La Voluntad de Dios para mi vida (34°
Parte)
Escrito autóctono
Continuación…
No podemos hacer la Voluntad de Dios dejando de lado la
misericordia porque Dios es misericordioso.
Y se nos ordenó a ser misericordiosos así como Él lo es (Lucas 6: 36). Y además es un
mandamiento con promesa también: Mateo
5: 7
¡Cómo tenemos mucho que aprender y a practicar la misericordia sin
duda alguna!
Leamos a continuación Filip. 2: 13 “…porque Dios es el que en vosotros produce
así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. También Hebreos 13: 21 “…(Dios) os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad,
haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al
cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
¡Qué maravillosos par de pasajes!
No dejan lugar a que andemos inventando. Tampoco
buscando lo que no nos importa. Nos debe poner a pensar porque como ya dijimos,
muchas cosas que hacemos aunque puedan ser buenas son resultado de nuestras
propias acciones o cosmovisión de las cosas. Y eso para Dios no cuenta.
Llegarán muchos delante del Señor con un cúmulo de obras que hicieron y al ser
quemadas se convertirán en hojarasca porque fueron suyas, no las de Dios.
Inclusive hay quienes son especialistas en
estorbar. Mucho más se podría lograr sin que estén ellos involucrados. Si se
hicieran a un lado ayudarían más que estando. Acá en el reino, el asunto no es
que más manos suman, sino las manos apropiadas y asignadas por Dios son las que
son provechosas.
Mirando la condición de la iglesia moderna
hoy, está más que claro cómo se insiste en hacer lo que Dios no ha mandado y por
eso los resultados. Pero tampoco los buenos resultados nos garantizan que todo
estuvo conforme la Voluntad de Dios santa y perfecta.
Mucho cuidado y no nos engañemos. Algunos
vendrán con ministerios aparentemente exitosos delante del Señor pero sin haber
sido conocidos por Él (Mateo 7: 22 y 23)
¿Qué hará la diferencia? El amor genuino y por supuesto la obediencia.
Así que dejemos de meter las manos a donde no debemos y de estar
preocupados por hacer para el Señor como locos cuando realmente la Palabra dice
que Dios preparó de antemano obras para que anduviésemos en ellas las cuales
tienen que ver con su conocimiento (el conocimiento de su
Voluntad) y provocadas por Él no por nosotros.
Por desgracia, nos ocupamos en tanto, que dejamos lo esencial de
lado. Inventamos tanto para hacer que nunca conocimos ni nos entendimos en lo
que sí debíamos hacer.
Continuará…