Llevad mi yugo
sobre vosotros… (2° Parte)
Escrito autóctono
Continuación…
Me llama la
atención la letra de una bonita canción de un compositor cristiano que dice
“Buenos días mundo, aquí vamos otra vez…” Parafraseo el sentido a mi entender: “Luchas,
¡qué! ¿Otra vez hoy?... Testaruda rutina.”
Compagina muy
bien con la oración de muchos: “Señor, te ruego me ayudes hoy porque yo ya no doy…”
Prácticamente un grito de S.O.S. al
cielo.
Pero… ¿imaginamos
al Señor con una misión como la que tuvo cuando estuvo entre nosotros, bregando
en este mundo así?; recordemos que vino a ser humano como nosotros sin estar
exento de nada y era Él solo contra el mundo. ¿Imaginamos a los apóstoles
(hombres comunes como usted o yo) teniendo tal visión de su labor cuando se enfrentaron
a la monumental tarea de la iglesia?; recordemos que al menos eran a 500 que
debían atender 12 al principio y sin esperárselo ni pedirlo fueron 500 X 7 dividido entre 12 de un día para otro . Y como si no
bastara, a la vuelta de la esquina se duplicó la cifra. ¿Imaginamos a la
iglesia implorando socorro al Señor cuando debían afrontar persecuciones y
maltratos? ¿Sabe qué?, no creo que hubiesen llegado muy lejos en su alcanzar al
mundo.
¡Qué!, ¿acaso sus
problemas no eran tan serios? Le aseguro que sí, y muy serios, pero no los veo
en ninguna parte quejarse, ni dudar de sus convicciones ni permanencia.
No se me tome
por desconsiderado con mis hermanos sufrientes por las situaciones anómalas que
les genera su trabajo para Dios, pero… ¿acaso vinimos a esta vida a tener que estar
en una descomunal lucha con todo y hasta con nosotros mismos en nuestra
carnalidad por servirle a Dios, llegando a la noche prácticamente respirando
por la boca?
La respuesta es
un no, pero no un “no” de simple negación sino un “no” de que estamos hace
tiempo equivocando el camino y gastando energías valiosísimas de forma innecesaria.
Continuará…