domingo, 13 de agosto de 2023

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 46° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 46° Parte

Continuación…

Hay tormento para quienes van al infierno, tormento por fuego, sed, gusanos (Marcos 9: 44 al 48), pero no hay referencia alguna que dicho sitio sea el reino de satán. De hecho el Hades -suponemos que un ángel- tal como lo es la muerte, es de quien toma su nombre el sitio pues posiblemente él está allí como una autoridad malévola y tanto para él como para la muerte hay un destino eterno y tormento asegurado según lo dice Apocalipsis 20: 14. Sucede algo similar a otro ángel que reina sobre seres en el pozo del abismo que se llama Abadón o Apolión (Apocalipsis 9: 11).

Pero respecto al diablo, su operación y actividad está más definida en este mundo y en los aires (regiones celestes según Efesios 6: 12) que en medio de llamas y quejidos de condenados. Satan es referido como el príncipe de este mundo (Juan 14: 30; 16: 11) y de la oscuridad o reino de las tinieblas. Acá las tinieblas no se refieren necesariamente a lugares oscuros sino a todo lo contrario al bien, a la justicia y a la luz los cuales tienen que ver con Dios (Hecho 26: 18; Colosenses 1: 13; 1° Juan 1: 5; 2: 9.

La biblia dice que satán fue arrojado a la tierra e inclusive hasta el Seol cuando fue echado del cielo (Isaías 14: 15; Lucas 4: 5, 6) pero es aquí en la tierra desde donde organiza su reino demoníaco como ya leímos en Efesios.

 

Veredicto: Entonces satán no está en el infierno, ni se sienta en algún trono allí pues no existe tronos en ese lugar, ni el centro de su reinado es desde allí.

20- El infierno es aquí

¿Qué, es que es acaso esta una doctrina evangélica? Realmente no.

Pero es necesario aclararla por todo cuánto se dice al respecto y aún lo visto en el punto anterior. Como ya dijimos, Jesús habló claro acerca de un sitio de tormento al que van las almas de los hombres que se pierden y que no es un lugar placentero en ninguna forma. Este no es eterno sino que es una antesala antes de la condena definitiva y eterna en el lago de fuego al final de los tiempos.

Se suele decir que el infierno es aquí por las penurias que presenta la vida, o el calor asfixiante o desolador que pudiéramos sentir. Pero en realidad ningún mal por terrible que sea se asemeja al sufrimiento que tendrán en el infierno las almas de los perdidos.

Continuará…