domingo, 25 de abril de 2021

La Radicalidad (7° parte)

La Radicalidad (7° parte)

Continuación…

Para Dios solo existen sus hijos y los que no lo son. No hay términos medios.

O se está con el Señor o en su contra (Mateo 12: 30). No hay medias tintas. Aún los indefinidos, los de doble ánimo, los que viven dos tipos de vidas, indigestan al Señor (Apocalipsis 3: 15 y 16).

Así que se está o no, se es o no.

Muchos no gustan oír esto. Han adaptado sus oídos solo a lo que quieren oír. Han sido cegados creyendo que hacen la voluntad de Dios y hace tiempo están lejos de ella. No podemos tapar el sol con un dedo. Está en la Palabra (2° Cor 6: 14, 15 y 17) y debemos de saberlo y tomar cartas en el asunto si queremos vivir.

Prefiero la impopularidad al que nadie levante la voz. Hemos de establecer la Justicia de Dios, no con votos ni alianzas, sino con vidas rendidas a Dios.

Tenemos el ejemplo de José en Egipto. Tenemos el ejemplo de los 3 amigos de Daniel. Tenemos al mismo Daniel. Lo vemos en la iglesia de la Palabra.  

La radicalidad es tan fuerte que inclusive enfrentó a grandes hombres por sus normas de vida: Pedro y Pablo (Gálatas 2: 11). Pero eso no los hizo enemigos.

Ahora bien, ¿acaso se trata de agachar la cabeza sin más ni más y recibir cualquier injusticia por el mero hecho de ser fieles al Señor y radicales de posición?

¡Claro que no! Al menos no es lo que veo en la Palabra. No deberíamos entregar nuestras vidas ni comprometer nuestra integridad física así como así inútilmente.

Jesús mismo se defendió cuando tuvo que hacerlo pero claramente estableciendo la justicia de Dios. Esteban y Pablo también. Ninguno cerró su boca al ser dañados sin razón.

Continuará…