domingo, 19 de marzo de 2017

La alabanza suprema (3° y última parte)



La alabanza suprema (3° y última parte)
Escrito autóctono

Continuación…

La alabanza suprema tiene que ver con “rajar” de Dios (Salmo 18: 46) de todas las formas. Es como “hacer porras” de nuestro Dios.

En realidad hay un universo de alabanza esperando que lo exploremos. En eso la creación nos gana según leímos en Job.

Ahora, no se trata que haga "vivas" de Dios porque hizo el sol, o cae la lluvia, o tiene aire para respirar. Nadie verá grande a su Dios por eso. La verdad es que cualquiera sin conocerle ni servirle recibe también dichos beneficios.

Pero ¿puede contarles lo que le está pasando ahora mismo de forma particular y maravillosa por ser Él su Dios y que no lo hace el dios de ellos con ellos? Eso ya haría la gran diferencia ¿no le parece?
  
Le aseguro que el gadareno al contar su historia después de ser alguien abandonado de todos y hasta temido, ahora al verle cuerdo y lleno de vida, muchos que le conocían podrían decir cuán afortunado era de haberse encontrado con alguien que sí pudo liberarle y cambió de forma tan impresionante su vida. Creo que a muchos les provocaba hasta envidia.

¿Es su vida la envidia de quienes le conocen por el Dios que usted tiene?

¿Qué puede usted decir de su Dios que sea verdaderamente extraordinario, fuera de lo normal pero que lo haya hecho con usted? En otras palabras, aquello que lo hace un testigo real de que Dios no solamente existe sino que obra palpablemente en usted.

Quizá que en medio de la necesidad y que a nadie le alcanza, a usted sí y que recibe el alimento en su mesa todos los días y está satisfecho; quizá que en medio de la angustia usted tiene paz, que en medio de la desesperanza usted si tiene genuina esperanza y la está disfrutando ahora mismo…; quizá que en medio del miedo y temor de salir a la calle que tienen todos, usted va y viene tranquilo porque Dios es su protector y guardaespaldas; quizá que entre tantas familias disfuncionales, usted tiene una familia que se ama, está unida y confía en el Señor. O podría ser que en medio del dolor de su cuerpo usted disfruta más allá del alivio de su carne. Tal vez que en tal o cual problema que desesperaría a cualquiera, usted halló propósito y vio a Dios actuar en su favor sobrenaturalmente. 

No sé, tanto y tan sorprendente podría contar de cómo le trata Dios a usted por el hecho de que usted es su hijo.

¿Ya ve como si es posible alabar en todo tiempo y de mil y una formas sin siquiera cantar afinadamente ni el feliz cumpleaños?

Pablo decía: hablen entre ustedes con salmos, con himnos y cánticos espirituales…  (Efesios 5: 19) Interesante que diga “hablen”.

Quizá porque es común que una letra impactante de una canción, fue primero una historia, una experiencia más allá de lo común antes de ser puesta en el pentagrama. Los salmos son testimonios y experiencias de los salmistas que vinieron posteriormente a ser cantos.

En ninguna manera este escrito está contra cantar o usar la música para alabar a Dios, evidentemente. Jamás podría, más cuando la música, el canto y la composición han sido parte de toda mi vida y lo sigue siendo. Pero estoy totalmente convencido de que Dios quiere ampliar nuestro rango de alabanza a solo cantar y usar música. Es un hecho.

Le invito a alabar a Dios, meditar en todas las formas que tiene a la mano y con las que puede hacerlo. Claro, y si de paso, como última opción, y si viene a su mente, a lo mejor y aparezca por allí una melodía en su corazón que elevar al Señor. 

Fin  

Próxima publicación: "Testimonio"