La Radicalidad (5° parte)
Continuación…
Creyentes dispuestos a cualquier cosa sin importar lo que eso signifique, a darlo todo por amor a su Señor y al prójimo, incluyendo sus propias vidas si fuera necesario pues saben que ya han ganado la Vida.
No hay discusión alguna, son y le pertenecen a Él y eso está por encima de todo.
Sí, surgen de nuevo poderosamente en medio de un mundo que es malévolo, depravado, corrupto, contaminado, perverso.
Y ellos están de manera firme mostrando a Cristo. Y Dios de nuevo haciendo maravillas en medio de ellos. No se parecen a nada que se halla visto en mucho tiempo. No siguen la tradición, ni la corriente del mundo. No se adaptan al mundo ni al status quo. Viven a Cristo pues ya no son ellos sino Cristo en ellos.
No hacen manifestaciones de fuerza de ninguna especie pues no necesitan demostrar nada. No protestan pretendiendo mejores condiciones para sí apelando a los disque Derechos Humanos pues estos realmente no les asisten, nunca lo han hecho y nunca lo harán (demostrado históricamente). Derechos cuya esencia es el humanismo, sin moral; ajenos de los criterios de Dios o tergiversándolos para justificar sus injustas posturas; pero tampoco los necesitan, de todas formas ellos tienen quien vele por sus derechos, jamás se vengan de las injusticias que les infringen bajo ninguna circunstancia sino que cuentan con su propio defensor, quien se vengue por ellos y es el Eterno quien dirá finalmente la última Palabra y establecerá su Justicia para siempre.
Así ha sido todo el tiempo. No podemos esperar nada diferente de este mundo. El mundo continuará su camino de perdición y nada lo detendrá. Seguirá corrupto ineludiblemente porque así lo dice la Palabra.
Continuará…
