El uso de la autoridad (2° parte)
Escrito autóctono
Continuación…
Es muy importante conocer los
principios básicos de la autoridad, tanto lo que es como para qué se utiliza y
por supuesto el contexto de su buena aplicación para no perdernos en prácticas erróneas
y aún en sometimientos enfermizos o impuestos que denotan cualquier otra cosa
menos autoridad.
Veamos algunos casos en
que se ve su práctica en la Palabra de Dios y ejemplos muy claros para
reconocerla.
Respecto a la autoridad que fue delegada
entre creyentes tenemos:
1- A los discípulos; cuando
Cristo les mando a predicar con la autoridad de él para sanar enfermedades y
echar fuera demonios tanto cuando estaba en la tierra como cuando ascendió y
posteriormente en la época misma de la iglesia a algunos que no eran
necesariamente apóstoles inclusive. Lea por favor las referencias de Mat. 10: 1; Mr. 16: 17 - 18;
Luc. 9: 1; 10: 19; Hch. 2: 43; 5: 12; 6: 8;
(y muchos más pasajes que podríamos anotar). Sobre su uso,
nunca se les vio mandando, controlando o haciendo como les pareciere en la
iglesia como si fuese autoridad propia, salvo una excepción que analizaremos a
continuación.
Comprendiendo este accionar normal, vemos que Hechos
1: 12 al 29 (elección del sucesor de Judas), queda como un registro aislado de
algo que se hizo fuera del orden de Dios. No es hablar mal de Pedro, simplemente él quiso ordenar algo que creyó era importante y recurrió a las Escrituras (pegando dos pasajes fuera de contexto) para justificar su accionar. No podemos demandarle nada pues se trata más bien de desconocimiento que de mala fe. El argumento que brinda el análisis de la situación nos permite comprobarlo. Vemos por un lado que dicha elección se da
en momentos en que todavía no ha venido el Espíritu Santo quien tendría tal
acreditación de constituir en la iglesia los dones (Ef. 4: 11). Eso por supuesto no lo sabía Pedro. Por otro, no era
algo que urgiese ya que Cristo no les da instrucciones específicas sobre ello
antes de ascender. También vemos que usan echar suerte para la elección (lo que era muy propio
entre los judíos y romanos) pero no sería una forma común de decidir nada jamás
entre la iglesia. Nombramientos de esta índole hechos por los hombres no tienen
ningún respaldo bíblico. Otro aspecto que es interesante resaltar es que la
iglesia no se había manifestado como tal en ese momento, cosa que ocurriría en
Pentecostés con la venida del Espíritu Santo. Entonces -aunque oraron-, su
acuerdo no estaba siendo producido por el Señor ni lo que hicieron fue el
proyecto inmediato de Dios, por lo que no tuvo Él nada que ver en el asunto. Nadie
duda que tanto Matías como el otro candidato fuesen excelentes hermanos, capaces
de “ejercer” si cabe la posibilidad como apóstol por todas las características que se les atribuyen. Tampoco
dudamos que cumpliera una labor como la de los once restantes como imaginamos pudo haber sucedido, más llama la
atención que tanto histórica como bíblicamente se mencionan los hechos de todos
y cada uno de los once apóstoles en lo que fuera la historia de la iglesia del primer siglo, menos los de Matías.
2- La autoridad que habla el
Apóstol Pablo quien menciona tenerla para edificación y nunca para
destrucción de los creyentes. Otra vez no se menciona ni hace referencia a
manejo ni control de nada. (2° Cor. 10: 8; 13: 10)
3- La autoridad que ha recibido Tito,
misma que le hace ver el Apóstol Pablo referente a enseñar la sana doctrina.
Nunca a controlar, manipular o señorear en la iglesia. (Tito 2: 15).
4- Un caso de usurpación de
autoridad o mal uso de ella es el de Diótrefes (historia que registra el apóstol Juan) 3° Juan
versículo 9 y 10. Note cuál era su interés: a- tener el primer lugar entre los
hermanos lo cual es una mala percepción de la autoridad; b- Desacreditar a los
genuinos siervos de Dios frente a los hermanos para intentar minar la sana autoridad
de ellos; c- controlar las relaciones interpersonales de los hermanos y querer posesionarse
de ellos; d- atribuirse quien era parte o no de la iglesia. Semejante actitud
queda como ejemplo de algo diabólico, jamás como de alguien fiel.
Pablo en sus cartas apercibe a
los hermanos sobre algunos engañadores y lobos que vendrían a tomar la
autoridad para usarla en provecho propio con toda clase de malas intenciones y
no perdonarían al rebaño. De eso hay mucho para conocer y que
debe alertarnos para no caer en manos de malignos y sagaces.
Vemos entonces que la autoridad
es la facultad recibida de accionar para cierto fin y es reconocida por otros.
Continuará…