domingo, 7 de junio de 2015

Versículos… ¿controversiales? 3° parte



Versículos… ¿controversiales?  3° parte
Escrito autóctono

Continuación…

Maestros. ¿Por qué terceros?

Es de gran importancia recibir las bases de la doctrina por medio de los apóstoles. De igual forma ampliar la revelación por medio de los profetas. Pero ¿qué en cuanto al crecimiento de cada creyente en particular y de forma individual? Aquí es donde la función del maestro tiene su parte, que resulta de gran importancia. ¿Por qué su función no es primaria ni secundaria? Porque el maestro se vale de lo dicho por el apóstol y el profeta para ahora formar al creyente. Sin los primeros, no existe doctrina en la cual fundamentarse. Sin los segundos, habría quedado con basta doctrina pero sin comprenderla. De allí que su labor es más específica con cada hermano en la comunidad pero no menos importante. Los apóstoles y profetas definen su función de manera más global pero el maestro la hace efectiva en cada creyente. Esto porque normalmente hemos visto al maestro como el que enseña a muchos, pero en realidad aunque no está de más que lo haga, su labor es más como un ayo o lo que conocemos como un mentor individual. De igual manera su función es complementaria con la de los apóstoles y profetas porque al final han sido constituidos por el Espíritu junto a los evangelistas, pastores y demás maestros para perfeccionar (afinar o pulir) a los santos para que los santos cumplan la obra del ministerio que significa: funcionar adecuadamente dentro del cuerpo de Cristo y ser lumbreras a este mundo (Efesios 4: 11-20).

En la lista continúan los que hacen milagros, luego los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. Cada una de ellas son de gran importancia para el desarrollo de los creyentes y ninguna ha de considerarse ni más ni menos importante que las demás según los versos 21, 24, 25 de 1° Corintios 12. Recuerde; no están mostrando en ninguna forma una pirámide jerárquica de mando sino funciones vitales de servicio realizadas por los diferentes hermanos en áreas específicas de la vida de la iglesia para la mutua edificación. Es como funciona un cuerpo tal como lo vemos ejemplarizado en la Palabra. Ambos pasajes, tanto este de 1° Corintios como Efesios 4: 11 en adelante, se complementan perfectamente.


Casi en la misma línea de análisis ahora aparece otro argumento

Muchos movimientos modernos dicen que: “la Biblia insiste en que los apóstoles y los profetas eran los de mayor importancia en la iglesia, considerados como columnas o como fundamento” (se basan en Gálatas 2: 9; Efesios 2: 20-22)

Gal. 2: 9 “y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.”

Ef. 2: 20-22 “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.”


No hay duda la importancia que tenían los apóstoles y los profetas en la iglesia del primer siglo por ser los depositarios de las doctrinas de Cristo y quienes recibían revelación más amplia. Esto representa la consideración de ser vistos como columnas. Pero los versículos no los están ubicando en una posición de importancia más allá de la que tienen como lo veremos en clásicos ejemplos de construcción.

Las columnas en una edificación sostienen las paredes y la parte superior de la edificación. Ellas fijan la edificación a la base. ¡Qué ejemplo más claro de la función apostólica en la iglesia! No las vemos como la base del edificio ni por encima de él cual si fueran el techo. Esto porque ya existe algo debajo y sobre el edificio y eso es por un lado el fundamento y por otro lo que lo cubre. Sabemos por lo que leemos en la Palabra que el fundamento y la cobertura real y total de la iglesia es Cristo.

Podemos tener las mejores columnas, podemos tener el mejor material para construir las paredes pero sin un buen fundamento, lo otro no sirve de nada. La base (fundamento) afirma al edificio proveyéndole el cimiento para que no se caiga. Por eso el sitio donde se edifica ha de ser buen lugar y no terreno movedizo o arenoso. Pero vemos que el techo también cumple una función de estabilidad en la parte superior manteniendo a cada columna en forma vertical. Es decir que cada columna recibe y aporta una cuota de estabilidad de las demás por medio del techo, y este las amarra. ¡Qué ejemplo más claro de lo que hace el Señor como cabeza de la iglesia y de la ayuda mutua en el cuerpo!.

Así que el edificio no está en pro de las columnas sino viceversa. Entonces las columnas si bien son importantes, no son la razón y el centro del edificio sino que el edificio mismo como tal toma la importancia. No es usual visitar un edificio para tomar fotos a las columnas. Nadie inaugura un edificio para centralizar el evento en las columnas. Lo que está en la mira es la edificación total como tal. En todas ellas las columnas están cumpliendo su función pero la belleza del edificio es su totalidad. En la mayoría de los casos de la construcción moderna, las columnas se ubican internamente y quedan ocultas. En el caso de las que quedan expuestas, se embellecen como parte de la arquitectura general de la edificación.

Decir que las columnas toman el lugar de atención del edificio una vez que ya están cumpliendo con su función y asignarles más importancia de la que ya tienen, es un error según el ejemplo de la construcción. Sólo vuelven a tomar la atención si por alguna razón se deterioran o resquebrajan porque peligra la integridad del edificio.

Pero no podemos obviar que mencionar templo a los hermanos de Éfeso, es traer una imagen en sus mentes de lo que ellos ya conocían a nivel pagano sobre la arquitectura de los santuarios usados en sus culturas en donde las columnas eran predominantes del lugar. (Ese tipo de edificación era la tradicional griega).  Sin embargo, el sentido general es que ellos no se centraban en las columnas como la belleza de sus templos en sí aunque lo eran, sino el aspecto general de la edificación. Las columnas les brindaban la seguridad que ellos necesitaban al estar entre tanto macizo rocoso. Si fallaba una columna, había tantas que difícilmente eso comprometería el edificio. Ninguna inclemencia del tiempo, por fuerte que fuera, podría derribarla. Hechas pensadas aún para resistir cualquier movimiento sísmico. Entonces las columnas venían a significar prácticamente gruesas paredes de roca con aberturas entre ellas.

Pero eso no les dejaba la visión de que los apóstoles y los profetas son la razón de ser y lo de mayor importancia en la iglesia.

Si interpretamos Efesios 2: 20 como que los apóstoles y los profetas son el fundamento; es error de comprensión de lectura y contradice la verdad única de un solo fundamento el cual es Cristo. Al leerlo respaldados en el contexto, y poniendo atención a la lectura, vemos que ellos están poniendo el fundamento pero no se dice que ellos lo son. El fundamento de los apóstoles  y profetas no los define a ellos sino a lo que es razón de quienes son: Cristo.

Continuará…