domingo, 6 de marzo de 2016

Se busca iglesia (5º parte)



Se busca iglesia (5º parte)
Escrito autóctono

Continuación…


Puede que usted sea de los que quiere trabajar pero nadie colabora, entonces busca el lugar donde sí pueda encontrar personas “más comprometidas” porque “hay un mundo que salvar” y eso a usted le preocupa.

¿Será acaso de los que se decepcionó y busca un lugar que no le desilusione? Difícil caso el suyo.

Quizá es del grupo que se alejó porque tuvo diferencias irreconciliables con algún otro hermano o líder y busca un lugar para sanar sus heridas.

También están los que alcanzaron un tope de conocimiento y buscan un lugar donde les hablen grandes misterios y profundidades en su deseo de ir más allá. Muchos disque lo encontraron y viven como extasiados (casi como en la luna) y a muchos otros los embaucaron convenciéndoles de cosas raras. Nadie sabe, ni ellos mismos, lo que son ahora.

Otros quieren formar parte de la crema innata del liderazgo; ser aquellos que a su voz todos corren para que las cosas sucedan, si no, prefieren no estar en ningún lado.

O están los super-servidores que de no estar involucrados en algo, entonces no les interesa tampoco ir a cualquier lugar a donde no puedan “funcionar”.

Están los “bandidos” que hicieron cosas indebidas a donde estuvieron, y al verse descubiertos huyeron o les “invitaron a salir” y ahora buscan otro lugar en donde no les conozcan para eventualmente volver a sus fechorías.

Están los “artistas” -músicos y cantantes- (“salmistas” les llaman), que cuando terminan su presentación, se van para la sodita a refrescarse. Si no se los permiten, se van a donde sí “los apoyen”.

Hay quienes buscan la iglesia que está de moda, a donde todo mundo va, la que posee un sofisticado plan de mercadotecnia para auto promocionarse, con radio y televisión propios quizá. Sus líderes salen a relucir en los mayores y más importantes eventos nacionales. “Esa debe ser una gran iglesia para ir” -pensará usted-.

¿Ha escuchado de los que buscan status? Algunos buscan iglesias de “élite” que estén a la altura de su clase y extravagancia.

Están también los que buscan la iglesia para “ser bendecidos” económicamente, porque se tragaron la farsa de que Dios los quiere hacer ricos. 

O están los que buscan en la iglesia una especie de club social; es decir, aquella que realiza constantemente actividades para que sus miembros se relacionen extra iglesia, como por ejemplo actividades deportivas, paseos, desayunos, almuerzos o cenas, eventos culturales, conciertos, o inclusive actividades humanitarias, entre muchas otras.

Continuará…