Se busca iglesia (6º parte)
Escrito autóctono
Continuación…
Otros buscan iglesia tratando de “atrapar” un buen
prospecto masculino o femenino para poderse casar y hasta “se convierten y se
bautizan” para convencerlos y lograr su objetivo, luego del cual no regresan
nunca.
También podría ser de los que se sienten en condena
por no ir a ningún lado y buscan acallar su conciencia o la boca de sus
acusadores.
Por último puede ser de los que sienten sencilla y
llanamente que es necesario congregarse para no ir en contra de la Palabra y
solo busca un buen lugar donde hacerlo.
Como quiera que lo vea o sea su motivación -espero con
buena intención-, podrá pasar toda su vida en una de esas iglesias, o yendo de una
a otra y morir en eso.
De seguro hay más razones, pero el caso es que no se
trata de encontrar el mejor lugar o que algún “inteligente muy vivo” de esos
que nunca faltan, lo convenza de que finalmente halló la iglesia
verdadera.
Si no comprende que lo trascendental no es ir sino ser iglesia, entonces nada se
puede hacer.
Pero ¿qué oportunidad tiene entonces?
Se lo digo claramente: no depende de usted, depende de
que Dios se la muestre si usted está para ello. ¡Por favor léalo de nuevo!
¡Qué maravilloso y sabio es Dios!, por eso es
imprescindible, vital, necesario e ineludible creer en Dios, sin lo cual no se
puede quedar expuesto a la iglesia suya que Él diseñó, ni conocerla, ni saber
absolutamente nada de ella, ni entenderla. Y ese creer no es un decir, debe ser
el genuino que se produce cuando Él se revela, de otra manera no hay nada de
nada. (“Pero sin fe es imposible agradar
a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que
es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6”)
Por eso no piense que lo queremos convencer para
llevarlo a una iglesia, o que lo queremos sacar de alguna, o que le pareció entender
en algo que leyó no sé en donde porque yo nunca lo he visto, que la iglesia en casas es la verdadera y como
se encontró una, encontró la iglesia. Si eso es lo que cree, cree mal. Ni
siquiera espere que lo invite a donde me congrego con los hermanos. Ni que
porque “se tragó” todo lo que escribimos, usted está listo, no!; nada de
esto lo hace a usted iglesia.
Si Dios no lo fusiona a la iglesia que Él diseñó (el
cuerpo de Cristo), por más que cante bonito, o sea fiel asistiendo a un culto,
ofrende hasta las joyas, predique lindo; nada de eso lo hace a usted
iglesia.
Quizá fue de los que un día levantó la mano “aceptando
a Cristo”-dice usted- y al tiempo lo metieron en una piscina y le hicieron un
carnet de membrecía a una denominación;... nada de eso lo hace a usted
iglesia.
Tal vez además de todo lo dicho, usted es familia de
un siervo de Dios, y colabora con la obra del Señor, y ora por los enfermos, y
se porta bien, y no le hace mal a nadie. Lo felicito, pero nada de esto
lo hace a usted iglesia.
Quizá es de los que
ayunan 6 días a la semana, ora más que Jesús, dice salirse de su cuerpo y
regresar para testimoniarlo como del Espíritu,… !Eso no lo hace iglesia!
Conocí muchos así que eran prácticamente “voz de Dios” entre los hermanos pero
unos insoportables y ásperos con ellos y en sus casas el maltrato a los suyos
era indecible. Así que “poner los ojos en blanco”, dramatizar un temblor anormal
o tic extraño como para que los demás piensen que le está ocurriendo algo sobrenatural o hablar raro para impresionar; nada de eso lo hace a usted iglesia.
Mire lo que dice este
pasaje: (Mateo 7: 22 y 23). ¡Que dura realidad será para ellos!
Como ve, cualquiera puede decir aquí: “¿y entonces…
cómo es la cosa?, ¿qué soy finalmente?”.
Interesante; ya no pregunta: “¿Dónde tiene que ir?”
Continuará…