Las “tres partes” del hombre 32° Parte
Continuación…
En otro momento
futuro si Dios nos lo permite, analizaremos esa doctrina errónea que creen
millones de cristianos que sí la aceptan, producto más bien de la ambigüedad de
ciertos pasajes bíblicos que por no contextualizarlos debidamente y
equipararlos con toda la Escritura. Ello los llevó a generar un engaño creído y
hasta defendido por algunos grupos. Sucede porque no ven el cuadro completo y
se centran en secciones del mismo.
Sigamos.
Fíjese a lo que nos ha llevado este mal entender la Palabra de que nosotros somos espíritus, pues le dio lugar a falsedades como el espiritismo. Si comprendemos la doctrina de la Palabra de Dios enseñándonos que no existen espíritus de seres humanos, las personas serían libres de engaños como lo es el espiritismo y perderían su tiempo diciendo que invocan a alguien.
Si usted piensa que invocar a algún muerto este vendrá, ni crea que acudirá el tal; no puede ni existe tal cosa. Los que sí acudirán son demonios engañadores haciéndose pasar por hombres, de eso puede estar seguro, y Dios aborrece y condena duramente esas prácticas. La invocación de seres de las tinieblas incluyendo al diablo es un gran pecado (Levítico 20: 27; Deuteronomio 18: 11 y 12).
Preguntas
interesantes que exigen respuesta clara según el tema abordado.
¿Qué dice la biblia de lo que le ocurre al espíritu, al alma y al cuerpo una vez que el hombre fallece o termina su paso en esta existencia física?
Sobre el cuerpo leemos: “Polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3: 19). Así que el cuerpo del hombre hecho del polvo de la tierra, regresa a la tierra a seguir siendo polvo. Nuestra carne que luce como tal mientras estamos vivos, de nuevo se convertirá en aquel elemento material que le dio forma. Vemos aquí entonces tanto el origen como el destino del cuerpo físico.
Continuará…