domingo, 29 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (39° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (39° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

El pasaje de 1° Pedro nos indica que nuestras obras deberían callar la boca de los insensatos; pero ¡acciones de bien!, en medio de un mundo que es malo o calculador y lo que busca son las felicitaciones por lo que hace.

Al final de todo, la Voluntad de Dios es completarnos en Cristo, que Él sea preeminente sobre nosotros, que todo glorifique a Dios. Lea algo que ya pasó y no que vendrá como si se encontrase en el futuro respecto a su revelación: Efesios 1: 9-10: Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo, para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo: reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra”.
Se trata de Él, no de nosotros.

Teniendo una buena perspectiva acerca de cómo es la Voluntad de Dios, nos enseña a tener una certeza en nuestra existencia y es que Dios no nos dejará ser tentados más allá de lo que podamos resistir por cuanto lo promete la Palabra (1° Corintios 10: 13) y que a los que aman a Dios (aquellos que son llamados conforme a su propósito) todas las cosas les ayudan para bien. (Romanos 8: 28)

En resumen, hay una gema que encontramos a lo largo de la revisión de la Palabra respecto a esta gran temática tratada y es que la Voluntad de Dios no es algo para buscar o pedir que se me revele sino algo en lo cual vivir día a día para hacer.

Ahora, quizá usted se preguntará ¿cómo tratando este tema en 39 capítulos  hasta aquí más uno más que es con el cual finalizaremos la próxima semana si Dios nos lo permite,  colaboramos o aportamos a nuestro asunto que tiene que ver con comunidades de hermanos por las casas a lo que llamamos iglesia en casa o iglesia doméstica?

Continuará…



domingo, 22 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (38° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (38° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Alguna vez escribí que no deberíamos esperar ni reconocimientos ni parabienes del mundo porque en realidad el mundo solo se verá descubierto en sus verdaderas e insanas intenciones frente al accionar de una vida rendida al Señor que está haciendo su Voluntad.

Se nos dice en la Palabra que la fe de Noé condenó al mundo (Hebreos 11: 7). No porque Noé anduviese con un hacha cortando cabezas y enviando al infierno a los pecadores. Sus acciones justas en medio de la maldad de su época brillaron poderosamente frente a Dios y en medio del mundo dejándolo expuesto.

Si el mundo aplaude la obra que usted hace para el Señor quizá no es obra del Señor porque la genuina obra de Dios lo desenmascarará dejando ver a todas luces su oscuridad.

De manera que lo piensa uno cuando ve al mundo elogiando las obras que se hacen en Nombre de Dios. Por lo visto en la Palabra eso como que no acierta con Él. Jesús dijo claramente “el mundo os aborrecerá”. Y también en otra oportunidad dijo que el mundo no lo amaba a Él porque Él no era de este mundo. El mundo puede amar solo lo suyo y Cristo no es de este mundo. Tampoco aquellos que son llamados, que son como Él y que igualmente no son de este mundo.

Creo que hay tela que cortar sobre el tema, pero cuando observo al mundo aplaudir a los cristianos algo no me calza.

Al mundo no le gusta que usted ame a Dios y quiera seguir sus preceptos  porque estos se oponen a él. También leemos en la Palabra y lo dijo Cristo que la amistad con el mundo es enemistad con Dios por lo cual el que se hace amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios. Eso no quiere decir que usted haga a los inconversos sus enemigos sino a las obras de los inconversos que no se compaginan con una vida rendida a Dios.

Dios amó al mundo (a todos los seres humanos) entregando a su hijo para que no se perdieran, pero eso en ninguna manera hace que Dios ame sus obras, de hecho las abomina.

De nuevo, estar en la Voluntad de Dios no nos hace aceptos al mundo, todo lo contrario, nos pone en una posición que el mundo odia.

Continuará…

domingo, 15 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (37° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (37° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Analicemos un último pasaje:
1ª Pedro 2: 15Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos”.

Este pasaje nos habla de acciones, nos habla de testimonio, nos habla de hechos. Pero no de cualquier acción, testimonio, ni hecho sino aquellos que se basan en el conocimiento real de Dios.

¿Por qué es importante esta consideración? Porque hoy por hoy mirando el cristianismo moderno, tanto hay que se dice, se testifica o se hace que no tiene más que la intención de sumar a la imagen, a la fama, al buen nombre para alcanzar respeto y aceptación.

Muchos han caído en las garras de una falsa buena vida que hasta se aplaude en el mundo y la verdad es que Cristo (el verdadero) no es gustado ni mucho menos aplaudido en el mundo. ¡Qué contrariedad! La Palabra dice que el mundo ama lo suyo. Así que Cristo y todo lo que se parezca en verdad a Él no será muy bien aceptado porque no son del mundo.

Muchos que lo seguían lo hacían interesados en los panes y los peces. Cuando fueron confrontados se alejaron. Muchos vinieron a Él solo por la sanidad de su cuerpo y luego no se supo más de ellos. Muchos que gritaron: “…¡Hosanna al hijo de David!...” y “…¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor!…”, pocos días después pedían su muerte.

Este pasaje más bien aporta a la realidad de que las buenas obras hechas según la Voluntad de Dios confrontan y tapan la boca de los insensatos. Pero por lo visto muchas de las obras hechas por el cristianismo moderno todo lo que hacen es dar que hablar a esas bocas y en no pocos casos cosas nada buenas.

Continuará…


domingo, 8 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (36° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (36° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

No debemos olvidar jamás que la Palabra nos pide esforzarnos, trabajar, ser honestos, pero además interesantemente nos recuerda declaraciones como “diga el débil fuerte soy” (Joel 3: 10); o mandamientos de compartir con el que no tiene (Efesios 4: 28; 1° Juan 3: 17) como ya decía. Entonces vamos a tener personas entre los hermanos con condiciones económicas favorables y otros a los que su economía no le sonríe tanto. Pero a ambos se les pide agradecimiento y solidaridad. Es más, a ambos se les pide contentamiento. Y eso de ser agradecido es porque en medio de la necesidad vemos su mano misericordiosa moverse y en medio del bienestar económico vemos su mano misericordiosa sosteniéndonos. Siempre es Él y por Él. El apóstol Pablo decía: “…he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”. Filipenses 4: 11 y 12. No sé los que defienden la prosperidad moderna dónde colocan este versículo tan claro sobre todo porque es un apóstol de verdad el que lo está diciendo.

Y qué decimos de la misma vida del Señor acá en la tierra que no fue un dichado de bienes. 

Así que no piense que le tocará bienestar y que siempre será así porque debe ser así o porque posee un “manto” de bendición económica sobre usted, ni piense que le tocará necesidad y que siempre será así porque debe ser así o porque pesa sobre usted una maldición o Dios lo ató a la pobreza. Tampoco confunda ninguna de ellas con la bendición o el castigo de Dios, ojo, porque tanto uno como lo otro son relativos. Hay quien con recursos no los puede disfrutar y esa es una forma de padecimiento, como así mismo quien sin ellos vive tan intensamente como si fuese dueño de todo. Ambas cosas son realidades por supuesto pero que ni una forma u otra muevan su perspectiva de Dios y su dependencia, de nuevo, su dependencia de Él. Gócese de ver la luz de un nuevo día y las oportunidades que traerá así como las dificultades que podrían venir y gócese de llegar a su cama por la noche y poder dormir en paz.

Sea porque parece que todo va muy bien o porque vino el padecimiento, sea porque ríe o porque ha de llorar, ha de entenderse en Dios y no reprimir su sentir por lo que experimenta pues las circunstancias no han de variar en ninguna forma su fe, dependencia y confianza en el Señor. Mire la maravillosa historia de Job y su final.

Pero seamos agradecidos y no quejosos. Esa es la Voluntad de Dios. Quien se queja es precisamente porque no conoce la Voluntad de Dios.

Continuará…

domingo, 1 de diciembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (35° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (35° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Lo otro es que La Voluntad de Dios siempre nos llevará a esperar. Sí, a esperar. Esto porque buscará la absoluta dependencia que tengamos del Señor en nosotros. Si debemos hacer algo, por pequeño o insignificante que nos parezca debe ser indicado por el Señor, nunca provocado por nosotros. Por eso para evitar sentimientos o visiones extrañas, debemos conocer cómo es Dios y lo que quiere en su Palabra para discernir sobre aquello que se presenta y puede ser más bien un estorbo, algo que nos puede atrasar. Recordémoslo... la Voluntad de Dios santa y perfecta requiere nuestra total y completa dependencia del Señor. No existe otro camino.

Otra regla a seguir:
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”1° Tes. 5: 18

Un corazón agradecido ante el Señor es algo muy valioso. Pero es muy fácil tenerlo cuando todo marcha bien. Para muchos ni aún así. Hay quienes teniendo vidas sin mayores complicaciones, sin necesidades de ningún tipo, poseyendo una salud envidiable, siendo exitosos en lo que hacen, en fin, difícilmente se acordarán de Dios. No lo necesitan según ellos.  Finalmente muchos lo tomarán en cuenta hasta que la situación cambia o ven todo desmoronarse. Otros ni aún así. Como quiera que sea, estar consciente de la Voluntad de Dios no quiere decir que todo es color de rosa. Cualquiera que venga a venderle ese concepto, lee de otra biblia. Quien le diga que estar con Dios es sinónimo de prosperidad financiera, de tener lo que se desea, de cumplir los más grandes sueños materiales, etc. no ha comprendido  absolutamente nada. Dios no promete tales cosas como garantía de conocerle. Pero seamos honestos, lo contrario tampoco es cierto. Muchos consideran que seguir al Señor es abrazar un voto de pobreza y sumirse en toda clase de necesidades y padecimientos que según ellos abren de par en par las puertas del cielo. Tan errado esto como aquello.

Así que ni una ni la otra. Entonces ¿qué podemos esperar? Quien posee en este mundo no debe poner su confianza en ello y quien no, jamás debe echarse a morir. A algunos les tocará según su Voluntad vivir más solventes que otros, pero nos pide la Palabra que unos y otros seamos agradecidos en todo y además que todos nos esforcemos y trabajemos honestamente con el fin de compartir con el que no tiene. Ser agradecido no demanda nada de Dios pues confía en su provisión necesaria, confía en su cuido, confía en lo que Él hace. De nuevo, muestra una rendición y dependencia total a Él independientemente se tenga mucho o poco. Va más allá si quiera de tener o no. Sobrepasa lo que podríamos pensar que merecemos en ambos sentidos, es decir sea bueno o consideremos humanamente hablando no tanto, porque finalmente su misericordia y bondad son suficientes vayan momentáneamente las cosas aparentemente bien o aparentemente mal.

Continuará…