domingo, 28 de agosto de 2016

Adán y Jesús (20° Parte)



Adán y Jesús  (20° Parte)
Escrito autóctono

…Continuación:

Adán, primer ser humano hijo de Dios santo sobre la faz de la tierra, que en su santidad por amor pecó y se contaminó haciéndose imperfecto. Cristo, último ser humano Hijo de Dios santo sobre la misma faz, que en su santidad por amor abrazó la imperfección del pecado y fue hecho pecado, mas no se contaminó pues no pecó. Solo ellos dos; no hay más.

Hemos visto evidencia suficiente de cómo Adán siendo santo, manchó por decisión propia su naturaleza como un acto de amor hacia Eva. Procedió a pecar porque así lo quiso no porque fuese engañado para hacerlo, pero al final ese pecado lo condenó aunque pecara por amor. Cristo siendo santo tomó por decisión propia esa naturaleza humana manchada como un acto de amor hacia nosotros y fue hecho pecado (2° Corintios 5: 21).

¿Qué significa haber sido hecho pecado? Que abrazó por amor y por su propia decisión la consecuencia del pecado sin haber pecado, (tomó nuestra culpa Isaías 53: 6) pero eso no le condenó a Él, no podía, no por ser el Hijo de Dios, sino porque decidió no pecar.

Ahora bien, la naturaleza humana que tomó por nacer de María, capacitó a Cristo a tres cosas:
a) Lo capacitó para ser un ser humano de verdad con todas las de ley pues nació de otro ser humano, que de por sí ya era miembro de una raza caída que lucía manchada;
b) En esa naturaleza que evidentemente lucía contaminada porque provino de una raza manchada, tuvo la capacidad para pecar, más no por esa razón es que podía haberlo hecho, pues esa naturaleza aún sin estar manchada al principio con Adán, ya poseía la capacidad de pecar; es decir, Cristo contó plenamente con voluntad propia para decidir pecar, pero Él decidió no hacerlo (Juan 17: 19);
c) Muy importante: lo capacitó para morir.

Ahora dejemos en claro que así como la capacidad para pecar no es pecado, tampoco esa facultad condena a nadie. Aún ni la tentación es pecado.

Adán y Eva aún siendo santos tenían dicha capacidad, de otra forma el diablo no hubiese tenido la mínima posibilidad de tentar a Eva y hasta al mismo Adán, y hubiera estado de más que Dios les hubiese advertido acerca del árbol del conocimiento del bien y del mal pues no hubiera habido ningún peligro. Si no hubieran tenido la capacidad de pecar, el maligno hubiese perdido su tiempo.

Pensar que Cristo adquirió la facultad de pecar cuando se hizo humano, a algunos les asusta pues creen que va contra su pureza y hasta su Divinidad, lo que les significa una herejía. Pero la realidad es que eso no afectó en nada su santidad ni pureza. Mucho menos su Divinidad de la cual se había despojado para venir a este mundo. (Romanos 8: 3; Filipenses 2: 6 al 8) En otras palabras, no trajo con Él su Majestad de Deidad, la dejó en Gloria.


Continuará…