Doctrinas y prácticas
evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 122
Continuación...
También usan el pasaje de Mateo 16: 19 referente a atar y desatar …
Nos lleva al momento justo de la declaración de Cristo a Pedro cuando este último le ha dicho al Señor inspirado por Dios que él es El Cristo; esto es: el Ungido de Dios, quien ha sido elegido para dar libertad y Salvación.
Las palabras de Cristo son Autoridad, quien declara de sí mismo ser la Roca maciza sobre la cual será edificada la iglesia que así mismo tendrá la autoridad de derribar las puertas del infierno.
Es a Pedro a quien le da la profecía de algo que todavía no se ha revelado y son los atestados poderosos de esa iglesia la cual le encomendará más adelante para que la apaciente. La declaración de Pedro señala a Cristo quien a su vez es quien tiene la Autoridad de abrir el reino de los cielos a los pueblos y de atar las tinieblas y todo poder del enemigo desatando a los presos que se encuentran cautivos. Ahora Cristo le dice a quien extenderá esa autoridad refiriéndose a la iglesia, no a Pedro necesaria y específicamente, aunque él será beneficiado de ello por también llegar a ser iglesia más adelante.
¡Qué maravilla!, no está hablando en ninguna parte de entregarle unas llaves literales a Pedro que abrirán unos portones en el cielo (risas), ni tampoco de que este hombre fuera fundamento de nada. Tampoco le está dando ínfulas de andar atando y desatando lo primero que se le viniera a la mente ni a él ni a cualquiera como si fuese una licencia individual para hacer y deshacer lo que les venga en gana, sino la iglesia el cuerpo de Cristo ejerciendo el poder del evangelio que es el anuncio de las buenas nuevas de salvación del cual la misma Escritura declara que es Poder de Dios. Ella (la iglesia genuina) es la que continuará el ministerio poderoso de Cristo de anunciar el año de la buena voluntad del Señor (Isaías 61: 1 y 2).
El personaje central del pasaje no es Pedro, es Cristo y quién es Él. El segundo personaje de importancia en el pasaje tampoco es Pedro, sino la iglesia. Pedro es tan solo el vaso a quien el Señor le revela el panorama de lo que vendrá y será en poco tiempo.
Continuará…