La Voluntad de Dios para mi vida (26°
Parte)
Escrito autóctono
Continuación…
Lucas 22: 42 “…diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí
esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”
No existe aquí una oración para conocer la Voluntad de Dios, el Señor ya
la sabe. Entendamos la oración la cual tampoco es una muestra de duda en ir o
no a la cruz en ningún momento. Lo parafraseo así: “Padre, esta copa es
demasiado amarga (la copa de la aflicción que se le avecinaba), aunque
humanamente no quisiera tomarla, la beberé porque es lo que Tú quieres.”
Es una oración muy humana en efecto, muy a lo que Él está sintiendo en
ese momento en su estado humano y sabe lo que tendrá que padecer, pero es
obediente a pasar tan terrible sufrimiento porque el Padre así lo dispuso para
ambos. Ni Él ni el Padre se niegan a tal sacrificio de amor conste, el Hijo
frente al martirio, y el Padre frente a presenciar dicho martirio de quien más
ama aunque es inocente. Es un precio enorme aún para ellos, pero ambos deciden
padecer por amor. Recordemos… el verdadero amor es sufrido.
De nuevo, las palabras del Señor dejan ver que en su humanidad Él toma
su propia voluntad y la encarrila a la del Padre tal como lo ha hecho toda su
vida y ahora más que nunca. ¡Esa es una enseñanza puntual para nosotros!
Hechos 22: 14 “Y él
dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad,
y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.”
Si continuamos leyendo este pasaje de la conversión de Saulo donde narra
el mismo lo que le pasó hasta el verso 21 y lo comparamos y lo que se lee en el
capítulo 9: 4-6 donde aparece el evento
como tal pero contado por Lucas el escritor de Hechos, nos damos cuenta que
Dios responde casi en su totalidad a la pregunta de Pablo de para qué lo quería
(qué quería que hiciera) por medio primero de Ananías y luego de manera más
clara por medio de un éxtasis que experimenta posteriormente.
Sin embargo Saulo luego de saberlo, no corre a tomar decisiones para
aligerar el proceso para que eso sucediera lo antes posible, ni se le ve
pidiéndole a Dios que le muestre ya a dónde debe ir para cumplir su Voluntad,
sino que en forma sumisa se dispone humildemente -como debe ser- al tiempo que
Dios tuviese establecido sea cual fuere pues aunque conoce de antemano la
Voluntad de Dios, definitivamente tiene mucho que asimilar y también que “desaprender”,
y en verdad que pasan casi 20 años para su llamado formal. Mientras, estuvo
viviendo vida de iglesia y siendo formado, creciendo en el conocimiento del
Señor y de acuerdo a lo que Dios le mostraba. Luego de todo ese proceso previo,
él no lo pide, Dios es quien ordena que inicie en el momento preciso. Estaba
viviendo en la Perfecta Voluntad de Dios todo ese tiempo sin tener que buscar ni
pedir nada, aunque conociera para qué lo quería Dios. ¡Es impresionante!
Continuará…