domingo, 29 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (26° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (26° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Lucas 22: 42…diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
No existe aquí una oración para conocer la Voluntad de Dios, el Señor ya la sabe. Entendamos la oración la cual tampoco es una muestra de duda en ir o no a la cruz en ningún momento. Lo parafraseo así: “Padre, esta copa es demasiado amarga (la copa de la aflicción que se le avecinaba), aunque humanamente no quisiera tomarla, la beberé porque es lo que Tú quieres.”
Es una oración muy humana en efecto, muy a lo que Él está sintiendo en ese momento en su estado humano y sabe lo que tendrá que padecer, pero es obediente a pasar tan terrible sufrimiento porque el Padre así lo dispuso para ambos. Ni Él ni el Padre se niegan a tal sacrificio de amor conste, el Hijo frente al martirio, y el Padre frente a presenciar dicho martirio de quien más ama aunque es inocente. Es un precio enorme aún para ellos, pero ambos deciden padecer por amor. Recordemos… el verdadero amor es sufrido.

De nuevo, las palabras del Señor dejan ver que en su humanidad Él toma su propia voluntad y la encarrila a la del Padre tal como lo ha hecho toda su vida y ahora más que nunca. ¡Esa es una enseñanza puntual para nosotros!

Hechos 22: 14Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.”

Si continuamos leyendo este pasaje de la conversión de Saulo donde narra el mismo lo que le pasó hasta el verso 21 y lo comparamos y lo que se lee en el capítulo 9: 4-6  donde aparece el evento como tal pero contado por Lucas el escritor de Hechos, nos damos cuenta que Dios responde casi en su totalidad a la pregunta de Pablo de para qué lo quería (qué quería que hiciera) por medio primero de Ananías y luego de manera más clara por medio de un éxtasis que experimenta posteriormente.

Sin embargo Saulo luego de saberlo, no corre a tomar decisiones para aligerar el proceso para que eso sucediera lo antes posible, ni se le ve pidiéndole a Dios que le muestre ya a dónde debe ir para cumplir su Voluntad, sino que en forma sumisa se dispone humildemente -como debe ser- al tiempo que Dios tuviese establecido sea cual fuere pues aunque conoce de antemano la Voluntad de Dios, definitivamente tiene mucho que asimilar y también que “desaprender”, y en verdad que pasan casi 20 años para su llamado formal. Mientras, estuvo viviendo vida de iglesia y siendo formado, creciendo en el conocimiento del Señor y de acuerdo a lo que Dios le mostraba. Luego de todo ese proceso previo, él no lo pide, Dios es quien ordena que inicie en el momento preciso. Estaba viviendo en la Perfecta Voluntad de Dios todo ese tiempo sin tener que buscar ni pedir nada, aunque conociera para qué lo quería Dios.  ¡Es impresionante!

Continuará…

domingo, 22 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (25° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (25° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Ya en el Nuevo Testamento no se ve a nadie del pueblo del Señor intentando consultar a Dios por ningún medio. Tienen a Cristo. Interesantemente el escritor de Hebreos dijo en forma puntual: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,…” (Hebreos 1: 1 y 2).  Aunque los había, el ministerio profético en el Nuevo Testamento toma una nueva dimensión y ya nadie lo utiliza para consultar nada acerca de Dios. Eso es así porque ya existe la Palabra revelada que es Cristo (el logos o Verbo encarnado) y en Él se encierra ahora todo el mensaje que debíamos conocer. El Espíritu Santo es el Maestro quien enseña al pueblo del Señor por medio de sus dones. La revelación nueva que se da es referente a la vida de la iglesia. Dios también añadirá detalles adicionales a la revelación de finales de los tiempos por medio de algunos de los apóstoles reuniendo así todo lo necesario que debíamos saber en lo que hoy conocemos como las Sagradas Escrituras que leemos. La revelación está completa. Ella responderá cualquier pregunta o consulta que tuviéramos. Y así es como logramos conocer la Voluntad de Dios pero para vivir en ella.

Ya analizamos personajes bíblicos. Leeremos ahora pasajes de la Palabra que refuerzan el argumento que venimos viendo: que nadie en las Escrituras estuvo buscando nunca la Voluntad de Dios como algo que tuviese que venirle ni alguna que tuviere que indagar para su vida en particular.

Salmo 143: 10Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.”
Son interesantes las palabras del salmista David por lo que expresan. Algunos podrían decir que aquí se ve claramente una petición por conocer la Voluntad de Dios personal pero nada más lejos de eso. En realidad más bien denotan claramente que el salmista está consciente de esa Voluntad como una realidad patente y que está ya presente en la que necesita ser enseñado por el mismo Dios definitivamente (y quién mejor que Él si es su asunto). David no está pidiendo a Dios que le revele su Voluntad como algo que está oculta o de nuevo algo personal. Note que no dice “muéstrame tu Voluntad”, nunca lo dice de hecho sino “quiero aprender a hacerla” que es muy diferente, es decir un código que ya tiene a la mano pero necesita la dirección para vivirlo, eso sí.

Solo una vez por cierto dijo: “muéstrame Señor tus caminos…” (no tu voluntad) y esto significa de hecho que los consideraba escondidos, más requiere verlos y ser guiado en ellos por el Señor.

Continuará…

domingo, 15 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (24° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (24° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Y no hemos tocado otros interesantes casos como el de Ester, Ruth, Salomón, Jeremías y muchos más que nunca procedieron a buscar Voluntades personales o particulares de Dios, ni preguntando nada.

Así que este viaje por las experiencias de esos grandes hombres y mujeres de Dios, nos da una visión muy amplia de cómo funciona la Voluntad establecida de Dios y nuestro accionar frente a ella.

Alguien podría decir en todo esto muy certera y justamente que nadie busca algo si sabe dónde está. Pero eso no es del todo cierto. Nadie busca naranjas en un árbol de higos, se buscan donde se sabe que están. Si alguien anda buscando la Voluntad de Dios, tenemos una fuente inequívoca de ella disponible.

Le digo una vez más, aún así, si es que existe una Voluntad de Dios particular y exclusiva para nuestras vidas en alguna parte, no veo a nadie en la Palabra tratando de averiguarla o preparándose en forma alguna para cuando le sea revelada. Sea esa o no, La Voluntad de Dios siempre alcanzó a sus siervos y ellos se sometieron a obedecerla sin preguntar, cuestionar o condicionar nada.

Tampoco la Voluntad de Dios estuvo dependiente de tomar alguna dirección diferente porque fuera obligada a desviarse debido a las circunstancias que se presentaban de camino como si a Dios -de nuevo recalco- cualquier situación lo tomara por sorpresa.  No ha pasado ni nunca pasará tal cosa. Sencillamente la Voluntad de Dios se cumple por los siglos de los siglos y nosotros hemos de estar sumisos obedientemente a ella.

Como puede comprobar, no deberíamos andar averiguando cual es la Voluntad, Propósito o Plan de Dios para nuestras vidas; no tiene sentido ni razón de ser según lo vemos con las Escrituras.

Ahora bien, ¿qué tengo que responder respecto a los que consultaron o preguntaron al Señor cosas específicas? ¿Debo yo hacer lo mismo?

Si lo analizamos, las contadas veces que tiene lugar esa práctica, aparece solo en el Antiguo Testamento. Como mencioné, se habla principalmente de algunos reyes de Israel como David y Saúl entre uno que otro más y primordialmente a aspectos relacionados con la guerra. Pero también como una función de los Profetas a quienes acudían estos líderes o el pueblo. Moisés en Horeb como ya lo vimos, en fin, todo muy ocasional. Sin embargo y aún con esa realidad, nunca nadie estuvo buscando la Voluntad de Dios para su vida. Eso es un hecho.

Continuará…



domingo, 8 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (23° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (23° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

La iglesia en toda su historia descrita en Hechos jamás registra en ninguna parte la idea de desconocimiento de la Voluntad de Dios como para andar preguntándole qué debían hacer. Pero la pregunta es ¿acaso estaban claros de forma inequívoca acerca de ella? Evidentemente no, simplemente se dejan llevar en todo lo que Dios está haciendo que de por sí era maravilloso, y cuando son amenazados, no buscan dirección de Dios como para saber que debían hacer en esa circunstancia (Hechos 4: 27-30) solo se disponen una vez más para que Dios continúe haciendo lo que está haciendo por su buena Voluntad. Ellos estarían dispuestos sin importar lo que ello demandara o lo que sucediera. ¡¡Cómo me dejan perplejo mis hermanos!! Cuando algo de suma importancia debía dilucidarse, no toman decisiones por ellos mismos, el Espíritu Santo participa de manera activa y real entre ellos. Nunca se quejan de las injusticias a las que podrían ser sometidos y de hecho se verán sometidos, ni piden juicio contra sus enemigos. Y la Voluntad establecida de Dios seguía su curso.

Saulo de Tarso creía sin temor a equivocarse estar en la perfecta Voluntad de Dios persiguiendo a unos fanáticos a los que quería borrar de sobre la faz de la tierra. Él creía servir a Dios pero únicamente tenía una referencia religiosa de Él, no lo conocía.  Hasta que la Voluntad de Dios se le interpuso en el camino a Damasco y lo cambió. Y ¡vaya que lo cambió!, poniéndolo además en una situación más bien de peligro para su subsistencia desde ese momento y por el resto de su vida.

No veo en nada de lo que escribe ninguna recomendación a que oremos por conocer una particular Voluntad de Dios para nuestras vidas ni tampoco Él lo hace. Sabe que sufrirá y hasta morirá un día, toma las precauciones que considera oportunas pero sencillamente se deja llevar por la Voluntad de Dios hasta que le llega la hora de partir habiendo acabado su carrera, más bien como estando consciente de que está llegando su hora y listo para ella. Claro, viviendo desde el primer momento en la Voluntad de Dios y conociéndola de hecho.

Continuará…



domingo, 1 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (22° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (22° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Y ¿qué me dice de José su esposo que juega un papel importantísimo en el Plan eterno de Dios mientras se desarrolla su Voluntad establecida? Amaba con todo su corazón a María y aunque su dolor era indescriptible, no permitiría que nada malo le sucediera, solo desaparecería de su vida y de la historia sin dejar rastro. Él era un buen hombre, también alguien justo y la Voluntad de Dios lo alcanza para comunicarle como él participa de dicho propósito. Más ni antes ni después él pregunta nada ni pide nada. No se le ve buscando la Voluntad de Dios para su vida como para ser apto para este gran acontecimiento ni ahora ni después, ni anticipándose a nada. Todo lo que hace es disponerse y Dios le define cada paso a dar cuando es el momento.

Llegamos al momento de analizar a Cristo mismo, el Señor.

Aunque Él es la figura central de toda la Palabra y de quien deberíamos aprender cómo vivir y hacer la Voluntad de Dios, interesantemente nunca dice nada al respecto, ni Él anda por allí orándole al Padre para que le muestre su Voluntad para su vida porque finalmente no lo necesitaba; Él vive toda su vida en la perfecta Voluntad de Dios la que conoce muy bien y viene a cumplir en su totalidad. De hecho ni siquiera Él decide por si mismo nada, ni habla nada por su propia cuenta, Él opera conforme vio y escuchó del Padre porque así nos lo hace saber (Juan 5: 19; 14: 24).  Él testifica buscar la Voluntad del Padre (Juan 5: 30), pero el versículo no nos deja la impresión de que no la conoce por cuanto la busca, sino que no vino a hacer su propia Voluntad sino la del Padre y en ella se mueve toda su vida. Por lo que nos confirma todo el contexto de su vida y todo lo que leemos de Él, no se trata de una búsqueda de algo que ignora sino de algo en lo que vive permanentemente. No existe ningún pasaje en el que dude acerca de la Voluntad de Dios o le veamos preguntándole a Dios a ver qué quiere. Se mueve y camina cada paso en esa Voluntad de manera que hasta sus tiempos están determinados para operar en sincronía con los del Padre. (“no ha venido mi hora” y expresiones como esa)

Él, siendo el Señor, se sometió a la Voluntad perfecta y establecida de Dios, a su Plan eterno que proviene desde antes de todas las cosas siendo inclusive  la razón de dicha Voluntad como ya vimos.

¡Qué maravilla!

Y la cumplió y agradó al Padre y es elevado a la mayor posición de honor de modo que no hay otro Nombre digno de mayor distinción que el de Él. 

Si pensamos en los discípulos, ellos ni buscaban al Señor, Él los llamó.

Continuará…