domingo, 8 de mayo de 2022

Las “tres partes” del hombre 33° Parte

Las “tres partes” del hombre  33° Parte

Continuación…

“Polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3: 19). Así que el cuerpo del hombre hecho del polvo de la tierra, regresa a la tierra a seguir siendo polvo. Nuestra carne que luce como tal mientras estamos vivos, de nuevo se convertirá en aquel elemento material que le dio forma. Vemos aquí entonces tanto el origen como el destino del cuerpo físico.

Por su parte, el espíritu que hizo del hombre un ser viviente, sale de él y regresa a Dios que es la Vida (Eclesiastés 12: 7 “El espíritu vuelve a Dios quien lo dio”. “Dios es el Dios de los espíritus de toda carne” Números 16: 22. Simple, su origen está en Dios y su destino es Él. No hay más.

En cuanto al alma que es el hombre en esencia, habiendo habitado un cuerpo físico sale de él y continúa viva experimentando ahora otra dimensión pues no cesa funciones. Tiene uno de dos destinos. Y aunque como todo debía volver naturalmente al lugar de su proveniencia que es Dios, y es lo que Dios anhela, aquí interviene la voluntad que Dios respeta, la del hombre, por eso existe en juego otro destino; la de los perdidos. (Apocalipsis 6: 9; Lucas 9: 56; Salmo 16: 10; Hechos 2: 27 - No dejarás mi alma en el Seol o Hades)

Y ya que lo tocamos…, ¿qué es el Seol? Se describe comúnmente como el lugar de los muertos. Acá se genera -como si no bastaran- otro de los grandes problemas del mal entender la doctrina de la Palabra. Muchos deducen que se refiere al sepulcro o tumba donde es colocado el cuerpo. Pero en Éxodo cuando hubo la rebelión de Coré, tanto él como Datán y los demás que se rebelaron fueron tragados por la tierra y descendieron vivos al Seol junto a sus posesiones y familias Números 16: 32 y 33. Que yo sepa allí no había ninguna tumba, sepulcro, ni se suscitó el hecho en un cementerio. 

Y hay más, pues se supone que cuando alguien es colocado en el sepulcro ya está muerto, es decir no puede ver, hablar, sentir, pensar, etc. en su cuerpo pues ya no está en él. Si el Seol es la tumba entonces Cristo se equivocó cuando habló del rico y Lázaro. Él dijo que en el Seol el rico alzó sus ojos Lucas 16: 23. ¿¿¿???... ¿Pero no estaba muerto ya? O ¿es que lo enterraron vivo? Su cuerpo ya había muerto y fue colocado en un sepulcro, pero su alma que no había muerto, ahora experimentaba completamente viva y consciente otra realidad. Iba al lugar de los que habían dejado esta dimensión para ingresar a otra. Ése es el Seol o Hades.

Continuará…