamente viva y consciente otra realidad. Iba al lugar de los que habían dejado esta dimensión para ingresar a otra. Ése es el Seol o Hades.

Continuará…


domingo, 1 de mayo de 2022

Las “tres partes” del hombre 32° Parte

Las “tres partes” del hombre  32° Parte

Continuación…

En otro momento futuro si Dios nos lo permite analizaremos esa doctrina errónea que creen millones de cristianos que sí la aceptan, producto más bien de la ambigüedad de ciertos pasajes bíblicos que por no contextualizarlos debidamente y equipararlos con toda la Escritura, terminaron generando un engaño creído y hasta defendido por algunos grupos. Eso sucede porque no ven el cuadro completo y se centran en secciones del mismo.

Sigamos.

Fíjese a lo que nos ha llevado este mal entender la Palabra de que nosotros somos espíritus pues le dio lugar a falsedades como el espiritismo. Si comprendemos la doctrina de la Palabra de Dios enseñándonos que no existen espíritus de seres humanos, las personas serían libres de engaños pues los espiritistas perderían su tiempo diciendo que invocan a alguien.

Si usted piensa que invocar a algún muerto este vendrá, ni crea que acudirá el tal; no puede ni existe tal cosa. Los que sí acudirán son demonios engañadores haciéndose pasar por hombres de eso puede estar seguro, y Dios aborrece y condena duramente esas prácticas. La invocación de seres de las tinieblas incluyendo al diablo es un gran pecado (Levítico 20: 27; Deuteronomio 18: 11 y 12).

¿Qué dice la biblia de lo que le ocurre a cada parte una vez que el hombre fallece o termina su paso en esta existencia física?

Ya lo mencionamos, pero veámoslo en detalle.

Continuará…