domingo, 9 de mayo de 2021

La Radicalidad (9° y última parte)

La Radicalidad (9° y última parte)

Continuación…

El Poder del evangelio hoy más que nunca cambia vidas y el reino de las tinieblas retrocede ante la iglesia genuina del Señor. Hay una batalla encarnizada pero nuestras armas son poderosas en Dios para destruir fortalezas (2° Corintios 10: 3-5)

Una vez más Dios pregunta ¿quién está de su lado? (Éxodo 32: 25 y 26), porque el juicio se avecina.

Dios llama a su pueblo a humillarse ante Él y Él sanará nuestra tierra (2° Crónicas 7: 14) Ese es el camino. No con fuerza sino con su Espíritu (Zacarías  4: 6).

Una vez más los radicales juzgan al mundo con sus vidas (1° Corintios 6: 2), sus santas acciones lo condenan (Hebreos 11: 7). Nadie podrá presentarse ante Dios diciendo “no pude”, porque los radicales pudieron afrontando exactamente y estando bajo las mismas circunstancias.

No es pareciendo cristiano, se debe serlo. Pero no se puede ser plásticamente.  No es compatible con la Vida. Se es o no. Sin mezclas ni adiciones de ninguna especie. O se tiene y por ende Cristo es visible, o es simple retórica, muerta, sin la Vida de Dios.

Hoy de nuevo como ya sucedió en el pasado, la realidad es el crisol en que se purifica y revela el oro y deja expuestas las impurezas.

Hoy Dios entresaca a los suyos de en medio del mundo porque estos son la prometida de Cristo, aquella por la que Él regresa pronto.

No hablo de la que todo mundo llama iglesia cualquiera sea su "apellido"…, hablo de los que son como Él.


Fin