domingo, 24 de noviembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (34° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (34° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

No podemos hacer la Voluntad de Dios dejando de lado la misericordia porque Dios es misericordioso.

Y se nos ordenó a ser misericordiosos así como Él lo es (Lucas 6: 36). Y además es un mandamiento con promesa también: Mateo 5: 7

¡Cómo tenemos mucho que aprender y a practicar la misericordia sin duda alguna!

Leamos a continuación Filip. 2: 13…porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”.  También  Hebreos 13: 21…(Dios) os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

¡Qué maravillosos par de pasajes!

No dejan lugar a que andemos inventando. Tampoco buscando lo que no nos importa. Nos debe poner a pensar porque como ya dijimos, muchas cosas que hacemos aunque puedan ser buenas son resultado de nuestras propias acciones o cosmovisión de las cosas. Y eso para Dios no cuenta. Llegarán muchos delante del Señor con un cúmulo de obras que hicieron y al ser quemadas se convertirán en hojarasca porque fueron suyas, no las de Dios.

Inclusive hay quienes son especialistas en estorbar. Mucho más se podría lograr sin que estén ellos involucrados. Si se hicieran a un lado ayudarían más que estando. Acá en el reino, el asunto no es que más manos suman, sino las manos apropiadas y asignadas por Dios son las que son provechosas.

Mirando la condición de la iglesia moderna hoy, está más que claro cómo se insiste en hacer lo que Dios no ha mandado y por eso los resultados. Pero tampoco los buenos resultados nos garantizan que todo estuvo conforme la Voluntad de Dios santa y perfecta.

Mucho cuidado y no nos engañemos. Algunos vendrán con ministerios aparentemente exitosos delante del Señor pero sin haber sido conocidos por Él (Mateo 7: 22 y 23)

¿Qué hará la diferencia? El amor genuino y por supuesto la obediencia.

Así que dejemos de meter las manos a donde no debemos y de estar preocupados por hacer para el Señor como locos cuando realmente la Palabra dice que Dios preparó de antemano obras para que anduviésemos en ellas las cuales tienen que ver con su conocimiento (el conocimiento de su Voluntad) y provocadas por Él no por nosotros.

Por desgracia, nos ocupamos en tanto, que dejamos lo esencial de lado. Inventamos tanto para hacer que nunca conocimos ni nos entendimos en lo que sí debíamos hacer.

Continuará…