El
precio de vivir la verdad según la piedad. (9° parte)
Escrito autóctono
Continuación.
Pero entonces ¿Cómo se compagina la
verdad que es según la piedad que no es opulenta con una vida como la descrita?
Es simple, cuando la vida no depende de
las riquezas y estas no controlan el corazón de la persona. Vuelva a leerlo: 1° Juan 3: 17 y 18
Muy diferente a eso es que usted pretenda
la riqueza de manera ilegal o peor aún: a costa del reino. Y en esto debo ser
todo lo claro que se necesita. Si Dios le ha otorgado un don y usted lo usa
para lucrar, definitivamente está errado. “…de gracia recibisteis, dad de
gracia.” dijo el mismo Señor (Mateo 10:8).
Pero aquí no voy a ser un “legalista” que critica todo cuanto no sea gratis en
las cosas del Señor. Debo ser igualmente todo lo honesto que se debe porque no
todo en el extender el reino es gratis evidentemente.
Cuando digo “lucrar” me refiero a hacer
riqueza y procurarla del reino.
Hago la salvedad a aquellos a quienes el Espíritu
ha señalado para que vivan del Evangelio por su arduo trabajo en él. Por
supuesto ese “vivir del Evangelio” no atropella el principio del vivir la
verdad según la piedad que no es usurera, ni avara, sino prudente. Todo lo que
excede a eso, no proviene de Dios.
Todo cuanto hagamos para Dios procurando
comunicar su mensaje o hacer lo que nos pide, debe ser tan gratis como el aire para
aquellos a quienes va dirigido. Si hacerlo conlleva gasto, la enseñanza de la
Palabra es que este debe ser cubierto por todos los hermanos involucrados y
aquellos creyentes que gustosamente deseen desprenderse. Nunca por aquellos a
los que se les quiere beneficiar con el mensaje.
El Señor nunca cobró por nada de lo que
hacía, pero dice la Palabra que habían mujeres y personas influyentes que
creían y apoyaban económicamente su labor. Eso cubría los muy seguros gastos
que tenía en su trabajo. Más no estaba interesado en poseer una “cuenta
bancaria” para “asegurar” su futuro personal con ese recurso. Para ese fin está
el trabajo que no es del reino.
Los hermanos en la fe son eso, hermanos;
es decir una familia. No son un negocio. Si quiere obtener riqueza de ellos
legalmente, póngase una pulpería o bodeguita y justamente cobre lo justo, y de
eso regale lo que quiera si así lo quiere.
Si ha amasado o está amasando riqueza por
“servirle a Dios”, le digo con toda honestidad que usted está desenfocado y que
ese recurso no se lo ha dado Dios. Si este es el caso mejor arrepiéntase. Si no
lo hace la Palabra dice que la ira de Dios está sobre usted.
Continuará…