domingo, 2 de febrero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 123

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 123

Continuación...

Entonces no hay nada aquí para decir “vamos a atar y desatar como locos”. ¡Sencillo!, no hay que perderse ni interpretar nada más fuera de esa grande y hermosa verdad que está allí y que analizamos. Nadie tiene la autoridad individual de auto atribuirse dicho poder como si fuese especial escogido para tal obra y nadie más.

¿Cómo sabemos que es esa la interpretación correcta y no otra que cualquiera quiera darle?  Pues simplemente veamos la historia de la iglesia allá en Hechos y las cartas apostólicas y seremos testigos del cumplimiento de lo dicho por el Señor. Toda ella funcionó en el poder del anuncio del evangelio a los perdidos y además nadie andaba en ese tiempo atando y desatando a placer cualquier cosa como lo quieren pretender muchos ignorantes hoy.

De nuevo, no hay que sacar pasajes fuera de su contexto. Continuemos.

Otros dicen: “Lo que confiesas recibes”, pero otra vez… ¿Dónde está eso en la biblia?

Lo que la biblia posee referente a confesar es: sobre salvación (“si confesares con tu boca que Jesús es el Señor” …), sobre Cristo (“todo el que me confiese delante de los hombres, entonces yo le confesaré delante de mi Padre” …), sobre los pecados (“eran bautizados confesando sus pecados”; “si confesamos nuestros pecados él es fiel y justo” …), sobre ofensas para con los hermanos (“confesaos vuestras ofensas los unos a los otros”…), pero nada acerca de confesar bendición o prosperidad para lograr cosas materiales. En realidad, eso es avaricia.

Confesar y confesar, declarar, decir y hasta decretar, hace pensar a la persona que está haciendo algo, pero en realidad no está haciendo nada.

Continuará…