domingo, 13 de noviembre de 2022

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 7° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 7° Parte

Continuación…

Hay cantos, literatura vasta, predicaciones y todo cuanto podamos imaginar que la avalan, de manera que parece tan natural y tan verdad. Lo peor es que si escuchamos algo diferente o a alguien que la cuestiona, nos escandalizamos.

¿Es que acaso quienes procedieron a “aceptar a Cristo” tienen algún problema con su salvación? De nuevo no es el punto y centro de nuestro análisis sinceramente. El Señor nos libre de desanimar a alguien. Más bien, ¿qué enfoque obtuvieron en el mero inicio de sus vidas en el Señor aquellos que accedieron a aceptar a Cristo y la perspectiva que eso dejó en sus corazones? Pero en definitiva quienes se hayan humillado de corazón delante de Dios, saben que su misericordia les alcanzó, y la realidad del nuevo nacimiento en sus vidas ha de testificarlo.

El tema en sí se refiere a la expresión misma y la práctica como tal… de dónde fue sacada, y si comunica la verdad o no. De allí nuestro análisis y estudio.

Pienso que la figura tendrá cerca de 500 años de implementada como parte de la separación que se diera con Martín Lutero del seno de la Iglesia Universal. Es mucho tiempo. Antes de eso, desconozco si existe.

“Aceptar a Cristo”, se ha deducido desde el punto básico en que la biblia muestra que Dios envió a su Hijo para rescatar al hombre de su estado de pecado y enemistad con Él y por ende expuesto a la eterna separación de Él (la condenación). Entonces todos aquellos que lo entiendan y procedan a “tomar el ofrecimiento” que más que ofrecimiento es la solución que les hace Dios en Jesucristo, arreglan su situación personal con Él. 

Se justifica con pasajes puntuales como Mateo 10: 40; Juan 1: 12, 13: 20; Lucas 9: 48; y  Colosenses 2: 6. Pero curiosamente ninguno de estos pasajes presenta la tal expresión de aceptar a Cristo. Tampoco en sus contextos ni trasfondo se habla nada de recibirle para salvación. Mateo y Juan 13: 20 lo plantea como aquellos que reciben a los que Él envía; en tanto Lucas, como una aclaración dentro de una disputa entre sus discípulos sobre quien sería mayor en el reino. Por su parte en Colosenses trata de aspectos doctrinales y ya vida de los creyentes, no de evangelización ni palabras para incrédulos. Para el caso de Juan 1: 12, nos tomaremos un tiempo de análisis con profundidad más adelante.

Continuará…