domingo, 29 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (39° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (39° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

El pasaje de 1° Pedro nos indica que nuestras obras deberían callar la boca de los insensatos; pero ¡acciones de bien!, en medio de un mundo que es malo o calculador y lo que busca son las felicitaciones por lo que hace.

Al final de todo, la Voluntad de Dios es completarnos en Cristo, que Él sea preeminente sobre nosotros, que todo glorifique a Dios. Lea algo que ya pasó y no que vendrá como si se encontrase en el futuro respecto a su revelación: Efesios 1: 9-10: Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo, para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo: reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra”.
Se trata de Él, no de nosotros.

Teniendo una buena perspectiva acerca de cómo es la Voluntad de Dios, nos enseña a tener una certeza en nuestra existencia y es que Dios no nos dejará ser tentados más allá de lo que podamos resistir por cuanto lo promete la Palabra (1° Corintios 10: 13) y que a los que aman a Dios (aquellos que son llamados conforme a su propósito) todas las cosas les ayudan para bien. (Romanos 8: 28)

En resumen, hay una gema que encontramos a lo largo de la revisión de la Palabra respecto a esta gran temática tratada y es que la Voluntad de Dios no es algo para buscar o pedir que se me revele sino algo en lo cual vivir día a día para hacer.

Ahora, quizá usted se preguntará ¿cómo tratando este tema en 39 capítulos  hasta aquí más uno más que es con el cual finalizaremos la próxima semana si Dios nos lo permite,  colaboramos o aportamos a nuestro asunto que tiene que ver con comunidades de hermanos por las casas a lo que llamamos iglesia en casa o iglesia doméstica?

Continuará…



domingo, 22 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (38° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (38° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Alguna vez escribí que no deberíamos esperar ni reconocimientos ni parabienes del mundo porque en realidad el mundo solo se verá descubierto en sus verdaderas e insanas intenciones frente al accionar de una vida rendida al Señor que está haciendo su Voluntad.

Se nos dice en la Palabra que la fe de Noé condenó al mundo (Hebreos 11: 7). No porque Noé anduviese con un hacha cortando cabezas y enviando al infierno a los pecadores. Sus acciones justas en medio de la maldad de su época brillaron poderosamente frente a Dios y en medio del mundo dejándolo expuesto.

Si el mundo aplaude la obra que usted hace para el Señor quizá no es obra del Señor porque la genuina obra de Dios lo desenmascarará dejando ver a todas luces su oscuridad.

De manera que lo piensa uno cuando ve al mundo elogiando las obras que se hacen en Nombre de Dios. Por lo visto en la Palabra eso como que no acierta con Él. Jesús dijo claramente “el mundo os aborrecerá”. Y también en otra oportunidad dijo que el mundo no lo amaba a Él porque Él no era de este mundo. El mundo puede amar solo lo suyo y Cristo no es de este mundo. Tampoco aquellos que son llamados, que son como Él y que igualmente no son de este mundo.

Creo que hay tela que cortar sobre el tema, pero cuando observo al mundo aplaudir a los cristianos algo no me calza.

Al mundo no le gusta que usted ame a Dios y quiera seguir sus preceptos  porque estos se oponen a él. También leemos en la Palabra y lo dijo Cristo que la amistad con el mundo es enemistad con Dios por lo cual el que se hace amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios. Eso no quiere decir que usted haga a los inconversos sus enemigos sino a las obras de los inconversos que no se compaginan con una vida rendida a Dios.

Dios amó al mundo (a todos los seres humanos) entregando a su hijo para que no se perdieran, pero eso en ninguna manera hace que Dios ame sus obras, de hecho las abomina.

De nuevo, estar en la Voluntad de Dios no nos hace aceptos al mundo, todo lo contrario, nos pone en una posición que el mundo odia.

Continuará…

domingo, 15 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (37° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (37° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Analicemos un último pasaje:
1ª Pedro 2: 15Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos”.

Este pasaje nos habla de acciones, nos habla de testimonio, nos habla de hechos. Pero no de cualquier acción, testimonio, ni hecho sino aquellos que se basan en el conocimiento real de Dios.

¿Por qué es importante esta consideración? Porque hoy por hoy mirando el cristianismo moderno, tanto hay que se dice, se testifica o se hace que no tiene más que la intención de sumar a la imagen, a la fama, al buen nombre para alcanzar respeto y aceptación.

Muchos han caído en las garras de una falsa buena vida que hasta se aplaude en el mundo y la verdad es que Cristo (el verdadero) no es gustado ni mucho menos aplaudido en el mundo. ¡Qué contrariedad! La Palabra dice que el mundo ama lo suyo. Así que Cristo y todo lo que se parezca en verdad a Él no será muy bien aceptado porque no son del mundo.

Muchos que lo seguían lo hacían interesados en los panes y los peces. Cuando fueron confrontados se alejaron. Muchos vinieron a Él solo por la sanidad de su cuerpo y luego no se supo más de ellos. Muchos que gritaron: “…¡Hosanna al hijo de David!...” y “…¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor!…”, pocos días después pedían su muerte.

Este pasaje más bien aporta a la realidad de que las buenas obras hechas según la Voluntad de Dios confrontan y tapan la boca de los insensatos. Pero por lo visto muchas de las obras hechas por el cristianismo moderno todo lo que hacen es dar que hablar a esas bocas y en no pocos casos cosas nada buenas.

Continuará…


domingo, 8 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (36° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (36° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

No debemos olvidar jamás que la Palabra nos pide esforzarnos, trabajar, ser honestos, pero además interesantemente nos recuerda declaraciones como “diga el débil fuerte soy” (Joel 3: 10); o mandamientos de compartir con el que no tiene (Efesios 4: 28; 1° Juan 3: 17) como ya decía. Entonces vamos a tener personas entre los hermanos con condiciones económicas favorables y otros a los que su economía no le sonríe tanto. Pero a ambos se les pide agradecimiento y solidaridad. Es más, a ambos se les pide contentamiento. Y eso de ser agradecido es porque en medio de la necesidad vemos su mano misericordiosa moverse y en medio del bienestar económico vemos su mano misericordiosa sosteniéndonos. Siempre es Él y por Él. El apóstol Pablo decía: “…he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”. Filipenses 4: 11 y 12. No sé los que defienden la prosperidad moderna dónde colocan este versículo tan claro sobre todo porque es un apóstol de verdad el que lo está diciendo.

Y qué decimos de la misma vida del Señor acá en la tierra que no fue un dichado de bienes. 

Así que no piense que le tocará bienestar y que siempre será así porque debe ser así o porque posee un “manto” de bendición económica sobre usted, ni piense que le tocará necesidad y que siempre será así porque debe ser así o porque pesa sobre usted una maldición o Dios lo ató a la pobreza. Tampoco confunda ninguna de ellas con la bendición o el castigo de Dios, ojo, porque tanto uno como lo otro son relativos. Hay quien con recursos no los puede disfrutar y esa es una forma de padecimiento, como así mismo quien sin ellos vive tan intensamente como si fuese dueño de todo. Ambas cosas son realidades por supuesto pero que ni una forma u otra muevan su perspectiva de Dios y su dependencia, de nuevo, su dependencia de Él. Gócese de ver la luz de un nuevo día y las oportunidades que traerá así como las dificultades que podrían venir y gócese de llegar a su cama por la noche y poder dormir en paz.

Sea porque parece que todo va muy bien o porque vino el padecimiento, sea porque ríe o porque ha de llorar, ha de entenderse en Dios y no reprimir su sentir por lo que experimenta pues las circunstancias no han de variar en ninguna forma su fe, dependencia y confianza en el Señor. Mire la maravillosa historia de Job y su final.

Pero seamos agradecidos y no quejosos. Esa es la Voluntad de Dios. Quien se queja es precisamente porque no conoce la Voluntad de Dios.

Continuará…

domingo, 1 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (35° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (35° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Lo otro es que La Voluntad de Dios siempre nos llevará a esperar. Sí, a esperar. Esto porque buscará la absoluta dependencia que tengamos del Señor en nosotros. Si debemos hacer algo, por pequeño o insignificante que nos parezca debe ser indicado por el Señor, nunca provocado por nosotros. Por eso para evitar sentimientos o visiones extrañas, debemos conocer cómo es Dios y lo que quiere en su Palabra para discernir sobre aquello que se presenta y puede ser más bien un estorbo, algo que nos puede atrasar. Recordémoslo... la Voluntad de Dios santa y perfecta requiere nuestra total y completa dependencia del Señor. No existe otro camino.

Otra regla a seguir:
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”1° Tes. 5: 18

Un corazón agradecido ante el Señor es algo muy valioso. Pero es muy fácil tenerlo cuando todo marcha bien. Para muchos ni aún así. Hay quienes teniendo vidas sin mayores complicaciones, sin necesidades de ningún tipo, poseyendo una salud envidiable, siendo exitosos en lo que hacen, en fin, difícilmente se acordarán de Dios. No lo necesitan según ellos.  Finalmente muchos lo tomarán en cuenta hasta que la situación cambia o ven todo desmoronarse. Otros ni aún así. Como quiera que sea, estar consciente de la Voluntad de Dios no quiere decir que todo es color de rosa. Cualquiera que venga a venderle ese concepto, lee de otra biblia. Quien le diga que estar con Dios es sinónimo de prosperidad financiera, de tener lo que se desea, de cumplir los más grandes sueños materiales, etc. no ha comprendido  absolutamente nada. Dios no promete tales cosas como garantía de conocerle. Pero seamos honestos, lo contrario tampoco es cierto. Muchos consideran que seguir al Señor es abrazar un voto de pobreza y sumirse en toda clase de necesidades y padecimientos que según ellos abren de par en par las puertas del cielo. Tan errado esto como aquello.

Así que ni una ni la otra. Entonces ¿qué podemos esperar? Quien posee en este mundo no debe poner su confianza en ello y quien no, jamás debe echarse a morir. A algunos les tocará según su Voluntad vivir más solventes que otros, pero nos pide la Palabra que unos y otros seamos agradecidos en todo y además que todos nos esforcemos y trabajemos honestamente con el fin de compartir con el que no tiene. Ser agradecido no demanda nada de Dios pues confía en su provisión necesaria, confía en su cuido, confía en lo que Él hace. De nuevo, muestra una rendición y dependencia total a Él independientemente se tenga mucho o poco. Va más allá si quiera de tener o no. Sobrepasa lo que podríamos pensar que merecemos en ambos sentidos, es decir sea bueno o consideremos humanamente hablando no tanto, porque finalmente su misericordia y bondad son suficientes vayan momentáneamente las cosas aparentemente bien o aparentemente mal.

Continuará…



domingo, 24 de noviembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (34° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (34° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

No podemos hacer la Voluntad de Dios dejando de lado la misericordia porque Dios es misericordioso.

Y se nos ordenó a ser misericordiosos así como Él lo es (Lucas 6: 36). Y además es un mandamiento con promesa también: Mateo 5: 7

¡Cómo tenemos mucho que aprender y a practicar la misericordia sin duda alguna!

Leamos a continuación Filip. 2: 13…porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”.  También  Hebreos 13: 21…(Dios) os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

¡Qué maravillosos par de pasajes!

No dejan lugar a que andemos inventando. Tampoco buscando lo que no nos importa. Nos debe poner a pensar porque como ya dijimos, muchas cosas que hacemos aunque puedan ser buenas son resultado de nuestras propias acciones o cosmovisión de las cosas. Y eso para Dios no cuenta. Llegarán muchos delante del Señor con un cúmulo de obras que hicieron y al ser quemadas se convertirán en hojarasca porque fueron suyas, no las de Dios.

Inclusive hay quienes son especialistas en estorbar. Mucho más se podría lograr sin que estén ellos involucrados. Si se hicieran a un lado ayudarían más que estando. Acá en el reino, el asunto no es que más manos suman, sino las manos apropiadas y asignadas por Dios son las que son provechosas.

Mirando la condición de la iglesia moderna hoy, está más que claro cómo se insiste en hacer lo que Dios no ha mandado y por eso los resultados. Pero tampoco los buenos resultados nos garantizan que todo estuvo conforme la Voluntad de Dios santa y perfecta.

Mucho cuidado y no nos engañemos. Algunos vendrán con ministerios aparentemente exitosos delante del Señor pero sin haber sido conocidos por Él (Mateo 7: 22 y 23)

¿Qué hará la diferencia? El amor genuino y por supuesto la obediencia.

Así que dejemos de meter las manos a donde no debemos y de estar preocupados por hacer para el Señor como locos cuando realmente la Palabra dice que Dios preparó de antemano obras para que anduviésemos en ellas las cuales tienen que ver con su conocimiento (el conocimiento de su Voluntad) y provocadas por Él no por nosotros.

Por desgracia, nos ocupamos en tanto, que dejamos lo esencial de lado. Inventamos tanto para hacer que nunca conocimos ni nos entendimos en lo que sí debíamos hacer.

Continuará…


domingo, 17 de noviembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (33° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (33° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Llama la atención que el pasaje de Jeremías recalca hacer juicio y justicia como dos cosas diferentes. Y lo son. Dios quiere que hagamos ambas cosas. Sin embargo juzgar generalmente está visto y se nos enseñó como algo de cuidado que no deberíamos hacer basado en aquel pasaje que dice: “no juzguéis para que no seáis juzgados” (Mateo 7: 1 y 2); sin embargo aquí y en otros pasajes inclusive del Nuevo Testamento, se nos insta a juzgar pero con justo juicio (Juan 7: 24). ¿Por qué esta aparente contradicción? El problema -y nos responde el primer pasaje- es cuando juzgamos motivados por la condenación. Cuando no señalamos diferenciando lo bueno de lo malo sino a quien consideramos que está actuando mal con el dedo acusador y encima lo condenamos convirtiéndonos en jueces.

Repito, juzgar es saber diferenciar entre lo bueno y lo malo conforme el conocimiento de la Palabra (discernir); y hacer justicia (que interesantemente está escrito después), es vivir correctamente y rectificar lo que se hace mal. Es decir, no solo saber qué está mal, sino aplicar la corrección a la vivencia personal  para que nuestras obras sean las que juzguen a quienes operan de mala manera.

El buen ejercicio de esto nos lleva a aprender principalmente a aplicarlo a nuestras propias vidas primordialmente lo que es muy sano dicho sea de paso y no considerar como que estamos exentos. De hecho la práctica debía ser de primero en nosotros para ejecutarlo con propiedad y consideración para con los demás. Esto se respalda plenamente en la Escritura conforme nos lo dice en 1° Corintios 11: 31.

No te veas condenado a ti mismo en lo que apruebas (Romanos 14: 22b). Dice la Palabra que el juicio comienza por casa es decir desde y en nosotros primeramente aquellos que decimos ser creyentes (1° Pedro 4: 17-19). Pero también y muy importante es sopesarse uno mismo en el juzgar a los demás (Gálatas 6: 1)

¿Y qué de la misericordia? (“Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos”. Oseas 6: 6
Va muy de la mano con juzgar y hacer juicio, pero pareciera que ni siquiera la hemos oído nombrar.

Somos más dados a exponer al hermano, no a intentar restaurarlo. Usamos más del dedo señalador que de la mano compasiva y ayudadora. Gustamos más de alegrarnos cuando alguien recibe su merecido, que llorar junto al que ha caído. No guardamos el secreto, lo ventilamos sin importarnos nada. Aplicamos todo el peso de la disciplina sobre quien ha fallado pero escondemos nuestras propias fallas.  Todas actitudes tan comunes aún entre los que dicen conocer al Señor pero por lo visto ignorantes de sus enseñanzas. Creo que el ejemplo de Cristo en su manera de abordar la misericordia es más que descriptivo.

Continuará…



domingo, 10 de noviembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (32° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (32° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Lea además lo que dice Pablo: (1° Corintios 5: 9 y 10)

Se trata entonces de que el mundo pueda ver que se puede vivir en esta tierra guardándose del pecado y que la libertad está disponible para ellos también. Eso es evangelizar. Un papel aguanta lo que le pongan pero una vida de testimonio impacta de verdad a los corazones.

¿Para  qué cree que la Palabra dice que somos la luz del mundo y la sal de la tierra?

Porque la Voluntad de Dios es que nos santifiquemos. Y usted sabe lo que es el pecado, por eso usted sabe de lo que debe alejar su corazón.

Jesús se santificó por nuestra causa, es decir decidió por su propia voluntad no tocar el pecado a sabiendas que le necesitábamos a Él. Nosotros también somos llamados a hacerlo.

De nada le vale saberse la biblia de tapa a tapa si ello no le lleva a santificarse. Valga decir por cierto que hacerlo tampoco nos debe alejar de los hermanos como algunos que no se vuelven a congregar por no juntarse con hipócritas según dictaminan. Eso es más una excusa barata que la santidad o falsa santidad más bien que pregonan. Si tienen fe de llegar al cielo es a los hermanos a los que se encontrarán allí como para haber cortado con todos. No tiene respaldo bíblico separarse de los creyentes sino una actitud de amor y tolerancia reconociendo que la misma condición de amor y tolerancia nos asiste a nosotros por parte de ellos también.

Veamos otros pasajes.

La Palabra nos dice lo siguiente: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide el Señor de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Miqueas 6: 8; “Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice el Señor”.  Jer. 9: 24

La justicia. ¿Qué significa hacer justicia? Sabemos que vivimos en un mundo injusto, es decir desbalanceado en donde a lo que se le llama justicia no lo es y en donde estamos más acostumbrados a condenar. Interesante que la justicia se represente legalmente como una mujer con los ojos vendados (que nos habla de imparcialidad) con una balanza en sus manos marcando el punto medio, sin inclinarse hacia la derecha ni a la izquierda. Pesa justa dice la Palabra en otro lugar (Proverbios 11: 1; 16: 11; 20: 10) sin cohecho de ninguna especie (2° Crónicas 19: 7; Isaías 5: 22 y 23).

Continuará…



domingo, 3 de noviembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (31° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (31° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Avancemos.

Leemos en 1° Tes. 4: 3: “…la Voluntad de Dios es vuestra Santificación”.

No sé qué piensa usted de la santificación. Para muchos se trata de llegar a un punto tal de separarse para el Señor y dedicarse totalmente a Él que incluye no tocar nada del mundo. El término griego que se utiliza para la santificación se refiere a ser apartado o separado de algo. No sería problema, si para muchos no significara literalmente apartarse de los demás y no usar nada que provenga de los pecadores con tal de no ensuciarse, lo que es una pésima interpretación pues el significado se refiere más a no aliarse y no a aislarse.

Estoy completamente seguro que Dios no quiere convertirnos en unos ermitaños que deben irse a la montaña a cultivar hasta lo que se comen para no comprar nada de los impíos ni verse tentado en medio de ellos.

¡Esa es una visión muy corta, penosa y errada! 

Le pregunto: ¿quién más santo que el Señor? Y vino a nosotros. No nos trató de lejos, nos abrazó, se sentó a comer con nosotros, nos escuchó, lloró con nosotros, nos extendió su mano. Pero también fue duro con aquellos que se creían santos y miraban al resto como basura. Así que el mayor ejemplo respecto a santificarse es el Señor.

Él se relacionó con los pecadores pero no con sus obras. Y ellos lo amaron y al final muchísimos le siguieron y se salvaron.

Pero ¿acaso olvidamos la oración que Él hace respecto a los que creerían? (Juan17: 15) “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal

Así que el ejemplo y petición del Señor descarta todo intento de doctrinas demoníacas que lo quieren aislar a usted de la gente con el cuento de la santidad desde su perspectiva religiosa y tergiversada.

Nada de eso va con la santificación que sí expresa la Palabra sino que ésta es el proceso por medio de la cual asimilamos la vida de Dios en nosotros y la mostramos al mundo. Se trata de hablar sí de Cristo pero más de modelarlo a Él. No como muchos que parlotean y parlotean pero sus vidas dejan tanto que desear.

Continuará…



domingo, 27 de octubre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (30° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (30° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Se trata del Perdón. El Señor no hace una sugerencia al decirnos que debemos perdonar siempre; ¡es un mandato! No tiene cláusulas de restricción según sea el caso, se trata de hacerlo indiferentemente de la situación que se tenga.

Lo otro vital que no debemos perder de vista respecto al perdón es que incluye una advertencia pues si no perdonamos, tampoco nosotros seremos perdonados por Dios. Así que el tema no es solo horizontal (de usted hacia las personas que le rodean) sino vertical (de Dios hacia usted).

Pero la gente vive sin perdonar, el pueblo de Dios ha dejado de lado tan importante mandamiento; no se puede, es imposible estar en la perfecta Voluntad de Dios si no se perdona. No solo hemos de comprenderlo, sino tomar acciones genuinas con respecto al perdón.

Debemos comprender que el perdón es un regalo. Usted dirá: "claro! el Señor ya me perdonó"...; pero aunque es cierto, este se nos da ahora como un presente para otorgar. Es decir, no únicamente como algo que recibió y listo. Ahora lo tiene para también darlo. Nadie debería pedírselo, no está bien. Usted debe darlo independientemente de la situación. Entonces es muy diferente a lo que habíamos aprendido. Ya tendremos la oportunidad en otro estudio de conocer la dinámica del perdón y sus alcances maravillosos. Mientras tanto, ya que usted lo recibió, debe andarlo consigo por todas partes no para que todos se enteren de que usted fue beneficiario sino para que usted lo otorgue también a todos. Es lo que Dios quiere que usted y yo y todos hagamos.

Notará que solo con tocar estos dos puntos medulares de la Voluntad de Dios (amor y perdón), el número de los que querían conocerla puede que haya comenzado a  mermar.  Y es que ambas tocan fibras muy sensibles de nuestro ser. Valdría preguntarse aquí: ¿quiero en verdad vivir en la plena Voluntad de Dios? Si la respuesta es Sí!, entonces lo siguiente a cuestionarse es: “¿Amo a todas las personas y ya perdoné genuinamente a todos?”. De aquí dependerá lo que usted realmente quiera.  No se trata de respuestas rápidas. Hay que trabajar en ello.

Continuará…



domingo, 20 de octubre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (29° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (29° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Se ha dicho que en el Antiguo Testamento hay unos 600 mandamientos de Dios, en los evangelios existen por el orden de los 300 mandamientos de Cristo el Señor y en Hechos de los apóstoles y las cartas escritas tenemos aproximadamente unos 564 mandamientos de Cristo impartidos por los apóstoles con lo que estaremos total y completamente certeros de la Voluntad perfecta de Dios.

Necesitamos examinarlos como le reitero, no en ningún libro de nadie sino únicamente en la Palabra de Dios.

Sin embargo, deseo aquí compartir con usted (sin pretender obviar ni uno solo por supuesto) algunos que requerimos tener -yo diría- en primera línea de escrutinio, no por ser más importantes sino por lo que vemos se afronta en la vida cotidiana del cristianismo actual. Lo que quiero es por ahora ahorrarle una búsqueda monumental y un tratar de asimilar cosas preliminarmente, sin tomar en cuenta estas consideraciones de vital importancia. Lo que voy a hacer lo hizo ya el Señor con los judíos quienes igualmente pasaron por alto esto tan importante por cierto. Mateo 23: 23 y 24 

El Señor dijo que los mandamientos se resumían en Amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo de la misma manera como nos amamos a nosotros mismos (Marcos 12: 30 y 31). Esta síntesis que nos ofrece el mismo Señor, supera todos los sacrificios y toda la sangre que se pudiera derramar en un altar en honor a Dios como se muestra continuando en el verso 33.

De manera que a nadie que no ame a Dios le interesará saber cómo piensa Él o lo que quiere y quien no ame a su prójimo tampoco le importa dañarlo si tiene la oportunidad.

Así que el amor resulta ser práctica perfecta dentro de la Voluntad de Dios para todos. Más viendo cómo está el mundo y la iglesia misma, se requiere que nos volvamos y encarrilemos a su Voluntad de todo corazón. Si usted no procede a amar, la Palabra aclara que tampoco usted ha conocido a Dios y es muy probable que ni siquiera califique como su hijo sino que muestra todas las características de ser hijo “del otro” (1° Juan 4: 8, 20 y 21). Así que aunque se sepa al dedillo todos los mandamientos de la Palabra y conozca todos los misterios, sin amor, de nada le sirve (1° Corintios 13: 2).

Pero eso no es todo. Veamos algo medular y que está en cuidados intensivos en el reino… muy falto en el pueblo de Dios, valga decir.

Continuará…



domingo, 13 de octubre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (28° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (28° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

1ª Juan 5: 14Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
De nuevo y es la pregunta del millón… ¿Cómo puedo pedir algo conforme a su Voluntad si estoy esperando a que se me revele o no la conozco? Definitivamente tengo que conocerla para entonces saber cómo pedir de manera que lo que pida no esté en conflicto alguno con lo que Él desea. Y para conocerla ya sé dónde está, en su Palabra.

Todo esto nos muestra una cosa…, no se trata de cruzarnos de brazos hasta que la Voluntad de Dios nos alcance si es que estamos previstos para ella diría alguno. Hay algo que ya debemos estar haciendo y es conociéndola para saber cómo es Dios; asunto que se consigue escudriñando su Palabra porque no puede usted pretender conocer su Voluntad ni hacerla si no lo conoce a Él. Y ¿cómo pretende obedecer su Voluntad si no sabe lo que ella plantea?

Entonces ¿podemos saber con toda claridad la corriente de la Voluntad Perfecta y ya establecida de Dios? Definitivamente; pues la reveló claramente como para evitar que estuviéramos dudosos de ella.

A continuación quiero darle una mano en el conocimiento de la Voluntad de Dios. No voy a llevarle por un camino sacrificado de ayuno u oración, ni le pediré “vigilar” o que tenga un nivel de fidelidad o cristiandad tal que califique para conocer la Voluntad de Dios, porque ninguna de esas cosas hará que usted la conozca más ni menos que otra persona que no haga nada de eso. Está disponible para usted y para todo creyente que desee conocerla claramente, entendible como la luz del día. Ya lo dije: su Palabra bendita es la que nos define su Voluntad. No deberíamos pensar que hay otra pendiente oculta en otro lado ni otra manera de conocerla.

Ahora escuche,  hemos de escudriñar en las Escrituras lo que Dios quiere, qué pide, qué desea, y evidente y concretamente todo lo que Él significa, lo que es su Voluntad. No tiene absoluta relación con una Voluntad de Dios  misteriosa y particular para mí que debo de tratar de descifrar. Su Palabra es el más maravilloso compendio de su Voluntad única, revelada, establecida y eterna que está a nuestra disposición.

Si quiere saber por dónde empezar, los mandamientos (no solo diez sino todos) la describen.

Continuará…

domingo, 6 de octubre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (27° Parte)



La Voluntad de Dios para mi vida (27° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Respecto a la Voluntad de Dios, Pablo mismo solo nos recomienda que la comprobemos pero con un entendimiento renovado (Romanos 12: 2) porque a decir verdad, difícilmente cualquiera se dispondría a ella así no más; hay que tener fe indiscutiblemente como le pasó a María. “…sin fe es imposible agradar a Dios…” (Hebreos 11: 6). Más note que él habla de comprobar algo que ya está con nosotros, una Voluntad (única) que ya existe o fue revelada, no una que vendrá o llegará en algún momento posterior.

Efesios 5: 17Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.
Ser entendidos… Me pregunto: ¿se podrá alcanzar el entendimiento de algo con lo que no se cuenta o está escondido o en el misterio? ¿Podremos aprender o interiorizar algo que no se conoce todavía? Ojo, no habla Pablo de ninguna Voluntad definida como personal o particular que tenga que buscar cada quien, sino que se refiere a la Voluntad de Dios (única) y nada más. En concreto este versículo nos exhorta a que entendamos cuando algo es la Voluntad de Dios y cuando no. Que sepamos diferenciar la situación. ¿Cómo diferenciaremos entre lo que es y no es, una cosa u otra si no conocemos ya la Voluntad de Dios y su extensión?

Es decir, para entender las situaciones, debemos tener a la mano los elementos adecuados. Esos elementos son precisamente la Voluntad de Dios ya revelada, su Palabra, la que está allí disponible y completamente abierta para que caminemos en ella en cualquier situación. No hay nada más, ni nada nuevo, ni nada personal que se nos deba revelar.

Encajan aquí muy bien las Palabras del apóstol según Col. 1: 9 y 10 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;”

Pablo no habla aquí en ningún momento de algo que se les revelará a futuro o como que deban pedir para conocer, sino de algo que ya está disponible, a la mano y han de estar asimilando para vivirlo evidentemente. Llama la atención lo que producirá en ellos ese conocer (proceso de hacer propia) dicha Voluntad: Ellos lograrán: 1- Andar como es digno del Señor; 2- Agradarle en todo; 3-  Llevar fruto en toda buena obra;  4- Crecer (madurar) en el conocimiento del Señor.

Continuará…

domingo, 29 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (26° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (26° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Lucas 22: 42…diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
No existe aquí una oración para conocer la Voluntad de Dios, el Señor ya la sabe. Entendamos la oración la cual tampoco es una muestra de duda en ir o no a la cruz en ningún momento. Lo parafraseo así: “Padre, esta copa es demasiado amarga (la copa de la aflicción que se le avecinaba), aunque humanamente no quisiera tomarla, la beberé porque es lo que Tú quieres.”
Es una oración muy humana en efecto, muy a lo que Él está sintiendo en ese momento en su estado humano y sabe lo que tendrá que padecer, pero es obediente a pasar tan terrible sufrimiento porque el Padre así lo dispuso para ambos. Ni Él ni el Padre se niegan a tal sacrificio de amor conste, el Hijo frente al martirio, y el Padre frente a presenciar dicho martirio de quien más ama aunque es inocente. Es un precio enorme aún para ellos, pero ambos deciden padecer por amor. Recordemos… el verdadero amor es sufrido.

De nuevo, las palabras del Señor dejan ver que en su humanidad Él toma su propia voluntad y la encarrila a la del Padre tal como lo ha hecho toda su vida y ahora más que nunca. ¡Esa es una enseñanza puntual para nosotros!

Hechos 22: 14Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.”

Si continuamos leyendo este pasaje de la conversión de Saulo donde narra el mismo lo que le pasó hasta el verso 21 y lo comparamos y lo que se lee en el capítulo 9: 4-6  donde aparece el evento como tal pero contado por Lucas el escritor de Hechos, nos damos cuenta que Dios responde casi en su totalidad a la pregunta de Pablo de para qué lo quería (qué quería que hiciera) por medio primero de Ananías y luego de manera más clara por medio de un éxtasis que experimenta posteriormente.

Sin embargo Saulo luego de saberlo, no corre a tomar decisiones para aligerar el proceso para que eso sucediera lo antes posible, ni se le ve pidiéndole a Dios que le muestre ya a dónde debe ir para cumplir su Voluntad, sino que en forma sumisa se dispone humildemente -como debe ser- al tiempo que Dios tuviese establecido sea cual fuere pues aunque conoce de antemano la Voluntad de Dios, definitivamente tiene mucho que asimilar y también que “desaprender”, y en verdad que pasan casi 20 años para su llamado formal. Mientras, estuvo viviendo vida de iglesia y siendo formado, creciendo en el conocimiento del Señor y de acuerdo a lo que Dios le mostraba. Luego de todo ese proceso previo, él no lo pide, Dios es quien ordena que inicie en el momento preciso. Estaba viviendo en la Perfecta Voluntad de Dios todo ese tiempo sin tener que buscar ni pedir nada, aunque conociera para qué lo quería Dios.  ¡Es impresionante!

Continuará…

domingo, 22 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (25° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (25° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Ya en el Nuevo Testamento no se ve a nadie del pueblo del Señor intentando consultar a Dios por ningún medio. Tienen a Cristo. Interesantemente el escritor de Hebreos dijo en forma puntual: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,…” (Hebreos 1: 1 y 2).  Aunque los había, el ministerio profético en el Nuevo Testamento toma una nueva dimensión y ya nadie lo utiliza para consultar nada acerca de Dios. Eso es así porque ya existe la Palabra revelada que es Cristo (el logos o Verbo encarnado) y en Él se encierra ahora todo el mensaje que debíamos conocer. El Espíritu Santo es el Maestro quien enseña al pueblo del Señor por medio de sus dones. La revelación nueva que se da es referente a la vida de la iglesia. Dios también añadirá detalles adicionales a la revelación de finales de los tiempos por medio de algunos de los apóstoles reuniendo así todo lo necesario que debíamos saber en lo que hoy conocemos como las Sagradas Escrituras que leemos. La revelación está completa. Ella responderá cualquier pregunta o consulta que tuviéramos. Y así es como logramos conocer la Voluntad de Dios pero para vivir en ella.

Ya analizamos personajes bíblicos. Leeremos ahora pasajes de la Palabra que refuerzan el argumento que venimos viendo: que nadie en las Escrituras estuvo buscando nunca la Voluntad de Dios como algo que tuviese que venirle ni alguna que tuviere que indagar para su vida en particular.

Salmo 143: 10Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.”
Son interesantes las palabras del salmista David por lo que expresan. Algunos podrían decir que aquí se ve claramente una petición por conocer la Voluntad de Dios personal pero nada más lejos de eso. En realidad más bien denotan claramente que el salmista está consciente de esa Voluntad como una realidad patente y que está ya presente en la que necesita ser enseñado por el mismo Dios definitivamente (y quién mejor que Él si es su asunto). David no está pidiendo a Dios que le revele su Voluntad como algo que está oculta o de nuevo algo personal. Note que no dice “muéstrame tu Voluntad”, nunca lo dice de hecho sino “quiero aprender a hacerla” que es muy diferente, es decir un código que ya tiene a la mano pero necesita la dirección para vivirlo, eso sí.

Solo una vez por cierto dijo: “muéstrame Señor tus caminos…” (no tu voluntad) y esto significa de hecho que los consideraba escondidos, más requiere verlos y ser guiado en ellos por el Señor.

Continuará…

domingo, 15 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (24° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (24° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Y no hemos tocado otros interesantes casos como el de Ester, Ruth, Salomón, Jeremías y muchos más que nunca procedieron a buscar Voluntades personales o particulares de Dios, ni preguntando nada.

Así que este viaje por las experiencias de esos grandes hombres y mujeres de Dios, nos da una visión muy amplia de cómo funciona la Voluntad establecida de Dios y nuestro accionar frente a ella.

Alguien podría decir en todo esto muy certera y justamente que nadie busca algo si sabe dónde está. Pero eso no es del todo cierto. Nadie busca naranjas en un árbol de higos, se buscan donde se sabe que están. Si alguien anda buscando la Voluntad de Dios, tenemos una fuente inequívoca de ella disponible.

Le digo una vez más, aún así, si es que existe una Voluntad de Dios particular y exclusiva para nuestras vidas en alguna parte, no veo a nadie en la Palabra tratando de averiguarla o preparándose en forma alguna para cuando le sea revelada. Sea esa o no, La Voluntad de Dios siempre alcanzó a sus siervos y ellos se sometieron a obedecerla sin preguntar, cuestionar o condicionar nada.

Tampoco la Voluntad de Dios estuvo dependiente de tomar alguna dirección diferente porque fuera obligada a desviarse debido a las circunstancias que se presentaban de camino como si a Dios -de nuevo recalco- cualquier situación lo tomara por sorpresa.  No ha pasado ni nunca pasará tal cosa. Sencillamente la Voluntad de Dios se cumple por los siglos de los siglos y nosotros hemos de estar sumisos obedientemente a ella.

Como puede comprobar, no deberíamos andar averiguando cual es la Voluntad, Propósito o Plan de Dios para nuestras vidas; no tiene sentido ni razón de ser según lo vemos con las Escrituras.

Ahora bien, ¿qué tengo que responder respecto a los que consultaron o preguntaron al Señor cosas específicas? ¿Debo yo hacer lo mismo?

Si lo analizamos, las contadas veces que tiene lugar esa práctica, aparece solo en el Antiguo Testamento. Como mencioné, se habla principalmente de algunos reyes de Israel como David y Saúl entre uno que otro más y primordialmente a aspectos relacionados con la guerra. Pero también como una función de los Profetas a quienes acudían estos líderes o el pueblo. Moisés en Horeb como ya lo vimos, en fin, todo muy ocasional. Sin embargo y aún con esa realidad, nunca nadie estuvo buscando la Voluntad de Dios para su vida. Eso es un hecho.

Continuará…



domingo, 8 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (23° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (23° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

La iglesia en toda su historia descrita en Hechos jamás registra en ninguna parte la idea de desconocimiento de la Voluntad de Dios como para andar preguntándole qué debían hacer. Pero la pregunta es ¿acaso estaban claros de forma inequívoca acerca de ella? Evidentemente no, simplemente se dejan llevar en todo lo que Dios está haciendo que de por sí era maravilloso, y cuando son amenazados, no buscan dirección de Dios como para saber que debían hacer en esa circunstancia (Hechos 4: 27-30) solo se disponen una vez más para que Dios continúe haciendo lo que está haciendo por su buena Voluntad. Ellos estarían dispuestos sin importar lo que ello demandara o lo que sucediera. ¡¡Cómo me dejan perplejo mis hermanos!! Cuando algo de suma importancia debía dilucidarse, no toman decisiones por ellos mismos, el Espíritu Santo participa de manera activa y real entre ellos. Nunca se quejan de las injusticias a las que podrían ser sometidos y de hecho se verán sometidos, ni piden juicio contra sus enemigos. Y la Voluntad establecida de Dios seguía su curso.

Saulo de Tarso creía sin temor a equivocarse estar en la perfecta Voluntad de Dios persiguiendo a unos fanáticos a los que quería borrar de sobre la faz de la tierra. Él creía servir a Dios pero únicamente tenía una referencia religiosa de Él, no lo conocía.  Hasta que la Voluntad de Dios se le interpuso en el camino a Damasco y lo cambió. Y ¡vaya que lo cambió!, poniéndolo además en una situación más bien de peligro para su subsistencia desde ese momento y por el resto de su vida.

No veo en nada de lo que escribe ninguna recomendación a que oremos por conocer una particular Voluntad de Dios para nuestras vidas ni tampoco Él lo hace. Sabe que sufrirá y hasta morirá un día, toma las precauciones que considera oportunas pero sencillamente se deja llevar por la Voluntad de Dios hasta que le llega la hora de partir habiendo acabado su carrera, más bien como estando consciente de que está llegando su hora y listo para ella. Claro, viviendo desde el primer momento en la Voluntad de Dios y conociéndola de hecho.

Continuará…



domingo, 1 de septiembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (22° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (22° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Y ¿qué me dice de José su esposo que juega un papel importantísimo en el Plan eterno de Dios mientras se desarrolla su Voluntad establecida? Amaba con todo su corazón a María y aunque su dolor era indescriptible, no permitiría que nada malo le sucediera, solo desaparecería de su vida y de la historia sin dejar rastro. Él era un buen hombre, también alguien justo y la Voluntad de Dios lo alcanza para comunicarle como él participa de dicho propósito. Más ni antes ni después él pregunta nada ni pide nada. No se le ve buscando la Voluntad de Dios para su vida como para ser apto para este gran acontecimiento ni ahora ni después, ni anticipándose a nada. Todo lo que hace es disponerse y Dios le define cada paso a dar cuando es el momento.

Llegamos al momento de analizar a Cristo mismo, el Señor.

Aunque Él es la figura central de toda la Palabra y de quien deberíamos aprender cómo vivir y hacer la Voluntad de Dios, interesantemente nunca dice nada al respecto, ni Él anda por allí orándole al Padre para que le muestre su Voluntad para su vida porque finalmente no lo necesitaba; Él vive toda su vida en la perfecta Voluntad de Dios la que conoce muy bien y viene a cumplir en su totalidad. De hecho ni siquiera Él decide por si mismo nada, ni habla nada por su propia cuenta, Él opera conforme vio y escuchó del Padre porque así nos lo hace saber (Juan 5: 19; 14: 24).  Él testifica buscar la Voluntad del Padre (Juan 5: 30), pero el versículo no nos deja la impresión de que no la conoce por cuanto la busca, sino que no vino a hacer su propia Voluntad sino la del Padre y en ella se mueve toda su vida. Por lo que nos confirma todo el contexto de su vida y todo lo que leemos de Él, no se trata de una búsqueda de algo que ignora sino de algo en lo que vive permanentemente. No existe ningún pasaje en el que dude acerca de la Voluntad de Dios o le veamos preguntándole a Dios a ver qué quiere. Se mueve y camina cada paso en esa Voluntad de manera que hasta sus tiempos están determinados para operar en sincronía con los del Padre. (“no ha venido mi hora” y expresiones como esa)

Él, siendo el Señor, se sometió a la Voluntad perfecta y establecida de Dios, a su Plan eterno que proviene desde antes de todas las cosas siendo inclusive  la razón de dicha Voluntad como ya vimos.

¡Qué maravilla!

Y la cumplió y agradó al Padre y es elevado a la mayor posición de honor de modo que no hay otro Nombre digno de mayor distinción que el de Él. 

Si pensamos en los discípulos, ellos ni buscaban al Señor, Él los llamó.

Continuará…