Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 112
Continuación
No es un juego de palabras, es tan solo lo que comprendemos en la Palabra.
24 horas antes de la muerte de Cristo en la cruz, todos hubiesen metido las manos en el fuego a favor de que Judas era otro más de los buenos discípulos que seguirían al maestro, y estarían luego de su muerte viéndole resucitado y hasta siendo uno de los poderosos apóstoles en la época de la iglesia. Así mismo nadie hubiese dado nada por el ladrón de la cruz que tan solo pidió ser recordado después que el Señor viniese en su Reino. ¡Qué contraste!
24 horas antes de la muerte del Señor en la cruz versus lo que sucedió al término de esas 24 horas con el destino de ambos hombres.
No podemos dar por un hecho que el drogadicto o el alcohólico, que el mal hablado o cualquier supuesto perdido por el que no daríamos tampoco nada como viles religiosos que somos, están perdidos porque sí y continuarán así sin remedio. Que fe de pacotilla tenemos. Ni siquiera percibimos lo que ocurre en la eternidad que es muy diferente a lo que ocurre aquí. Es en la eternidad donde está determinado quienes son salvos sin importar su condición actual y quienes nunca, aunque hayan andado con la biblia debajo del brazo y la supieran de tapa a tapa.
Conste aquí que no estoy diciendo que algunos desdichados seres humanos que nacieron en este mundo están para perderse sí o sí porque así esta determinado en la eternidad, como muchos “inteligentes” maestros bíblicos que no comprenden absolutamente nada acerca de la predestinación…
¡Nadie total y completamente nadie está irremediablemente perdido, porque la sangre del Cordero inmolado le asiste si cree!
Pero cualquiera que piensa que con andar la biblia debajo del brazo es suficiente, es un desdichado que no entiende ni sabe nada y nunca llegará al cielo.
Continuará…