domingo, 18 de octubre de 2020

El daño nefando que asesta la mala percepción de la autoridad (Parte 17 y última)

       El daño nefando que asesta la mala percepción de la autoridad (Parte 17 y última)

Continuación…

Ver a la iglesia hoy es una pena, por todo a lo que ha llegado a atreverse. En definitiva no es ni lo que Dios plantea en su Palabra ni lo que es su Voluntad. Por supuesto no estoy en contra de los creyentes sino del sistema maligno que gobierna en lo que ellos llaman “La Casa de Dios” o “Iglesia” que tanto daño ha provocado y provoca a las personas en su percepción de la autoridad.

A lo que la mayoría se han visto expuestos no tiene nada que ver con la Casa del Señor. Lo que las multitudes llaman “Casa de Dios” realmente no lo es, ni la conocen. Y por cuanto no la conocen, no claman por ella.

Finalmente Dios desea transformar al hombre desde su interior para que su gobierno ahora se establezca en él; en su casa junto a su mujer, para que se transforme la sociedad y se cambie un país y para que la iglesia que son las personas transformadas, vivan el gobierno de Dios en que Cristo es el Señor realmente y la cabeza, única cabeza y todos funcionan bajo los términos del gobierno de Dios por el mutuo servirse en amor. Nada más.

Ese gobierno no necesita jerarquías contempladas en puestos de mando para nada. La grandeza en su casa se manifiesta conforme se sirve más que los demás basado en el amor.

No hay otra forma de sanamente verlo y aplicarlo. No existe. Solo la manera de Dios. Lo demás no proviene de Él, nos guste o no. Si seguimos como siempre, obtendremos las consecuencias de siempre… no porque Dios lo haya querido sino porque nosotros no obedecimos a su Palabra.

Cierro reiterando mi conclusión compartida al principio de este escrito ahora a manera de alerta: “si usted acepta como normal que la iglesia sea una organización con un gobierno jerárquico leve o bien enmarcado -independientemente del tipo de jerarquía o sistema que luzca-, usted está peligrosamente expuesto a un colapso de proporciones catastróficas en su familia”

Fin.