domingo, 28 de julio de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (17° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (17° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Compruebo algo más que me es muy interesante en esta historia. Como mencioné anteriormente, hay un solo sitio en esta dimensión en que la Voluntad de Dios no se gestiona libremente y eso porque Dios mismo lo planeó y lo llevó a que fuese así. En la voluntad humana. Dios no obliga ni obligará a nadie a servirle ni obedecerle, aspectos en los que media el amor por cierto. Pero aquí usted me dirá que al Faraón Dios le quebró su voluntad. Sin duda. Sin embargo no lo hace exigiéndole por ser Él Dios y Faraón el líder poderoso del Imperio. No se trata de un medir poderes sino más bien de hacer valer un derecho. Recordemos que los israelitas no son una conquista de Egipto como para convertirlos en su propiedad ni mucho menos para hacerlos esclavos. Por otra parte no eran cualquier pueblo, le pertenecían a Dios. Así que Dios está reclamando justamente lo que es de su propiedad y Faraón no quiere ceder bajo ninguna circunstancia. Se los está robando a Dios descaradamente, imagine. Por su orgullo pierde más de lo que significaba conservarlos. Pierde su dominio, pierde riquezas, pierde su ejército, pierde su honor, pierde su hijo. Eso no solo con Faraón sino con cualquiera que quiera tomar lo que es de Dios o imponer su propia voluntad fuera de sí mismo. No podrá más que perder. Ir en contra de la Voluntad establecida de Dios no depara nada bueno.

El hombre es expuesto a la Voluntad de Dios la cual le es buena para su supervivencia inclusive (1° Juan 2: 17), pero ya que al hombre se le concedió el derecho de tomarla o rechazarla, eso le traerá perdida y muerte lógicas aunque nadie lo está condenando ni eliminando; es decir, recibe lo que su propia voluntad escogió. La Voluntad de Dios es que viva, fuera de ella es reo de por sí de muerte porque así mismo es lo que escogió.

Así que no vemos a Moisés en un plan de conocer la Voluntad de Dios para su vida. Esta lo alcanza a él.

Si analizamos el caso de Josué, será exactamente igual a Moisés. Nunca andará en la búsqueda de la Voluntad de Dios para su vida, de hecho él ha tomado una sabia decisión por sí mismo “yo y mi casa serviremos al SeñorJosué 24: 15, y así lo hace. Dios siempre le dice qué hacer cuando es el momento y él obedece.

Continuará…



domingo, 21 de julio de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (16° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (16° Parte)

Escrito autóctono

Continuación…

Moisés, el libertador, título que de hecho hubiese menospreciado pues jamás antes de su llamado se hubiera considerado tal. Los primeros 40 años de su vida los vivió siendo formado en todo lo que cualquier Egipcio hubiese deseado siendo el supuesto sobrino del Faraón. Sus segundos 40 años los vivió como un extranjero en tierra ajena, alejado de su pueblo y prácticamente deseoso de olvidar sus raíces propias. Tan es así que hasta tuvo dos hijos varones y no los había circuncidado como era la costumbre para cualquier israelita de hacerlo a los días de nacidos. Llegó a esa tierra huyendo por haber asesinado a un egipcio. Así que ni se sentía libertador ni lo hubiese querido ser nunca.

Sus terceros y últimos 40 años los vive guiando a un pueblo rebelde por el desierto que quedó postrado allí por su desobediencia a Dios y por cuya causa Moisés mismo se vio impedido de entrar a la tierra a la que Dios les llevaba. Tan solo los hijos de ellos (una nueva generación) lograron entrar junto a Josué y Caleb de todos aquellos que habían salido de Egipto.

Ahora bien, recapitulemos su vida desde el momento de ser llamado por Dios.

Moisés ni buscaba a Dios. Se “tropieza” con Él por la curiosidad de ver una zarza que ardía sin consumirse en una montaña. Desde esa zarza Dios le llama a hacer lo que no se hubiese propuesto por sus propios medios: regresar a Egipto a liberar al pueblo que literalmente había sacado de su vida. Ni eso ni mucho menos ir a enfrentar solo al faraón y a su imperio para despojarlo de aquellos a los que consideraba sus esclavos. Una locura. Interesantemente Moisés es sino el único, uno de los únicos que trata de averiguar más detalles de cómo hacer lo que Dios le está mandando a hacer y Dios en su soberanía le responde, no como algo que debamos hacer porque la Palabra recalca que Dios no da cuenta de ninguna de sus razones (Job 33: 13). Más Dios que es rico en misericordia le responde. Entendamos esto, Él puede revelar un hecho dentro de su Voluntad pero no espera que nosotros le preguntemos detalles de cómo la hará. Definitivamente es un asunto de creer, sin embargo Moisés en realidad ya no se sentía parte de ese pueblo ni Dios se le había revelado sino hasta que fue tiempo.

Pero ¿podemos consultar o preguntar a Dios sobre cualquier asunto? De eso hablaré luego pero le insto a continuar con la lectura.

Moisés va, pero aún así totalmente dudoso y prácticamente empujado por Dios, y es en el proceso que aprende a conocer a aquel que lo llamó. En toda su existencia nunca había estado buscando la voluntad de Dios para su vida. Ni siquiera ahora que Dios lo llama, ni cuando está en Egipto, ni mientras dirige al pueblo en el desierto; todo lo que hace es obedecer a Dios al pie de la letra en lo que Él le dice y la Voluntad de Dios continúa su invariable propósito.

Continuará…


domingo, 14 de julio de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (15° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (15° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Abraham, otro de quien no sabríamos nada si no procede a alinearse y obedecer la voz de Dios, su Voluntad. Este es un caso interesante pues en verdad Abraham, antes de que Dios se le revelara, no lo conocía como para que podamos decir que vivía en su Voluntad. Es parte de una civilización alejada de la zona en que Dios ya tiene un plan establecido. Un país inclusive con otros dioses y costumbres. Pero Dios en un momento dado, le dice que salga de su tierra, y abandone sus ancestros y raíces y se vaya a otro lugar que no conoce. Abraham que entonces se llamaba Abram, toma a su familia entre los que están su mujer, padre, y sobrino y abandona sus amigos, cultura y futuro posiblemente prometedor como hombre adinerado y se va obedeciendo a un Dios que no conoce y a un lugar extraño que ni siquiera sabe cuál es sino hasta mucho después que Dios se lo muestra. Hasta este momento no se le ve buscando la Voluntad de Dios para su vida; esta lo alcanza. De hecho la única vez que decide hacer algo por cuenta propia lo que hace es complicarse la existencia. Pero con el tiempo aprende a conocer a ese Dios y Dios se hace su amigo al punto que le comparte las cosas que haría y le muestra un evento dentro de su Voluntad, no porque Abraham se lo pidiera sino porque Él se lo quiso mostrar. Posteriormente y aún cuando Dios le solicita algo que no calzaba con su Voluntad primera de darle una descendencia enorme, Abraham no cuestiona a Dios ni le pide razones, demostrando cuánto le amaba lo que lo llega a convertir en el Padre de la fe.  Puedes leer toda su historia y él nunca está intentando averiguar nada más allá de lo que Dios le ha mostrado. Su nivel de confianza y amistad con Dios le lleva a conocerle inclusive como un Dios de justicia que no castigará al justo junto al impío. Pero hasta allí. No hay en la historia de Abraham nada que nos diga otra forma de asimilar la Voluntad de Dios ni recomendación a que estemos buscando una personal para nuestras vidas en ningún momento de su experiencia.

José el hijo de Jacob, Dios le comunica otro evento dentro de su Voluntad mostrándole como un día sus hermanos y su familia se postrarán ante él. Nada halagador para ellos evidentemente. Dios solo se lo muestra pero no le dice cómo llegará allí ni qué debía hacer para alcanzarlo. Pero esa Voluntad establecida de Dios lo separa de los que más lo aman, es vendido como mercancía, vive como esclavo, es enviado injustamente a la cárcel y nada parece caminar al lado de lo que Dios le había enseñado años antes. Sin embargo ni antes, ni ahora José busca la Voluntad de Dios para su vida, simplemente se deja llevar por los acontecimientos quizá dudoso en su corazón muchas veces, pero esta ya le había alcanzado y lleva las cosas por el designio de Dios hasta el final que ya estaba dispuesto por Él. Conocemos la historia. Note, nunca se le vio buscando la Voluntad de Dios para su vida.

Continuará…



domingo, 7 de julio de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (14° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (14° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Cristo es el principio del fin del linaje humano actual pues él es el primero de una nueva especie que es la que Dios tenía en mente. Recordemos que él es el primogénito de toda creación, el primero entre muchos (Colosenses 1: 15; Romanos 8: 29).

Pero sigamos con Noé. Dios entre todos los hombres solo ve a uno. Uno que sabido de la ley de Dios vive por ella por lo que es justo y temeroso de Él.  Sencillamente vive una vida diferente al resto. No se pervierte. Su decisión personal fue temer a Dios y vivir según sus preceptos. Entonces Dios que le conoce evidentemente, un día le comunica lo que hará y su Voluntad de salvarlo así como a una pareja de cada especie de animales. Noé todo lo que hace es obedecer sin cuestionar nada y por su fe también se vieron beneficiados su esposa, tres hijos y las esposas de estos.

Note: ¿acaso Noé andaba buscando alguna Voluntad de Dios para su vida? ¡No! Sin proponérselo como tal la estaba viviendo porque vive en el temor de Dios. Pero la Voluntad eterna de Dios de destruir la tierra por agua lo alcanza en lo que se manifestaría pronto (el diluvio) y él obedeció. ¿Fácil?, en ninguna forma. No nos dice la biblia que fuera dueño de un bosque o un aserradero. Dios lo pone a construir un gran cajón, no un “balquito” como dirían nuestros queridísimos hermanos puertorriqueños. Algo rarísimo por cierto en una zona en que ni siquiera había un lago. Tampoco nos dice la biblia que fuera un marinero retirado (risas). Piense por un momento en el precio elevado y el trabajo titánico para hacer una gran bodega-edifico de madera sin fundamentos en la tierra. De hecho tenía que ser un hombre con ciertas condiciones económicas favorables pero en términos generales se deshizo de todo, porque finalmente nada de lo que tenía (una casa), o propiedades o quizá ganado las podría llevar consigo.

Si seguimos su historia, a él no se le ve nunca buscando u orando para conocer la Voluntad de Dios para su vida, ni antes, ni durante su estancia dentro del arca, ni después. No sabía cuánto tiempo estaría a la deriva, no sabía a dónde iría a parar. En un momento dado hizo algo que quizá usted o yo haríamos en las mismas circunstancias: enviar unas aves para averiguar si al menos las aguas habían comenzado a bajar. Era solo información porque nada podría decidir con eso. Aquel cajón flotante denominado arca, no tenía timón para poder guiarlo hacia ninguna parte, no tenía velas para que el viento lo empujara, no tenía motor ni remos para impulsarlo a algún lado que hubiese querido. Estuvo allí por prácticamente un año, pero nunca le pregunto a Dios acerca de su Voluntad para él o su familia. Estaba literalmente en medio de la nada a la Voluntad de Dios o como solemos decir: a la mano de Dios. Y Dios lo guardó, lo llevó a un lugar en que encallara y pudo ver de nuevo el mundo. Lo siguiente que hace es agradecer y Dios le da a él y a sus hijos una nueva tarea: llenar la tierra. Y créame que obedeció. No se sabe demasiado más de Noé. Fue llamado a participar de la Voluntad de Dios, opera en ella y por eso los humanos continuamos en esta tierra hasta el día de hoy.

Continuará…