domingo, 30 de mayo de 2021

¿Queréis iros también vosotros? 3° Parte

¿Queréis iros también vosotros? 3° Parte

Continuación…

No me agradan las personas que se mantienen años con lo mismo sin madurar. Sé que deben darse los tiempos adecuados, pero hay muchos a los que el tiempo hace rato se les pasó.

Debemos avanzar al siguiente nivel. Al Señor no lo comprometió el “qué dirán” o cómo reaccionarán. Les habló; punto! Sabía que ya era el momento. Sabía que no lo recibirían muy bien, pero tenían que escucharlo.

Su pregunta: “¿queréis iros vosotros también?” muestra un grado inclusive de decepción en el Señor por como los que le seguimos nos tomamos las cosas someramente. Pareciera que nos se nos puede decir nada con la claridad del caso porque reaccionamos como niños malcriados.

Decimos estar hambrientos de Él y necesitarlo pero quizá más bien estamos enamorados del grado de confort que solo nos puede producir.

Pero deben decirnos la verdad. Aunque no nos guste. Alguien debe atreverse a dejarnos ver nuestra realidad. No debemos ser malagradecidos con todo lo que Dios nos ha dado y de pronto solo darle el espaldarazo como si nada. ¡Qué actitud más irrespetuosa, inclusive! ¿Pero acaso no vemos que la verdad pretende nuestro bien?

Muchos reflexionan para mal en lo que se les quiere compartir para bien. El paternalismo no va con Dios. Él es el buen Padre.

Para la gente era muy fácil seguirlo y desentenderse; al fin, él podía darles de comer  milagrosamente siempre.  Pero no era ese el plan de Dios. El paternalismo nos hace daño.  Lo mismo nos pasa hoy. Contentos de saber que ya no estamos bajo un sistema controlador, pero la verdad es que tampoco estamos en una “fiesta vacacional todo incluido”. Fuimos llamados a dejar las insanas dependencias y ahora sí a funcionar en el cuerpo. Cualquiera que siga pensando en quién está por él, verdaderamente se equivoca creyendo que acá se sigue con lo mismo.

Cada quien corre por su cuenta ahora, cada quien es responsable ante el Señor en su funcionar en la casa del Señor.

Continuará…


domingo, 23 de mayo de 2021

¿Queréis iros también vosotros? 2° Parte

¿Queréis iros también vosotros? 2° Parte

Continuación…

Por bonitas y ordenadas que nos parezcan las cosas… debemos cuestionarlas.  Finalmente no es por lo ordenado que esté todo por lo que vinimos o fuimos llamados, sino por el señorío total y real de Cristo sobre su casa.

Si seguimos insistiendo en lo nuestro, plástico es todo lo que podemos producir. La vida le pertenece a Él porque Él es la Vida.

Al final fue exactamente la conclusión a la que llegaron los discípulos del Señor en aquel incidente que mermó el número de seguidores del Señor importantemente… La Vida que tenía el Señor que no la encontraban en ninguna otra parte.

Y nótelo… de 10,000 o más que pudo alimentar literalmente el maestro con sus milagros de multiplicación y que acudían a escuchar sus enseñanzas por doquiera se encontraba y le buscaban, quienes le siguieron fielmente hasta el final resultó en un número alrededor de 500 cuando Él partió.

Así que el Señor le habló a miles, multitudes, muchedumbre, sanó así mismo a incontables, pero quienes resistieron hasta el final tan solo fue un pequeño grupo. Pero ojo… ese grupo produjo cosecha abundante.

Quizá es eso lo que perdemos de vista en nuestro anhelo de sostener a la gente para que se mantengan aunque sea en formas que ya no corresponden.

Las personas tarde o temprano deben saber la verdad o se verán confrontados por ella y ser llevados a un punto de decisión en sus propias vidas y de sus costumbres o tradiciones.

Mejor que sea temprano, ¿no le parece?

Al fin, la doctrina no es nuestra, es de la Palabra. Al fin el que es del Señor permanecerá y el que se va ya regresará si lo que quiere es Vida, porque fuera del Señor no la encontrará.

Continuará…


domingo, 16 de mayo de 2021

¿Queréis iros también vosotros? 1° Parte

¿Queréis iros también vosotros? 1° Parte

“Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?” Juan 6: 67

Le tocó al Señor… un momento en que reveló la seriedad que representaba su mensaje y la dinámica del compromiso que adquirían los elegidos por el Padre…  y muchos ya no quisieron seguirle…

Parece que nos gusta solo lo bonito, lo que suena bien, lo que es placentero, lo que no interfiera con lo que ya somos o tenemos, lo que no nos confronte… , todo está bien mientras nos hablen de lo que queremos escuchar y de lo que más nos justifique.

Pero cuando viene el tiempo del lado serio de la verdad, no nos gusta.

Nos encanta la bendición, pero no el precio a pagar. Queremos todo lo gratuito que Dios da pero no el deber.  Que llenen nuestros vientres y hasta allí estamos contentos.

Inclusive he notado indicios de ello en el blog; todos abiertos a dilucidar revelación pero cuando nos ha tocado exponer nuestras costumbres a la luz de la Palabra, costumbres que todavía guardamos y protegemos con recelo, hemos perdido a muchos de nuestros lectores.

Algunos dirán que somos muy radicales o inclusive intolerantes… pero no podemos ocultar la verdad o la verdad que hemos comprendido en toda su extensión (con lo que nos gusta y con lo que no). A  algunos les parecerá que es nuestra verdad, pero  de serlo, ¿no son intolerantes quienes no pueden caminar con quienes les dicen cosas que les suenan fuertes y pueden ser muy ciertas?

Porque lo que hemos dicho no lo decimos para desanimar sino para llamar a la reflexión y dar espacio al cambio que nos es tan necesario.

Comprendemos que son procesos y que no todos avanzarán igual, pero en definitiva todos hemos sido llamados a sopesar nuestras costumbres y a dejar aquello que propicie en alguna medida o en mucho el manejo de cualquier cosa en la casa del Señor por parte nuestra o la dependencia de unos para con otros y no Cristo.

Continuará...



domingo, 9 de mayo de 2021

La Radicalidad (9° y última parte)

La Radicalidad (9° y última parte)

Continuación…

El Poder del evangelio hoy más que nunca cambia vidas y el reino de las tinieblas retrocede ante la iglesia genuina del Señor. Hay una batalla encarnizada pero nuestras armas son poderosas en Dios para destruir fortalezas (2° Corintios 10: 3-5)

Una vez más Dios pregunta ¿quién está de su lado? (Éxodo 32: 25 y 26), porque el juicio se avecina.

Dios llama a su pueblo a humillarse ante Él y Él sanará nuestra tierra (2° Crónicas 7: 14) Ese es el camino. No con fuerza sino con su Espíritu (Zacarías  4: 6).

Una vez más los radicales juzgan al mundo con sus vidas (1° Corintios 6: 2), sus santas acciones lo condenan (Hebreos 11: 7). Nadie podrá presentarse ante Dios diciendo “no pude”, porque los radicales pudieron afrontando exactamente y estando bajo las mismas circunstancias.

No es pareciendo cristiano, se debe serlo. Pero no se puede ser plásticamente.  No es compatible con la Vida. Se es o no. Sin mezclas ni adiciones de ninguna especie. O se tiene y por ende Cristo es visible, o es simple retórica, muerta, sin la Vida de Dios.

Hoy de nuevo como ya sucedió en el pasado, la realidad es el crisol en que se purifica y revela el oro y deja expuestas las impurezas.

Hoy Dios entresaca a los suyos de en medio del mundo porque estos son la prometida de Cristo, aquella por la que Él regresa pronto.

No hablo de la que todo mundo llama iglesia cualquiera sea su "apellido"…, hablo de los que son como Él.


Fin


domingo, 2 de mayo de 2021

La Radicalidad (8° parte)

La Radicalidad (8° parte)

Continuación…

Los hermanos del primer siglo huían si tenían la posibilidad cuando veían peligrar sus vidas más extendiendo el evangelio por donde llegaban. No callaban bajo ninguna circunstancia. Lo hizo Pablo quien aprovechó las falsas acusaciones y los juicios a los que era sometido como estrategia para llevar el mensaje del evangelio hasta las más altas esferas.  Nadie se expuso a quienes les odiaban o querían asesinarles por el simple hecho de hacerlo con el fin de convertirse en mártires. Eso tampoco tiene razón de ser. Si se tiene la oportunidad de escapar ha de hacerse y salvar a más almas. Si se es atrapado ha de afrontarse en lo que Dios disponga.

Jesús aclaró que no debíamos necesariamente quedarnos callados (Mateo 10: 19 y 20) o lo que es lo mismo agachar la cabeza. Por supuesto no se trata de decir lo que se nos ocurra ni mucho menos abrir la boca para maldecir a quienes nos maltratan, pues no es la forma del amor evidentemente (Mateo 5: 44). El Señor dio claras instrucciones de lo que debemos hacer al ser sometidos a situaciones como estas.

Así que ya tenemos el mandamiento y cómo afrontar las circunstancias adversas si vinieren.

Es la radicalidad de la que hablo.

¿Es la radicalidad que usted muestra en su vida, en sus cosas y frente al mundo?

En la época actual en la que vemos tanta maldad por todas partes, tanto libertinaje, tantos valores literalmente pisoteados llamando a lo malo bueno y a lo bueno malo (algo que ya nos advirtió la Palabra que veríamos), ella nos recuerda que por cuanto abundó la maldad, sobreabunda la Gracia (Romanos 5: 20). Eso quiere decir que el propósito de Dios está más activo que nunca, su Poder no se ha acortado, su Salvación es más poderosa, visible y disponible, su reino sufre violencia y es arrebatado por los valientes.

Continuará…