domingo, 27 de octubre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (30° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (30° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Se trata del Perdón. El Señor no hace una sugerencia al decirnos que debemos perdonar siempre; ¡es un mandato! No tiene cláusulas de restricción según sea el caso, se trata de hacerlo indiferentemente de la situación que se tenga.

Lo otro vital que no debemos perder de vista respecto al perdón es que incluye una advertencia pues si no perdonamos, tampoco nosotros seremos perdonados por Dios. Así que el tema no es solo horizontal (de usted hacia las personas que le rodean) sino vertical (de Dios hacia usted).

Pero la gente vive sin perdonar, el pueblo de Dios ha dejado de lado tan importante mandamiento; no se puede, es imposible estar en la perfecta Voluntad de Dios si no se perdona. No solo hemos de comprenderlo, sino tomar acciones genuinas con respecto al perdón.

Debemos comprender que el perdón es un regalo. Usted dirá: "claro! el Señor ya me perdonó"...; pero aunque es cierto, este se nos da ahora como un presente para otorgar. Es decir, no únicamente como algo que recibió y listo. Ahora lo tiene para también darlo. Nadie debería pedírselo, no está bien. Usted debe darlo independientemente de la situación. Entonces es muy diferente a lo que habíamos aprendido. Ya tendremos la oportunidad en otro estudio de conocer la dinámica del perdón y sus alcances maravillosos. Mientras tanto, ya que usted lo recibió, debe andarlo consigo por todas partes no para que todos se enteren de que usted fue beneficiario sino para que usted lo otorgue también a todos. Es lo que Dios quiere que usted y yo y todos hagamos.

Notará que solo con tocar estos dos puntos medulares de la Voluntad de Dios (amor y perdón), el número de los que querían conocerla puede que haya comenzado a  mermar.  Y es que ambas tocan fibras muy sensibles de nuestro ser. Valdría preguntarse aquí: ¿quiero en verdad vivir en la plena Voluntad de Dios? Si la respuesta es Sí!, entonces lo siguiente a cuestionarse es: “¿Amo a todas las personas y ya perdoné genuinamente a todos?”. De aquí dependerá lo que usted realmente quiera.  No se trata de respuestas rápidas. Hay que trabajar en ello.

Continuará…



domingo, 20 de octubre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (29° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (29° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Se ha dicho que en el Antiguo Testamento hay unos 600 mandamientos de Dios, en los evangelios existen por el orden de los 300 mandamientos de Cristo el Señor y en Hechos de los apóstoles y las cartas escritas tenemos aproximadamente unos 564 mandamientos de Cristo impartidos por los apóstoles con lo que estaremos total y completamente certeros de la Voluntad perfecta de Dios.

Necesitamos examinarlos como le reitero, no en ningún libro de nadie sino únicamente en la Palabra de Dios.

Sin embargo, deseo aquí compartir con usted (sin pretender obviar ni uno solo por supuesto) algunos que requerimos tener -yo diría- en primera línea de escrutinio, no por ser más importantes sino por lo que vemos se afronta en la vida cotidiana del cristianismo actual. Lo que quiero es por ahora ahorrarle una búsqueda monumental y un tratar de asimilar cosas preliminarmente, sin tomar en cuenta estas consideraciones de vital importancia. Lo que voy a hacer lo hizo ya el Señor con los judíos quienes igualmente pasaron por alto esto tan importante por cierto. Mateo 23: 23 y 24 

El Señor dijo que los mandamientos se resumían en Amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo de la misma manera como nos amamos a nosotros mismos (Marcos 12: 30 y 31). Esta síntesis que nos ofrece el mismo Señor, supera todos los sacrificios y toda la sangre que se pudiera derramar en un altar en honor a Dios como se muestra continuando en el verso 33.

De manera que a nadie que no ame a Dios le interesará saber cómo piensa Él o lo que quiere y quien no ame a su prójimo tampoco le importa dañarlo si tiene la oportunidad.

Así que el amor resulta ser práctica perfecta dentro de la Voluntad de Dios para todos. Más viendo cómo está el mundo y la iglesia misma, se requiere que nos volvamos y encarrilemos a su Voluntad de todo corazón. Si usted no procede a amar, la Palabra aclara que tampoco usted ha conocido a Dios y es muy probable que ni siquiera califique como su hijo sino que muestra todas las características de ser hijo “del otro” (1° Juan 4: 8, 20 y 21). Así que aunque se sepa al dedillo todos los mandamientos de la Palabra y conozca todos los misterios, sin amor, de nada le sirve (1° Corintios 13: 2).

Pero eso no es todo. Veamos algo medular y que está en cuidados intensivos en el reino… muy falto en el pueblo de Dios, valga decir.

Continuará…



domingo, 13 de octubre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (28° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (28° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

1ª Juan 5: 14Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
De nuevo y es la pregunta del millón… ¿Cómo puedo pedir algo conforme a su Voluntad si estoy esperando a que se me revele o no la conozco? Definitivamente tengo que conocerla para entonces saber cómo pedir de manera que lo que pida no esté en conflicto alguno con lo que Él desea. Y para conocerla ya sé dónde está, en su Palabra.

Todo esto nos muestra una cosa…, no se trata de cruzarnos de brazos hasta que la Voluntad de Dios nos alcance si es que estamos previstos para ella diría alguno. Hay algo que ya debemos estar haciendo y es conociéndola para saber cómo es Dios; asunto que se consigue escudriñando su Palabra porque no puede usted pretender conocer su Voluntad ni hacerla si no lo conoce a Él. Y ¿cómo pretende obedecer su Voluntad si no sabe lo que ella plantea?

Entonces ¿podemos saber con toda claridad la corriente de la Voluntad Perfecta y ya establecida de Dios? Definitivamente; pues la reveló claramente como para evitar que estuviéramos dudosos de ella.

A continuación quiero darle una mano en el conocimiento de la Voluntad de Dios. No voy a llevarle por un camino sacrificado de ayuno u oración, ni le pediré “vigilar” o que tenga un nivel de fidelidad o cristiandad tal que califique para conocer la Voluntad de Dios, porque ninguna de esas cosas hará que usted la conozca más ni menos que otra persona que no haga nada de eso. Está disponible para usted y para todo creyente que desee conocerla claramente, entendible como la luz del día. Ya lo dije: su Palabra bendita es la que nos define su Voluntad. No deberíamos pensar que hay otra pendiente oculta en otro lado ni otra manera de conocerla.

Ahora escuche,  hemos de escudriñar en las Escrituras lo que Dios quiere, qué pide, qué desea, y evidente y concretamente todo lo que Él significa, lo que es su Voluntad. No tiene absoluta relación con una Voluntad de Dios  misteriosa y particular para mí que debo de tratar de descifrar. Su Palabra es el más maravilloso compendio de su Voluntad única, revelada, establecida y eterna que está a nuestra disposición.

Si quiere saber por dónde empezar, los mandamientos (no solo diez sino todos) la describen.

Continuará…

domingo, 6 de octubre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (27° Parte)



La Voluntad de Dios para mi vida (27° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Respecto a la Voluntad de Dios, Pablo mismo solo nos recomienda que la comprobemos pero con un entendimiento renovado (Romanos 12: 2) porque a decir verdad, difícilmente cualquiera se dispondría a ella así no más; hay que tener fe indiscutiblemente como le pasó a María. “…sin fe es imposible agradar a Dios…” (Hebreos 11: 6). Más note que él habla de comprobar algo que ya está con nosotros, una Voluntad (única) que ya existe o fue revelada, no una que vendrá o llegará en algún momento posterior.

Efesios 5: 17Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.
Ser entendidos… Me pregunto: ¿se podrá alcanzar el entendimiento de algo con lo que no se cuenta o está escondido o en el misterio? ¿Podremos aprender o interiorizar algo que no se conoce todavía? Ojo, no habla Pablo de ninguna Voluntad definida como personal o particular que tenga que buscar cada quien, sino que se refiere a la Voluntad de Dios (única) y nada más. En concreto este versículo nos exhorta a que entendamos cuando algo es la Voluntad de Dios y cuando no. Que sepamos diferenciar la situación. ¿Cómo diferenciaremos entre lo que es y no es, una cosa u otra si no conocemos ya la Voluntad de Dios y su extensión?

Es decir, para entender las situaciones, debemos tener a la mano los elementos adecuados. Esos elementos son precisamente la Voluntad de Dios ya revelada, su Palabra, la que está allí disponible y completamente abierta para que caminemos en ella en cualquier situación. No hay nada más, ni nada nuevo, ni nada personal que se nos deba revelar.

Encajan aquí muy bien las Palabras del apóstol según Col. 1: 9 y 10 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;”

Pablo no habla aquí en ningún momento de algo que se les revelará a futuro o como que deban pedir para conocer, sino de algo que ya está disponible, a la mano y han de estar asimilando para vivirlo evidentemente. Llama la atención lo que producirá en ellos ese conocer (proceso de hacer propia) dicha Voluntad: Ellos lograrán: 1- Andar como es digno del Señor; 2- Agradarle en todo; 3-  Llevar fruto en toda buena obra;  4- Crecer (madurar) en el conocimiento del Señor.

Continuará…