domingo, 10 de noviembre de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (32° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (32° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

Lea además lo que dice Pablo: (1° Corintios 5: 9 y 10)

Se trata entonces de que el mundo pueda ver que se puede vivir en esta tierra guardándose del pecado y que la libertad está disponible para ellos también. Eso es evangelizar. Un papel aguanta lo que le pongan pero una vida de testimonio impacta de verdad a los corazones.

¿Para  qué cree que la Palabra dice que somos la luz del mundo y la sal de la tierra?

Porque la Voluntad de Dios es que nos santifiquemos. Y usted sabe lo que es el pecado, por eso usted sabe de lo que debe alejar su corazón.

Jesús se santificó por nuestra causa, es decir decidió por su propia voluntad no tocar el pecado a sabiendas que le necesitábamos a Él. Nosotros también somos llamados a hacerlo.

De nada le vale saberse la biblia de tapa a tapa si ello no le lleva a santificarse. Valga decir por cierto que hacerlo tampoco nos debe alejar de los hermanos como algunos que no se vuelven a congregar por no juntarse con hipócritas según dictaminan. Eso es más una excusa barata que la santidad o falsa santidad más bien que pregonan. Si tienen fe de llegar al cielo es a los hermanos a los que se encontrarán allí como para haber cortado con todos. No tiene respaldo bíblico separarse de los creyentes sino una actitud de amor y tolerancia reconociendo que la misma condición de amor y tolerancia nos asiste a nosotros por parte de ellos también.

Veamos otros pasajes.

La Palabra nos dice lo siguiente: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide el Señor de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Miqueas 6: 8; “Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice el Señor”.  Jer. 9: 24

La justicia. ¿Qué significa hacer justicia? Sabemos que vivimos en un mundo injusto, es decir desbalanceado en donde a lo que se le llama justicia no lo es y en donde estamos más acostumbrados a condenar. Interesante que la justicia se represente legalmente como una mujer con los ojos vendados (que nos habla de imparcialidad) con una balanza en sus manos marcando el punto medio, sin inclinarse hacia la derecha ni a la izquierda. Pesa justa dice la Palabra en otro lugar (Proverbios 11: 1; 16: 11; 20: 10) sin cohecho de ninguna especie (2° Crónicas 19: 7; Isaías 5: 22 y 23).

Continuará…