Versículos…
¿controversiales? 3° parte
Escrito autóctono
Continuación…
Maestros.
¿Por qué terceros?
Es
de gran importancia recibir las bases de la doctrina por medio de los
apóstoles. De igual forma ampliar la revelación por medio de los profetas. Pero
¿qué en cuanto al crecimiento de cada creyente en particular y de forma
individual? Aquí es donde la función del maestro tiene su parte, que resulta de
gran importancia. ¿Por qué su función no es primaria ni secundaria? Porque el
maestro se vale de lo dicho por el apóstol y el profeta para ahora formar al
creyente. Sin los primeros, no existe doctrina en la cual fundamentarse. Sin
los segundos, habría quedado con basta doctrina pero sin comprenderla. De allí
que su labor es más específica con cada hermano en la comunidad pero no menos
importante. Los apóstoles y profetas definen su función de manera más global
pero el maestro la hace efectiva en cada creyente. Esto porque normalmente
hemos visto al maestro como el que enseña a muchos, pero en realidad aunque no
está de más que lo haga, su labor es más como un ayo o lo que conocemos como un
mentor individual. De igual manera su función es complementaria con la de los
apóstoles y profetas porque al final han sido constituidos por el Espíritu
junto a los evangelistas, pastores y demás maestros para perfeccionar (afinar o pulir) a los
santos para que los santos cumplan la obra del ministerio que significa: funcionar
adecuadamente dentro del cuerpo de Cristo y ser lumbreras a este mundo (Efesios 4: 11-20).
En
la lista continúan los que hacen milagros, luego los que sanan, los que ayudan,
los que administran, los que tienen don de lenguas. Cada una de ellas son de
gran importancia para el desarrollo de los creyentes y ninguna ha de
considerarse ni más ni menos importante que las demás según los versos 21, 24, 25 de 1° Corintios 12.
Recuerde; no están mostrando en ninguna forma una pirámide jerárquica de mando
sino funciones vitales de servicio realizadas por los diferentes hermanos en
áreas específicas de la vida de la iglesia para la mutua edificación. Es como
funciona un cuerpo tal como lo vemos ejemplarizado en la Palabra. Ambos
pasajes, tanto este de 1° Corintios como
Efesios 4: 11 en adelante, se complementan
perfectamente.
Casi en la misma línea de análisis ahora
aparece otro argumento
Muchos
movimientos modernos dicen que: “la Biblia insiste
en que los apóstoles y los profetas eran los de mayor importancia en la
iglesia, considerados como columnas o como fundamento” (se
basan en Gálatas 2: 9; Efesios 2: 20-22)
Gal. 2: 9 “y reconociendo la
gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados
como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de
compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la
circuncisión.”
Ef. 2: 20-22 “edificados
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo
la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio,
bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien
vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el
Espíritu.”
No
hay duda la importancia que tenían los apóstoles y los profetas en la iglesia
del primer siglo por ser los depositarios de las doctrinas de Cristo y quienes
recibían revelación más amplia. Esto representa la consideración de ser vistos
como columnas. Pero los versículos no los están ubicando en una posición de
importancia más allá de la que tienen como lo veremos en clásicos ejemplos de
construcción.
Las
columnas en una edificación sostienen las paredes y la parte superior de la
edificación. Ellas fijan la edificación a la base. ¡Qué ejemplo más claro de la
función apostólica en la iglesia! No las vemos como la base del edificio
ni por encima de él cual si fueran el techo. Esto porque ya existe algo
debajo y sobre el edificio y eso es por un lado el fundamento y por otro lo que
lo cubre. Sabemos por lo que leemos en la Palabra que el fundamento y la
cobertura real y total de la iglesia es Cristo.
Podemos
tener las mejores columnas, podemos tener el mejor material para construir las
paredes pero sin un buen fundamento, lo otro no sirve de nada. La base
(fundamento) afirma al edificio proveyéndole el cimiento para que no se caiga.
Por eso el sitio donde se edifica ha de ser buen lugar y no terreno movedizo o
arenoso. Pero vemos que el techo también cumple una función de estabilidad en
la parte superior manteniendo a cada columna en forma vertical. Es decir que
cada columna recibe y aporta una cuota de estabilidad de las demás por medio
del techo, y este las amarra. ¡Qué ejemplo más claro de lo que hace el Señor
como cabeza de la iglesia y de la ayuda mutua en el cuerpo!.
Así
que el edificio no está en pro de las columnas sino viceversa. Entonces las
columnas si bien son importantes, no son la razón y el centro del edificio sino
que el edificio mismo como tal toma la importancia. No es usual visitar un
edificio para tomar fotos a las columnas. Nadie inaugura un edificio para
centralizar el evento en las columnas. Lo que está en la mira es la edificación
total como tal. En todas ellas las columnas están cumpliendo su función pero la
belleza del edificio es su totalidad. En la mayoría de los casos de la
construcción moderna, las columnas se ubican internamente y quedan ocultas. En
el caso de las que quedan expuestas, se embellecen como parte de la
arquitectura general de la edificación.
Decir
que las columnas toman el lugar de atención del edificio una vez que ya están
cumpliendo con su función y asignarles más importancia de la que ya tienen, es
un error según el ejemplo de la construcción. Sólo vuelven a tomar la atención
si por alguna razón se deterioran o resquebrajan porque peligra la integridad
del edificio.
Pero
no podemos obviar que mencionar templo a los hermanos de Éfeso, es traer una
imagen en sus mentes de lo que ellos ya conocían a nivel pagano sobre la
arquitectura de los santuarios usados en sus culturas en donde las columnas
eran predominantes del lugar. (Ese tipo de edificación era la tradicional
griega). Sin embargo, el sentido general
es que ellos no se centraban en las columnas como la belleza de sus templos en
sí aunque lo eran, sino el aspecto general de la edificación. Las columnas les
brindaban la seguridad que ellos necesitaban al estar entre tanto macizo rocoso.
Si fallaba una columna, había tantas que difícilmente eso comprometería el
edificio. Ninguna inclemencia del tiempo, por fuerte que fuera, podría
derribarla. Hechas pensadas aún para resistir cualquier movimiento sísmico.
Entonces las columnas venían a significar prácticamente gruesas paredes de roca
con aberturas entre ellas.
Pero
eso no les dejaba la visión de que los apóstoles y los profetas son la razón de
ser y lo de mayor importancia en la iglesia.
Si
interpretamos Efesios 2: 20 como que los apóstoles y los profetas son el
fundamento; es error de comprensión de lectura y contradice la verdad única de
un solo fundamento el cual es Cristo. Al leerlo respaldados en el contexto, y
poniendo atención a la lectura, vemos que ellos están poniendo el fundamento
pero no se dice que ellos lo son. El fundamento de los apóstoles y profetas no los define a ellos sino a lo
que es razón de quienes son: Cristo.
Continuará…