Llevad mi yugo
sobre vosotros… (6° Parte)
Escrito autóctono
Continuación…
Si, vivimos luchas
diarias, pero debemos entenderlas como pasajes totalmente asumibles pues
contamos con el poder y la fortaleza del Espíritu en nosotros permanentemente. Tendremos
etapas difíciles y algunas experiencias hasta
groseras si se quiere pero tampoco serán para toda la vida. Unos más que otros
créame según Dios definió para cada cual conforme a sus condiciones, pero todas
tienen el objetivo de aumentar nuestra resistencia y sacar a la luz toda la capacidad que Dios nos ha dado.
Admiro hermanos
y hermanas que se han enfrentado a experiencias que ni las imagino para mí,
pues pienso no tener el aplomo para vivirlas al menos desde mi sentimiento o perspectiva
personal, sin embargo ellos las pasaron. Ninguno se quedó en ellas. El peso de
gloria y fe que adquirieron es por demás admirable. ¡Gloria al Señor!
Entonces, ¿cómo veo
la lucha del creyente?
Pienso en los
boxeadores profesionales. Trabajan unos más conscientes que otros para sus
combates. Saben que subirán a la lona y recibirán golpes, pero lograrán evadir la
mayoría si se prepararon bien, así mismo asestarán al oponente buenos ganchos,
pero solo el que se haya capacitado mejor y aplicado la técnica más depurada, saldrá
victorioso. Y se nota la diferencia de cómo el vencedor muchas veces “paseó” en
el cuadrilátero y logró conectar a su adversario de forma más contundente hasta
derribarlo y él apenas muestra vestigios en su rostro. Pero eso no quita que en
algún momento tuviese que aplicarse para no convertirse él en la víctima de su
rival. Aún y con mejor preparación, no debe subestimar a su contrincante.
Ahora bien,
usted tiene dos maneras de lograr su objetivo. Y aquí viene la parte en que
nuestra fe y por qué no decirlo, nuestra inteligencia es puesta a prueba ya en
el servicio a Dios. Por ejemplo puede nivelar un terreno sumamente quebrado y
disparejo con solo pala y carretillo por semanas y semanas o puede hacerlo en
unas cuantas horas con un tractor (vi eso literalmente cerca de mi casa cuando
niño y me dejó tremenda enseñanza para este momento). Usted decidirá cómo desea
afrontar sus situaciones.
Puede atravesar
un país a pie durante muchos días o montarse en un avión y cubrirlo en horas.
Puede tratar de
picar una gran roca con un pico o dinamitarla.
Puede cortar un
árbol con una hoja dentada metálica o un hacha, o bien usar una motosierra.
Continuará…