domingo, 14 de agosto de 2016

Adán y Jesús (18° Parte)



Adán y Jesús  (18° Parte)
Escrito autóctono

…Continuación:

Adán y Cristo sufren la penalidad del amor. Cristo como Adán, caballerosamente se entrega por amor para llevar en Él el castigo por el pecado. En Adán comienza la era del pecado y de la muerte, Cristo puso fin al reinado del pecado y venció la muerte trayéndonos la Vida (1° Corintios 15: 21 y 22). Adán se enamoró perdidamente de Eva hasta dar su vida por ella, Cristo se enamoró perdidamente de su iglesia hasta el punto de entregarse y dar la suya por ella (Efesios 5: 25).

A través de sus poco más de novecientos años de vida, Adán pudo conocer mujeres sumamente hermosas entre sus descendientes, pero nunca hubo otra mujer en su vida. Eva llenó su corazón siempre. Cristo miró a la iglesia y se conservó toda su vida para ella. Dios la extrajo de Él y la vio manifestarse en este mundo. Desde entonces anhela con todo su corazón unirse con ella para siempre. No tiene ni tuvo ojos para nadie más, solo para ella. Y ella lo ama solo a Él.

Cualquiera doctrina o filosofía moderna que plantee a Cristo enamorado de otra mujer o supuestamente relacionándose con otra que no sea la iglesia, es por demás diabólica, estúpida e ignorante de este Romance de los siglos claramente planteado en la Palabra de Dios.

Eva potenció a Adán permitiéndole descendencia de su misma especie. La iglesia que es del mismo género que Cristo, le potencia a Él con una descendencia como es Él pues lo complementa a Él así como Adán fue complementado por Eva para generar la humanidad.

Cristo como humano sin pecado y poseedor de la semilla de Dios, es una nueva especie que no se parece a Adán, es esencialmente diferente pues es una especie sin pecado. Él nunca manchó su esencia. Ella genera una nueva creación de la cual Él es el primer exponente por lo que se le llama el primogénito de toda creación (Colosenses 1: 15); no refiriéndose a la creación de Dios como si Él fuese parte de esa creación como sí lo fue el hombre, sino a todos cuantos han sido creados en Él y por lo tanto poseen esa misma genética la cual no es terrenal sino celestial. Estos son la iglesia.

Decir que esta nueva creación es la iglesia, no me lo invento. Está en Romanos 8: 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.”  y 2° Corintios 5: 17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Es lo que realmente resalta y vale ahora en Cristo tal como lo dice Gálatas 6: 15 “Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.”

Por eso la iglesia no tiene compatibilidad con este mundo porque este mundo no es Cristo ni tiene nada que ver con Él. La iglesia ni se debe a este mundo ni este mundo sabe explicarla porque ella no salió del mundo, salió de Cristo. El mundo no puede conocerla, ni entenderla, ni relacionarse con ella porque son diferentes especies. Así como Eva o Adán no podían generar especie con otros seres vivos por su total incompatibilidad, la iglesia nada tiene que ver con este mundo con quien tampoco es compatible. Es eterna, de otra dimensión, y además tiene dueño. Él la sabe cuidar y defender porque es parte de su esencia. Vérselas con ella es vérselas con Cristo. Pensar mal de ella es pensar mal de Cristo. Querer dañarla es afrentar a Cristo y enfrentarlo a Él es algo que nadie inteligente quisiera tener entre manos.


Continuará…