¿Cómo se distribuían los recursos en la iglesia del Nuevo Testamento?
5° Parte
Escrito autóctono
¿Bastará digamos que un 10% del total traído para sostener a tantos que
eventualmente podrían servir en la obra del Señor?
Bien, hagamos un posible escenario
para verificarlo, pero antes es necesario comprender que para que algo así
tenga lugar, tiene necesariamente que haberse dado un cambio en los corazones y
mentes de cada quien comprendiendo no solo la razón del uso de los recursos,
sino también la vida que produce el dar con liberalidad, abandonando la
legalidad y tradición del dar.
Si esto ya se hizo vida en
nuestro corazón, entonces sabemos que somos libres para dar no un limitado y
legalizado10% junto a algunas monedas que hacen ruido como ofrenda, sino más.
De hecho este conocimiento jamás me llevará a restar lo que acostumbraba a dar
con fe (aunque basado en una regla o una costumbre) sino conciente y
alegremente a añadir más, basado en la libertad. No le pongo cifras
porcentuales pero definitivamente superará el 10%.
Esto nos lleva a dar también un
paso más en la fe, pues sabemos que ya no se trata de “cumplir con Dios” por
temor a la maldición o la condena; nada de eso hay ahora, sino que nos rige el
amor.
Si esto es así, entonces podemos
calcular para efectos de este ejercicio que realizaremos a continuación, que
ahora los hermanos podrían dar un promedio de un 15% según ellos mismos se han
dispuesto a dar generosamente. Pongamos que la suma del recurso recolectado brinda ese porcentaje. Entonces el panorama podría ser:
Si tuviésemos una comunidad de hermanos
conformada por unas 50 familias y en promedio cada familia obtiene
ingresos de unos $800 dólares por mes, el recurso total que aportarían al mes
sería $6000 dólares ($120 dólares en promedio de cada familia). Si sumamos a
esa cantidad ofrendas, primicias o algún otro que ellos aporten de corazón
generoso, esta suma podría alcanzar muy bien los $8,000 dólares mensuales. Aquí
no estamos tomando en cuenta aportes de personas fuera de la comunidad lo que
vendría a subir la cifra eventualmente.
Si de esta cantidad apartamos el
10% que se dedicará a obreros, tendríamos $800 dólares que podrían sostener
bien, sin ostentosidad pero dignamente a 1 hermano obrero y su familia entre esas
50 familias. Eso iguala en ingreso a las 50 familias que aportan. Pero si a esa
cifra añadimos que el hermano obrero podría recibir dádivas por aparte de los
hermanos que quisieren hacerlo, la cantidad puede dividirse para que haya otro
hermano obrero recibiendo sostén. Si la comunidad crece, lo cual es lógico,
habrá más recurso para más obreros. Y si estos obreros deciden solo recibir la
mitad porque tienen un trabajo de medio tiempo o no recibir porque trabajan tiempo completo fuera de la obra, pueden haber más obreros entre los cuales habrían que si recibirían algún tipo de sostenimiento de esa comunidad. Hasta aquí estamos considerando solo el 10% del recurso total traído. Tome en
cuenta que $7,200 dólares como dato inicial (el 90% restante) se estarían distribuyendo entre los
más necesitados de aquella misma comunidad ya que el promedio que se calculó no
dice que todas las familias que la conforman perciben $800 dólares al mes por
igual.
Esos $7,200 dólares pueden
distribuirse entre
a- Primeramente los necesitados de la misma comunidad de hermanos,
b- Necesitados de comunidades de hermanos de otras regiones sumando
ofrendas especiales,
c- Necesitados fuera de la comunidad de creyentes, (Huérfanos,
vecinos enfermos que no pueden trabajar, viudas, entre otros)
He procurado ponerlo en términos
entendibles y nada descabellados, mas en ninguna manera esto debe
considerarse una tabla para aplicarse de esta forma, ya que cada comunidad
de hermanos deben llegar juntos a un consenso de cómo lo harán en plena libertad y
coordinación del Espíritu Santo, para dar la importancia que la Palabra de Dios define en
la distribución. Solo he querido presentar una ilustración con condiciones y
promedios que bien podrían ser, que nos permite ver aún así que la administración
de Dios funciona sin problema. ¡Imaginemos lo que sucedería en la realidad si le
creemos a Dios! De ninguna manera es un experimento, ya lo demostraron 300
años de vivencia de la iglesia primitiva.
Esta forma de dar (bíblica)
prospera a quienes se ejercitan en ella según las promesas de Dios, pero ojo,
no hablo de las falsas y manipuladas prosperidades que se predican hoy y de las
cuales estamos hartos. Creo en la prosperidad sana e integral que enseña la Palabra , basada en la
obediencia a ella, no en la que es un “trueque” usada hábilmente para engañar y
sacarle el dinero a la gente por parte de líderes mentirosos y estafadores.
Pero aquí viene otra gran pregunta para muchos: "Y los demás gastos que tiene la iglesia, ¿de dónde salen?"
Continuará…