Lo
más leído (Top 20 de Publicaciones) PUBLICACIÓN 16
Seguimos compartiéndole esta serie sobre las publicaciones más leídas de nuestro blog, recordándole que las presentamos de forma aleatoria
y no conforme al volumen de visitas que generaron. Sin duda querrá leer los
temas completos para una mejor comprensión. Le instamos a hacerlo y para ello
le facilitamos en cada título su fecha de publicación para que pueda ubicarla
en nuestro archivero. Le bendecimos y
oramos al Señor porque cada publicación le ayude a cimentar su fe.
Publicación 16
Lo que Dios bendice y lo que nosotros bendecimos (1º
parte)
Ubíquelo en la fecha 19-12-2015
Escrito Autóctono
Bendición; palabra muy usada por muchos pero a ciencia
cierta gran cantidad no comprende su significado.
La bendición de manera simple, es todo cuanto nos
produzca sentimientos de satisfacción y estado de bienestar en el marco de la
pureza. Podríamos decir que se refiere a todo lo bueno que recibimos o que nos
pasa. Resalto la pureza, porque hay cosas que brindan bienestar y deleite que
no son necesariamente bendición y obedecen a apetitos de la carne más que otra
cosa.
Por ejemplo llamamos bendición a la salud, al alimento
que Dios pone en nuestras mesas, a la inteligencia que Dios nos da. Llamamos
bendición a un nuevo día que se nos permite vivir, a la vida misma, al aire que
respiramos; llamamos bendición a tener buenos hijos, a ser amados, a compartir
con personas que nos aprecian, a tener buena relación con nuestros semejantes, a
lograr un sueño por el que luchamos, a dormir bien, a salir y regresar con bien.
Llamamos bendición a tener económicamente lo necesario cuando se necesita, al
techo que nos cobija, a la mano que se extiende a ayudarnos.
Pero hay cosas que parecen no ser buenas que se tornaron
en bendición para alguien como por ejemplo no lograr tomar el autobús a tiempo
y enterarse después que tuvo un accidente serio donde se produjeron heridos.
Dice la Palabra de Dios que: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre...”
(Santiago 1: 17) y que Dios tiene
pensamientos de paz y no de mal para nosotros (Jeremías 20: 11).
Conociendo a Dios comprendemos que Él hizo todas las
cosas pensando en que pudiésemos estar bien, que fuésemos plenos y tuviésemos
felicidad. Mirándonos en nuestra condición pecaminosa, hizo todo cuanto estuvo
en sus manos para no dejarnos así ni que nos perdiéramos, entregó hasta su
posesión más preciada por nosotros, a su hijo.
Así que la fuente de toda bendición es Él. Al amarnos
decidió darnos todas sus bendiciones y son las que disfrutamos día a día por
medio de Cristo.
Continuará…