domingo, 25 de agosto de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (21° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (21° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

María la Madre del Señor, mujer especial y también singular para su época. La Voluntad de Dios llega a ella en el momento -diríamos humanamente hablando- menos indicado, pues no era libre sentimentalmente hablando, ya que estaba comprometida con José.  Cuando se le presenta la Voluntad establecida de Dios por medio del ángel, no cuestiona adversamente nada en lo absoluto, tan solo pregunta cómo se embarazaría sin que mediara un varón (pregunta muy lógica por cierto pues está comprometida con un hombre que será el padre de sus hijos). Más sus posteriores palabras son elocuentes sobre su disposición una vez saldada su duda: “He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra” Lucas 1: 38. ¡Qué maravillosa expresión de entrega incondicional!

En ningún momento antes de este evento ella está preocupada por conocer cuál es la Voluntad de Dios para su vida ni la pide tampoco después aún cuando podrían venir tantas preguntas a su mente sobre cómo afrontaría ese peligroso proceso en vista de su actual estado de compromiso. No piense ni por un momento que hoy la madre del Señor posiblemente tendría otro nombre si María hubiese rechazado la oferta, porque la Voluntad establecida de Dios Eterna y Perfecta no se equivoca. Dios sabía que ella estaría anuente independientemente de las circunstancias y consecuencias. ¿Las podría tener? Evidentemente. Se exponía a la humillación y vergüenza en el mejor de los escenarios y a la muerte segura como era la costumbre al hallarse que una virgen había quedado embaraza fuera de su compromiso. Eso, sin añadir claro está, el desprecio de aquel a quien había elegido y el dolor que le causaría por creer que le había engañado. La verdad, no era nada fácil disponerse para lo que Dios quería, pero ella lo hizo.  Imagine, siendo que ella estaba tomándose un riesgo tan grande, podría haber pedido algunas “cláusulas” a su favor como por ejemplo tiempo para pensarlo, y accediendo entonces al mejor lugar donde pasar su embarazo, y por supuesto un “hospital cinco estrellas” para tener al Hijo de Dios. Nada de eso fue su interés ni su petición; solo se dejó llevar por esa Voluntad sin importar qué pasaría o las incomodidades que tendría. ¡Qué maravillosa mujer!

Continuará…



domingo, 18 de agosto de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (20° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (20° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

La Voluntad perfecta y establecida de Dios lleva a los tres amigos de Daniel (Sadrac, Mesac y Abed-nego) a un monstruoso horno de fuego para ser quemados vivos. ¿Acaso se les ve preguntándole a Dios si era su Voluntad que murieran asados? No, la tenían muy clara y por cierto no era negociable aunque aquel espantoso final llegara a ser ineludiblemente su fin.

La Voluntad de Dios lleva a Daniel a un foso de leones hambrientos solo por su fidelidad a Él. Aunque acostumbraba a orar tres veces al día, en ninguna de las veces se registra que le pidiera a Dios mostrarle su Voluntad para su vida. La conocía, vivía en ella, inclusive en medio de leones tenía lugar la Voluntad de Dios. ¡Impresionante!

Al profeta Oseas le toca en la Voluntad de Dios tener a una esposa infiel que le enseña (rudamente por cierto) cómo se sentía Dios con respecto a Israel. Pero aún en medio de ello nunca se le ve buscando la Voluntad de Dios para su vida.

Un caso interesante es el de Jonás. Cuando La Voluntad de Dios le alcanza, corre… pero en sentido contrario. Se requiere del vientre de un gran pez para hacerle reflexionar. Quizá Jonás fantaseaba con un Dios cuyos mensajes eran de juicio y su historia favorita debe haber sido la de Sodoma y Gomorra pereciendo quemadas por su pecado. Sólo pensar que quizá un día él podría ser el pregonero de un mensaje de destrucción tal y poder deleitarse con ver freírse a los malvados; sí, eso le causaba una enorme satisfacción. Hasta que llegó el día de ver cumplido su anhelo. Sí, llevaría dicho mensaje a Nínive que se había corrompido sobremanera y entonces él entraría en la historia como el profeta que les anunció su decretado fin.

Pero conociendo a Dios pensó que su reputación quedaría por el suelo si acaso Dios no castigaba duramente a aquella gente. Así que obedeció a regañadientes esperando que la fatalidad sobreviniera sobre Nínive y no sobre él, todavía con olor a vómito de pez impregnado en la piel muy seguramente. Y vería -según él- la Voluntad de Dios convertida en impetuoso fuego y azufre sobre aquella ciudad para testimoniarlo a todas las naciones paganas y que temieran porque correrían el mismo destino. Pero la Voluntad de Dios que es perdonar si existe un genuino arrepentimiento, era a lo que más le temía Jonás.

Y ocurrió, Nínive se arrepintió y de qué manera. Así que Jonás pasó a la historia no por estar contento con apreciar la Voluntad de Dios manifestada en misericordia sino por esperar otro resultado más acorde a su deseo.

Aquello si bien tenía la seriedad de una posible calamidad para una ciudad perdida, era más una enseñanza de misericordia que Dios quería darle a su profeta amado. Con los años le aseguro que Jonás se dio cuenta más bien del ridículo que escenificó encolerizado con Dios, agradecido de la bondad de Dios no solo para con aquella ciudad sino principalmente para con él como su temperamental mensajero.  

Como ve, Jonás no buscaba saber cuál era la Voluntad de Dios para su vida, pues conocía la Voluntad maravillosa y perfecta de Dios que nunca quiere la destrucción ni pérdida del pecador así no más sino su arrepentimiento, Voluntad en la que viviría finalmente con los años sin duda alguna.

Continuará…

domingo, 11 de agosto de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (19° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (19° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Samuel es prometido a Dios por su mamá y en definitiva es escogido por la Voluntad de Dios desde que estaba en el vientre de ella. Pero llama la atención que aunque se crió en la casa de Dios teniendo muy a la mano todo lo concerniente a su servicio, no lo conoce sino hasta que Dios lo llama. No lo vemos en el transcurso de su niñez o juventud postrado en la casa de Dios rogando por conocer la Voluntad para su vida de aquel a quien había sido dedicado. No, simplemente está allí y en el tiempo de esa Voluntad establecida de Dios es llamado y el primer mensaje que recibe no es muy alentador para aquel a quien él respetaba y amaba mucho por haberle criado pues era de juicio en su contra. ¡Qué fuerte comenzar así su ministerio! Pero desde entonces fue fiel toda su vida a esa Voluntad en la cual vivió.

David tan solo es un jovencito que no tenía entrenamiento militar y Dios lo usa en su Voluntad para acabar con sus enemigos. En un momento dado sabe que será rey porque Dios se lo revela pero no hace nada para destronar al rey vigente ni le pregunta a Dios qué pasos dar para llegar o acelerar el proceso de su subida al trono. Él es uno de los reyes de Israel que más se menciona consultando a Dios sobre aspectos de la guerra contra sus enemigos pero nunca se le ve por allí componiendo Salmos sobre cómo conocer la Voluntad de Dios para su vida. Su reinado es uno de los más recordados y queridos de Israel y su nombre es precursor en la línea mesiánica. Aunque tenía un corazón conforme a Dios, se equivocó garrafalmente en uno de varios pasajes de su vida. Se desubicó y eso le trajo consecuencias muy tristes que le acompañaron hasta el día de su muerte,  pero conoció la gracia de Dios por cuanto se arrepintió de corazón. Nunca anduvo preguntándole a Dios cual era su Voluntad para su vida, esta lo alcanzó y vivió en ella.

Los Profetas de Dios (llamados Videntes en un principio) son buscados por los reyes y por el pueblo para consultar a Dios ciertos aspectos pero todo lo que hacen en su vida es escuchar lo que Dios les dice y ellos comunicaban al pie de la letra su mensaje sin importar las consecuencias funestas que podrían tener por comunicar muchas veces cosas que iban en contra de sus líderes. Podrían morir por ello pero no les importa, simplemente obedecen a su Dios en todo lo que su Voluntad les asigna. No veo ninguno preguntándole a Dios o dudosos de si están en su Voluntad, ¡Viven en ella!  

Continuará…



domingo, 4 de agosto de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (18° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (18° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Sansón recibe pactos por Voluntad de Dios, él no los buscó. Dios le usa en su Voluntad incluyendo hasta su infidelidad para con Él la que entra dentro del Plan de su Voluntad, encaminado en y por ella. Aunque queda rapado en las piernas de una mujer, todo está previamente planeado para humillar y acabar con los enemigos del pueblo de Dios que era algo que Israel debía haber hecho desde que poseyó la tierra valga decir. Muchos dicen que cómo es posible que Israel acabara con sus enemigos, pero yo le digo que si usted tiene un terreno y se le meten allí personas ajenas queriendo apropiarse de él, no creo que usted se quede de brazos cruzados. Esa tierra no les pertenecía ni les pertenece a esos pueblos.

¿Que tal Gedeón? Tampoco ni buscaba la Voluntad de Dios ni cree ser el indicado cuando la Voluntad establecida de Dios lo alcanza y le es revelada. Él recurre a las pruebas para convencerse así mismo de ser quien Dios le está diciendo que es. Luego de ello obedece al pie de la letra y recibe la Victoria frente a los enemigos del pueblo de Dios. Nunca se le ve orando pidiéndole a Dios que le muestre su Voluntad para su vida.

A Elías la Voluntad de Dios lo saca de su casa y lo mete en una cueva huyendo de una vieja loca que lo quería matar. Tampoco en toda su historia hay nada que indique que buscaba la Voluntad de Dios para su vida. Vive en ella.

Eliseo ni se encontraba buscando ser siquiera asistente de Profeta. Estaba trabajando en el campo en sus labores como agricultor y la Voluntad de Dios lo llama para ser el suplente de Elías. Y valla que lo hizo inclusive con una doble porción del mismo poder y Espíritu que movía a Elías. Y sobre lo que estamos indagando, no hay nada ni se lee por ninguna parte.

Continuará…