Una Nueva Forma
para vivir (6° parte)
Escrito Autóctono
Continuación…
Pero,
¿estaremos empeñados en que desaparezcan las mal llamadas iglesias de nuestros
tiempos o es nuestro propósito falsearlas y destruirlas?
¡No,
contundentemente! Amado lector, nada de esto representa un ataque a denominación
alguna ni movimiento religioso. Tampoco a ninguna persona o líder. Si esta
verdad planteada le causa molestia, tendrá que arrancar las páginas de la
biblia. Su problema no es conmigo ciertamente, es con la Palabra de Dios que ha
sido presentada sin alteración de ningún tipo tal cual está disponible para
todos. Usted la posee y puede comprobarla.
Pero
si los cristianos modernos quieren seguir gastando millones en recursos o
permiten que se sigan utilizando para continuar edificando inmuebles, es su
problema. Al fin y al cabo están haciendo exactamente lo mismo que por siglos
han hecho sus padres dejando un legado material muy visible y artesanal, casi
típico y hasta cultural de su paso por el mundo y no a Cristo. Me atrevo a
pensar que hasta allanándole el camino al Anticristo, dejándole todo el recurso
que él utilizará para resolverle el problema de la pobreza al mundo cuando
aparezca. ¿Puede imaginar la incalculable riqueza material que representan
tantos edificios construidos, tantos terrenos adquiridos, tantos recursos en
medios y enseres que han amasado los disque seguidores de Cristo por cientos de
años?
Ya
vimos en la Palabra que tal proceder no tiene sentido alguno. De hecho ni Dios
se inmiscuye en esas cuestiones de tesoros terrenales, no son su asunto. Cada
quien dará cuenta a Dios de la forma en que utilizó los recursos que Él le proveyó
y para los que estableció una mejor forma de invertirlos que no tenía nada que
ver con construir edificios, alquilar locales o comprar terrenos, entre muchos otros
que no requieren mención porque usted los conoce.
En
la Palabra de Dios vemos claramente como Él estableció una nueva y mejor forma
en que debíamos estar ocupados, nada de eso con que ahora se carga a los
creyentes.
En
fin, allí está la Palabra disponible para el que quiera leer, y el Espíritu
para quien quiera ser enseñado, y el sacrificio hecho en la cruz para quien
quiera ser libre.
Quien
quiera imprecar lo planteado aquí, lo hará defendiendo una tradición recibida.
Lo hará sin fundamento bíblico (no lo puede sostener en la Palabra ni
respaldarse en Dios); lo hará sin fundamento histórico, ni arqueológico.
Lo
hará solo por no darse por menos.
…¡Impresionante!,
“menuda confianza” en sus formas tienen muchos…
Continuará…
Agradecemos nos comparta se reacción marcando cualquiera de las siguientes casillas. Bendiciones!