La Voluntad de Dios para mi vida (6° Parte)
Escrito autóctono
Continuación…
¿Qué es lo primero que se le viene a la
mente cuando alguien le dice que busca la Voluntad de Dios para su vida? Es
común que se piense que la Voluntad de Dios que esa persona busca es diferente
a la Voluntad de Dios para su vida que está buscando otra persona, ¿no es
cierto?
A usted se le ordena en la Palabra que trabaje, que se esfuerce, que haga sus negocios y todo cuanto le viniere a la mano con toda pureza, que se comporte y tema a Dios en sus cosas, en fin…; de camino usted se enamorará, se casará, tendrá una familia, si fue inteligente y se preparó tendrá recursos buenos, y todo lo que esta vida le propondrá… pero por favor, eso nos pasará a todos de la forma que cada quien se lo agenció, creyente o no. No hay diablo ni Dios en ello. Cada quien lo vivió como quiso. Cada quien tomó en cuenta los preceptos de Dios o no en lo que decidió. No hay, no existe para nada Voluntad de Dios específica en ninguna de estas cosas como plan diseñado que descubrir. Pero sí preceptos por los cuales vivir si uno quiere que le vaya bien.
Este es el punto.
Buscar sin sentido una Voluntad de Dios
particular como si existiera una específica para nosotros diferente a la de los
demás o al menos una diseñada para cada uno de los hijos de Dios que existe
sobre esta tierra, repito, no parece tener base lógica. No está en la Palabra.
Y es que la Voluntad de Dios se ha enmarcado dentro de lo misterioso, lo oculto, inclusive hasta lo místico; pero contrario a eso en realidad está abierta, ya se ha dado a conocer.
Sin embargo y aún con todo lo dicho hasta aquí,
seré flexible, le daré el beneficio de la duda como para no desalentar su
esperanza. No pretendo desilusionarlo.
De modo que si existiera un Plan de Dios
individualizado, uno para cada persona, le aseguro con toda certeza que no tiene
necesidad de andarlo buscando ni desvivirse para que se lo revelen, este le
alcanzará en su momento a donde quiera que usted esté. No necesita tratar de
descifrarlo.
La verdad es que la mayoría desea conocer la
Voluntad de Dios para su vida en buena lid. No hay en nadie -diría yo- una mala
intención pues todos pretenden que su vida cumpla el propósito de Dios a
cabalidad y a cada momento; más para serle sincero, existe en nuestros
corazones tal deseo porque en el fondo lo
que queremos es justificar nuestras acciones.
Continuará…