domingo, 11 de septiembre de 2022

Las “tres partes” del hombre 51° Parte

Las “tres partes” del hombre 51° Parte

Continuación…

¿Cómo equiparar la experiencia de Cristo el Señor respecto a haber encomendado su espíritu a Dios en la Cruz al morir y luego ir en espíritu a los lugares más profundos de la tierra en una misión? Pero ¿no es que su espíritu regresaría a Dios? Efesios 4: 8-10; 1° Pedro 3: 18 y 19.

Otra excelente pregunta.

Si leemos los pasajes que hacen referencia a ese hecho grandioso en la vida y misión de Cristo, nos damos cuenta de que el caso del Señor es atípico a cualquier otro ser humano. Recordemos desde su concepción misma…, ¡diferente!; su vida…, ¡diferente!; su muerte…? Nada igual o ningún otro ser vivo. Hasta su resurrección fue diferente a la resurrección que experimentaremos el resto de nosotros.

Él es el único en esta tierra que pudo tener control de la hora de su muerte… sin tener que atentar contra su propia vida. Todo eso lo hace verdaderamente especial y único en cuanto al resto de mortales. Pero no es todo, su alma no experimentaría lo mismo que el resto de nosotros, sino que operaría en una misión de suma importancia la cual continuaba exactamente luego de morir.

Nosotros terminamos nuestro paso por este mundo cuando morimos, él no. En su muerte se gestó otra de sus victorias maravillosas yendo a las partes más profundas de la tierra (al sitio llamado el Seno de Abraham o Paraíso) a llevarse a todas las almas de los antiguos que esperaban por Él al cielo. Estos fueros todos los santos salvos que habían creído. Ellos conocían su promesa de no dejarles en el Seol (el sitio de los muertos). También agrega la Palabra que fue a predicarles a espíritus encarcelados, que entendiendo la doctrina de toda la biblia, se trata de darles un testimonio a ángeles (que sí son espíritus) quienes habían caído de su santidad pecando; algunos de los cuales permanecen allí para ser desatados al final de los tiempos en los juicios de Dios sobre la tierra como lo dice Apocalipsis Capítulo 9; 2° Pedro 2: 4 y Judas 6.

Continuará…