Versículos…
¿controversiales? 2° parte
Escrito autóctono
Continuación…
No llamo “versículos controversiales”
a pasajes bíblicos, queriendo dejar en el lector la idea de que existe
contradicción bíblica entre ellos. La biblia es el libro más confiable que
pudiésemos leer. Sin embargo, expresa cosas que tomadas someramente puede
llevar a muchos al error, no porque Dios halla tenido esa intención sino porque
en definitiva la biblia es un libro de códigos que deben descifrarse con una
llave: El Espíritu Santo, sin el cual es inútil tratar de acceder a su
revelación.
La biblia es el único libro que
puede comunicarse con el lector en tiempo real como ningún otro escrito en toda
la literatura humana ya que posee un adn de vida que se entiende con el adn de
vida del hombre (su espíritu). Eso anula cualquier intento de accederla por
medios gráficos o académicos cual si fuere un libro de texto corriente. No
quiere decir que esté mal su enseñanza en institutos o similares de ninguna
manera, sino que al menos quienes la reciben de esa manera, deberían tener
claro para sí mismos haber sido “descodificados” por el Espíritu para
comprenderla.
No me lo invento, la Escritura
recalca que el hombre natural no percibe las cosas del Espíritu pues han de
discernirse de manera espiritual. (1°
Corintios 2: 14) Por eso para el hombre común es locura. Lo sorprendente y lamentable es que lo sea para
muchos disque creyentes también. Jesús dijo que el Espíritu Santo nos enseñaría
todas las cosas y que nos recordaría sus Palabras (Juan 14: 26).
Eso deja por sentado entonces que una
mala interpretación solo tiene lugar únicamente cuando el Espíritu no ha tenido
participación.
He colocado signos de interrogación (¿?)
a “controversiales” en el título, para dar a entender que realmente los
versículos no lo son; nosotros los hombres en nuestra carnalidad somos quienes
hemos confundido y complicado la cosa.
Millones participan de movimientos
eclesiales donde practican como su forma de organización las jerarquías, en que
unos están por encima de otros y en donde el caudillismo es la norma. Estos
movimientos funcionan como una pirámide; es decir, hay líderes principales y
muchos que les siguen y les sirven, quienes a su vez están liderando a otros que
les siguen y les sirven hasta llegar a la base de la pirámide: los feligreses
comunes.
Eso evidentemente y conforme los estudios
realizados, ya sabemos que no refleja a la iglesia de la Palabra de Dios.
Tales movimientos se respaldan en
pasajes bíblicos para hacer lo que hacen interpretándolos a su favor sin dejarse guiar por el espíritu
de la Palabra.
Pero
sabemos que el análisis de un pasaje de la Palabra de Dios no debe hacerse de
manera aislada porque terminamos malinterpretando y torciendo la verdad. Hay
que tener la panorámica general para comprender cada versículo planteado.
Revisémoslos entonces.
Muchos opinan que “la Palabra establece rangos jerárquicos en la casa de
Dios” por lo que dice el siguiente pasaje:
1° Cor. 12: 28 “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente
apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego
los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas.”
Si
vemos claramente en el Nuevo Testamento, tanto la enseñanza de Cristo como la
práctica de los apóstoles y la vida de la iglesia, la dinámica congregacional
de los hermanos se desarrollaba sin jerarquías ni posiciones de mando. El único
Señor y Cabeza de la iglesia y que tiene el mando es Cristo. Esto es la verdad
contundente que debería ser vida práctica en la iglesia hoy. La Palabra no menciona más cabezas en la
iglesia, solo Cristo.
Esto
ha significado menudo problema en la iglesia por los últimos 17 siglos que se
ha legado por generaciones y de un movimiento a otro. Hoy prácticamente no
vemos uno solo de los movimientos modernos de iglesia llámese como se llame que
no funcione bajo el concepto de las jerarquías y a todos les parece el asunto
como lo más normal y hasta “lo ven” en la Palabra de Dios. ¡Que pésimo mal que no ha hecho más que dar
lugar a dependencias insanas de muchos para con unos pocos, creyendo que Dios
dispuso un clero que se entendiese de sus cosas y una mayoría de simples
feligreses que vinieran a recibir su ministración! Los diferentes movimientos
únicamente cambian sus nombres y liturgias, pero la forma se mantiene como una
copia en todos.
Veamos
el pasaje.
¿Por
qué esta aparente organización posicional? Le digo la verdad. Nosotros queremos
ver organización posicional en ese pasaje, pero no hay tal.
Note
que los primeros a considerar son los apóstoles. ¿Por qué?
La
razón es porque fueron ellos los receptores iniciales de la doctrina de Cristo.
No hay que ser erudito para darse cuenta. Si había quienes podrían transmitir las
enseñanzas del Señor con la mayor exactitud, eran sin duda alguna ellos porque
la recibieron directamente de Él. Además no sólo habían estado con Cristo, sino
que habían tenido acceso a los misterios del reino más que nadie (Mateo 13: 11). Ellos son los que se
levantan desde Pentecostés a continuar la obra del Señor con el mensaje
recibido, siendo respaldados con muchas señales y prodigios. La iglesia
persevera y crece entonces a partir de la doctrina de los apóstoles la cual les
fue impartida por el mismo Señor. (Hechos
2: 42). Por eso se resalta que a los discípulos se les llamó cristianos, no
“apostoleanos”. Los apóstoles transmitían lo que se les había dado pero no
estaban formando un movimiento circundante a ellos, ni lo pretendieron nunca.
Todo circundaba a Cristo.
¿Por
qué los profetas son los segundos?
En
el plan de revelación de Dios para que su iglesia se edificara, estuvieron los
profetas. Estos reciben de manera sobrenatural por el Espíritu Santo el
conocimiento de la Palabra y de los eventos futuros. Por decirlo de manera
entendible, los apóstoles compartían lo recibido, los profetas no solo lo reafirmaban
sino que extraían de la revelación su máximo provecho profundizando en su
contenido. Pero es importante recordar que en el contexto del Nuevo Testamento,
la función del profeta era vital puesto que no existía el canon completo de la
Escritura y la revelación que tenían o habían recibido los apóstoles no era muy
fácil de comprender o asimilar inclusive. Note las palabras del apóstol Pedro refiriéndose
a la doctrina que comparte el apóstol Pablo como “difícil de entender” (2° Pedro 3: 16). Entonces los profetas en
el buen ejercicio de su función, ayudaban a la iglesia a encaminarse por la
senda correcta. En definitiva ambas funciones, tanto el apostólico como el
profético fueron complementarios en la vida de la iglesia.
¿Qué
sucede hoy? La revelación está completa pues la Palabra de Dios está presta. La
labor profética entonces se comprende dentro del plano del conocimiento tanto
para la interpretación de la Palabra de Dios, la enseñanza y la predicación así
como para tener por el Espíritu un conocimiento previo sobrenatural de
situaciones de personas individuales o inclusive eventos futuros cercanos. Pero
es importante aclarar que estos hermanos no poseen un misticismo extraño ni
mucho menos religioso como lo muestran muchos llamados profetas modernos hoy,
quienes toman ciertas actitudes o poses para demostrar su supuesta unción. Los
profetas de verdad, son hermanos comunes profundamente relacionados con el
Señor, que han sido dotados por el Espíritu, por cuya obra operan en humildad y
poder del Señor. Quienes les miran por primera vez no notarían nada fuera de lo
normal en ellos ni sabrían lo que hacen pues no se andan auto-publicitando ni
mucho menos pidiendo ser reconocidos. La realidad es que tampoco están por
ellos, sino únicamente por el interés del Señor. Esa es su función.
Maestros.
¿Por qué terceros?
Continuará...