sábado, 19 de diciembre de 2015

Lo que Dios bendice y lo que nosotros bendecimos (1º parte)



Lo que Dios bendice y lo que nosotros bendecimos (1º parte)
Escrito autóctono

Bendición; palabra muy usada por muchos pero a ciencia cierta gran cantidad no comprende su significado.

La bendición de manera simple, es todo cuanto nos produzca sentimientos de satisfacción y estado de bienestar en el marco de la pureza. Podríamos decir que se refiere a todo lo bueno que recibimos o que nos pasa. Resalto la pureza, porque hay cosas que brindan bienestar y deleite que no son necesariamente bendición y obedecen a apetitos de la carne más que otra cosa. 

Por ejemplo llamamos bendición a la salud, al alimento que Dios pone en nuestras mesas, a la inteligencia que Dios nos da. Llamamos bendición a un nuevo día que se nos permite vivir, a la vida misma, al aire que respiramos; llamamos bendición a tener buenos hijos, a ser amados, a compartir con personas que nos aprecian, a tener buena relación con nuestros semejantes, a lograr un sueño por el que luchamos, a dormir bien, a salir y regresar con bien. Llamamos bendición a tener económicamente lo necesario cuando se necesita, al techo que nos cobija, a la mano que se extiende a ayudarnos.

Pero hay cosas que parecen no ser buenas que se tornaron en bendición para alguien como por ejemplo no lograr tomar el autobús a tiempo y enterarse después que tuvo un accidente serio donde se produjeron heridos.
 
Dice la Palabra de Dios que: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre...”  (Santiago 1: 17) y que Dios tiene pensamientos de paz y no de mal para nosotros (Jeremías 20: 11).

Conociendo a Dios comprendemos que Él hizo todas las cosas pensando en que pudiésemos estar bien, que fuésemos plenos y tuviésemos felicidad. Mirándonos en nuestra condición pecaminosa, hizo todo cuanto estuvo en sus manos para no dejarnos así ni que nos perdiéramos, entregó hasta su posesión más preciada por nosotros, a su hijo.

Así que la fuente de toda bendición es Él. Al amarnos decidió darnos todas sus bendiciones y son las que disfrutamos día a día por medio de Cristo.

Continuará…