domingo, 13 de septiembre de 2020

El daño nefando que asesta la mala percepción de la autoridad (Parte 12)

El daño nefando que asesta la mala percepción de la autoridad (Parte 12)

Continuación…

El evangelio poderoso y genuino vendría ser una tranquilizante y reconfortante muy buena noticia para todos. Traería libertad de verdad de esos sucios sistemas. ¿Por qué? Porque el hombre hallaría realmente plenitud en todas sus áreas. La mujer además de su plenitud, hallaría el lugar de honor que originalmente le pertenecía. Los hijos encontrarían un verdadero refugio de seguridad y amor en sus casas. El evangelio original construiría hogares firmes, llevando la sociedad a niveles de bienestar nunca antes vistos.

Ese es el cambio propuesto por Dios, no políticos ni religiosos porque esos están contaminados bajo el sistema corrupto mundanal.

Interesantemente el gobierno de Dios daría a la mujer responsabilidad como gobernante de su casa así como al hombre (1° Timoteo 5: 14) lo que significa que ella también ejercería en conjunto con él o en su ausencia dicho orden, siempre bajo los términos del servicio y amor.  Entonces no cabía la  posibilidad de luchas de poder ni de denigración ni humillaciones del uno para el otro por ninguna parte.

El incremento de los maltratos en nuestra sociedad, de los tristemente femicidios, del  abandono de los hijos, del maltrato a ellos, de hombres degradados por mujeres desubicadas, todo viene de esa mala percepción de la autoridad a la que estamos tristemente acostumbrados y programados.

Los hombres llegan malformados al matrimonio buscando finalmente una servidora que se transforma en su esclava; alguien para controlar, usar a placer  para auto satisfacerse y en el camino llenarla de hijos que también se convertirían en sus servidores, tomando una posición de amos de su casa en donde su palabra es ley (machismo en su más pura expresión); gobierno diabólico de imposición y miedo. 

Esos hombres jamás buscarán servir como producto de amar, porque de eso no saben nada ni se formaron así.

Por su parte las mujeres llegan al matrimonio buscando atención, cuido, protección y se topan con tiranía, uso, humillación. Algunas creen -igualmente malformadas-, que el matrimonio ineludiblemente es así porque esa es la norma. Algunas viven en cárceles e infiernos literalmente. Malformación que les hizo llegar allí lamentablemente buscando respuesta a sus necesidades. Tampoco procurarán servir por amor porque su malentender es que servir es una imposición maldita que las convierte en esclavas. Claro!..., por la programación que infringió en ellas ese sistema indeseable y diabólico con su ejemplo.

Continuará…