domingo, 26 de enero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 122

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 122

Continuación...

También usan el pasaje de Mateo 16: 19 referente a atar y desatar …

Nos lleva al momento justo de la declaración de Cristo a Pedro cuando este último le ha dicho al Señor inspirado por Dios que él es El Cristo; esto es: el Ungido de Dios, quien ha sido elegido para dar libertad y Salvación.

Las palabras de Cristo son Autoridad, quien declara de sí mismo ser la Roca maciza sobre la cual será edificada la iglesia que así mismo tendrá la autoridad de derribar las puertas del infierno.

Es a Pedro a quien le da la profecía de algo que todavía no se ha revelado y son los atestados poderosos de esa iglesia la cual le encomendará más adelante para que la apaciente. La declaración de Pedro señala a Cristo quien a su vez es quien tiene la Autoridad de abrir el reino de los cielos a los pueblos y de atar las tinieblas y todo poder del enemigo desatando a los presos que se encuentran cautivos. Ahora Cristo le dice a quien extenderá esa autoridad refiriéndose a la iglesia, no a Pedro necesaria y específicamente, aunque él será beneficiado de ello por también llegar a ser iglesia más adelante.

¡Qué maravilla!, no está hablando en ninguna parte de entregarle unas llaves literales a Pedro que abrirán unos portones en el cielo (risas), ni tampoco de que este hombre fuera fundamento de nada. Tampoco le está dando ínfulas de andar atando y desatando lo primero que se le viniera a la mente ni a él ni a cualquiera como si fuese una licencia individual para hacer y deshacer lo que les venga en gana, sino la iglesia el cuerpo de Cristo ejerciendo el poder del evangelio que es el anuncio de las buenas nuevas de salvación del cual la misma Escritura declara que es Poder de Dios. Ella (la iglesia genuina) es la que continuará el ministerio poderoso de Cristo de anunciar el año de la buena voluntad del Señor (Isaías 61: 1 y 2).

El personaje central del pasaje no es Pedro, es Cristo y quién es Él. El segundo personaje de importancia en el pasaje tampoco es Pedro, sino la iglesia. Pedro es tan solo el vaso a quien el Señor le revela el panorama de lo que vendrá y será en poco tiempo.

Continuará…


domingo, 19 de enero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 121

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 121

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Tan solo la lectura previa nos pone el escenario de lo que viene tratando que es acerca de la fe, pero no de la sobrenaturalidad de la fe como muchos quisieran porque ni siquiera se habla allí de obras portentosas que esté haciendo alguien, sino de cómo Abraham estando en su condición de no circuncidado creyó a Dios su promesa.

Este ejemplo de su fe en dicha condición alcanza a los creyentes que también creen por la fe sin estar circuncidados por un tema de señal corporal, es decir, sin pertenecer necesariamente a aquel pueblo que se circuncidaba como signo en su carne de que formaban parte de un pueblo receptor de las promesas de Dios y escogido por Él.

Efectivamente, es la fe lo que hace la diferencia en nosotros que no somos judíos y que ahora también nos posibilita ser receptores de las promesas y bendiciones de Dios y pertenecer a un pueblo que Él se ha provisto.

Abraham creyó que Dios le daría descendencia a pesar de ser un anciano de 100 años y cuya esposa 10 años menor que él siendo ya estéril, lograría quedar embarazada según esa promesa.

Así nosotros que sin haber visto con nuestros ojos la muerte y resurrección de Cristo, creemos sin ninguna duda en ello (que Dios lo levantó de los muertos y que es el Señor).

Eso es fe que nos ha dado justificación ante los ojos de Dios y nos ha unido a su pueblo santo.

El pasaje nos recuerda que, así como al padre de la fe le fue contado por justicia creer, así todos los que son de fe. Interesantemente no dice por ninguna parte que él llamara a las cosas que no son como si fuesen, sino que es Dios el que hace eso.

¿Se da cuenta?, nada tiene que ver con super fe ni confesiones de hombres. Nada más claro que la misma Palabra bendita de Dios.

Continuará…


domingo, 12 de enero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 120

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 120

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He visto a muchos orar y atreverse a decretar cosas como si nada y quedar al final avergonzados. Pero eso no es lo peor. Muchos achacan a Dios la responsabilidad de sus atrevimientos. Pero no es Dios, ha sido la irresponsabilidad e ignorancia de esas personas que hacen quedar mal al evangelio.  

Y no se les quita. Al tiempo siguen engañados consigo mismos y engañando a muchos dándose ínfulas de ser los grandes siervos de Dios, como si fueran la élite de unos pocos.

¡Qué falacia!

Muchos evangélicos se han tragado las mentiras que les han enseñado sin tomarse la molestia de ir a revisar en la Palabra la verdad de las cosas. Ellos creen que sus palabras tienen el poder de cambiar las circunstancias solo por declarar. Por ejemplo, si hay crisis, con sólo confesar bendición entonces la situación cambia como por arte de magia y la crisis desaparece. Dios no prometió eso en ninguna parte, porque la crisis lleva al cristiano a confiar en su Dios y creer en su cuido y fidelidad en medio de ella. Pero eso no quiere decir que la crisis se va. De hecho, Dios usa la crisis para su Gloria y esta forma a cristianos más fuertes y genuinos.

A los defensores de ese movimiento de la mal llamada super fe, los escucharás orando en voz alta y diciéndole a los demás lo primero que se les viene a la mente creyéndose eminencias super espirituales. Piensan que con pronunciar que algo negativo se tornará positivo milagrosamente porque ellos así lo declararon, el asunto está resuelto.

Pero eso no es fe, es ignorancia.

Se acuerpan en aquello de que “hay que llamar las cosas que no son como si fuesen” (Romanos 4: 17) sacando de contexto esa hermosa verdad de la Palabra, pero pésimamente aplicada. Revisémoslo.

Continuará…



domingo, 5 de enero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 119

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 119

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Los mismos discípulos del Señor en algún momento pensaron que ellos tenían tal poder de mando y conmover los cielos con su palabra en contra de unos hombres, pero el Señor los ubicó reprendiéndoles con las siguientes palabras: “ustedes no saben de qué espíritu son” (Lucas 9: 54 al 56).

Creo que es la misma situación de muchos hoy. No comprenden primero que no son reyes, que la autoridad en el reino nada tiene que ver con ese deseo insaciable de darse importancia a sí mismos con poderes sobrenaturales y que todos les reconozcan, que el Soberano y Señor es Cristo y nadie fuera de Él.

Algunos quisieran que su sombra sanara a los enfermos como le ocurrió a Pedro, y que pudieran levantar a cualquier muerto, pero lo que están buscando es ser noticia y que las multitudes los sigan y hagan lo que ellos dicen. No saben de qué espíritu son.

Dios puede hacer lo que Él quiera y tiene todo poder de detener el sol, de abrir el mar, de hacer caer fuego sobre la tierra, de calmar la tormenta, de partir una montaña en dos, de resucitar los muertos. Puede hacerlo dónde y cuándo Él quiera porque Él es Dios y lo hará, pero dentro de su propósito y plan. Y por cierto no necesita a ningún vagabundo de esos para hacer su obra.

Nuestro trabajo como pueblo de Dios y cuerpo de Cristo está claramente definido en el Nuevo Testamento y no tenemos que andar metiéndonos en lo que no nos importa ni haciendo o diciendo tonterías jugando de lo que no somos. Seamos serios.

Decretar es ir demasiado lejos y jugar con la ignorancia de las personas siendo nosotros mismos los más ignorantes de todos.

Podemos creer en lo increíble porque Dios es un Dios de increíbles, pero eso no da lugar a que pensemos que Dios va a hacer lo que nosotros digamos, Él hará lo que bien le parezca cuando quiera hacerlo, pero nosotros no debemos andar asumiendo nada solo por mostrar que tenemos una gran fe, lo cual es una mentira.

Continuará…