domingo, 9 de febrero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 124

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 124

Continuación...

Sepa que la repetición de una determinada expresión que suena bonita, al final resulta en una norma psicológica que la gente sigue y hasta defiende a muerte, pero no tanto por su efectividad, porque en realidad eso no produce nada, sino que psicológicamente se produce un falso sentimiento de que todo está bien y no proceden a realizar nada productivo.

Eso es exactamente lo que quiere el diablo: cristianos que se recuesten en una falsa confianza que al final no lleva a nada. En realidad, la situación va de mal en peor. Esa pésima forma más bien proviene del ocultismo y prácticas de religiones hindúes, yoga y demás que tienen fuertes doctrinas basadas en ello para sus seguidores.

Según esas mentiras demoníacas de engaño, las energías universales se alinean a favor de quienes utilizan esos mantras, posiciones del cuerpo, meditación y hasta sonidos para cambiar los estados de ánimo y también las situaciones, más la biblia no establece nada de eso en ninguna parte para quienes son hijos de Dios.

¡Qué cuidado se debe tener que creyendo que se está practicando algo sano se esté más bien jugando un juego totalmente diabólico!

La fe es humilde, ora con temor reverente y acepta la voluntad de Dios como lo más conveniente dando gracias a Dios por ella cualquiera sea esta. Jamás impone ni coacciona a Dios de ninguna forma. No pide exigiendo nada. Ningún profeta, apóstol, o miembro de la iglesia oró jamás de esa forma.

Entonces ya hemos visto que hablar (declarar algo) para producir un efecto sobrenatural, no tiene respaldo bíblico, sin embargo, hablar en ciertas circunstancias para producir un efecto en los oyentes, eso sí tiene fundamento. Pero ojo, están igualmente definidas las circunstancias en que se aplica.  

Continuará…