domingo, 21 de julio de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (16° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (16° Parte)

Escrito autóctono

Continuación…

Moisés, el libertador, título que de hecho hubiese menospreciado pues jamás antes de su llamado se hubiera considerado tal. Los primeros 40 años de su vida los vivió siendo formado en todo lo que cualquier Egipcio hubiese deseado siendo el supuesto sobrino del Faraón. Sus segundos 40 años los vivió como un extranjero en tierra ajena, alejado de su pueblo y prácticamente deseoso de olvidar sus raíces propias. Tan es así que hasta tuvo dos hijos varones y no los había circuncidado como era la costumbre para cualquier israelita de hacerlo a los días de nacidos. Llegó a esa tierra huyendo por haber asesinado a un egipcio. Así que ni se sentía libertador ni lo hubiese querido ser nunca.

Sus terceros y últimos 40 años los vive guiando a un pueblo rebelde por el desierto que quedó postrado allí por su desobediencia a Dios y por cuya causa Moisés mismo se vio impedido de entrar a la tierra a la que Dios les llevaba. Tan solo los hijos de ellos (una nueva generación) lograron entrar junto a Josué y Caleb de todos aquellos que habían salido de Egipto.

Ahora bien, recapitulemos su vida desde el momento de ser llamado por Dios.

Moisés ni buscaba a Dios. Se “tropieza” con Él por la curiosidad de ver una zarza que ardía sin consumirse en una montaña. Desde esa zarza Dios le llama a hacer lo que no se hubiese propuesto por sus propios medios: regresar a Egipto a liberar al pueblo que literalmente había sacado de su vida. Ni eso ni mucho menos ir a enfrentar solo al faraón y a su imperio para despojarlo de aquellos a los que consideraba sus esclavos. Una locura. Interesantemente Moisés es sino el único, uno de los únicos que trata de averiguar más detalles de cómo hacer lo que Dios le está mandando a hacer y Dios en su soberanía le responde, no como algo que debamos hacer porque la Palabra recalca que Dios no da cuenta de ninguna de sus razones (Job 33: 13). Más Dios que es rico en misericordia le responde. Entendamos esto, Él puede revelar un hecho dentro de su Voluntad pero no espera que nosotros le preguntemos detalles de cómo la hará. Definitivamente es un asunto de creer, sin embargo Moisés en realidad ya no se sentía parte de ese pueblo ni Dios se le había revelado sino hasta que fue tiempo.

Pero ¿podemos consultar o preguntar a Dios sobre cualquier asunto? De eso hablaré luego pero le insto a continuar con la lectura.

Moisés va, pero aún así totalmente dudoso y prácticamente empujado por Dios, y es en el proceso que aprende a conocer a aquel que lo llamó. En toda su existencia nunca había estado buscando la voluntad de Dios para su vida. Ni siquiera ahora que Dios lo llama, ni cuando está en Egipto, ni mientras dirige al pueblo en el desierto; todo lo que hace es obedecer a Dios al pie de la letra en lo que Él le dice y la Voluntad de Dios continúa su invariable propósito.

Continuará…