domingo, 9 de julio de 2017

Una Nueva Forma para vivir (12° y última parte)

Una Nueva Forma para vivir (12° y última parte)
Escrito Autóctono

Continuación…

El apóstol Pablo… ¿Quién podría dudar de su llamado? ¿Quién de sus contemporáneos igualó su obra y aporte a la iglesia del Señor que todavía 2000 años después continúa hallando en su ejemplo y aporte uno que es prácticamente insuperable aunque hoy contamos con medios de trasportes modernos y posibilidades tan favorables para compartir el evangelio. Y todavía hoy siguen resonando las palabras de uno de los más sufridos de los apóstoles entregado totalmente y de lleno a favor de aquel que le llamó y por quien gustoso dio hasta su vida.

Creer que podremos acceder a las cosas de Dios y comprender su revelación como hacer un chasquido con los dedos, nos pasa una cara factura.

Se requiere morir, se requiere sacrificio, se requiere inclusive hasta quedarse solo, es imprescindible tocar fondo y empezar de cero aunque se crea saberlo todo o haberlo alcanzado todo. Nada sucederá ni siquiera porque nos lo propongamos. Sucede porque Dios lo quiere. Sucede cuando Él lo decide. Sucede con quien Él quiera.

Va más allá de solo ser convencido a arrepentirse o levantar la mano en señal de aceptación. Ni siquiera porque lo zambullan en una pila. Va más allá de quemarse las pestañas con los originales escritos sagrados. Supera aún al que entregue su vida a cambio.

Nadie, ninguno de los discípulos lo pidió ni lo buscaba; fueron llamados.

Así mismo cientos que escucharon el poderoso mensaje. Solo aquellos ordenados para salvación lo recibieron pues sus corazones fueron abiertos y experimentaron cambiar de dirección en sus existencias. Nacieron de nuevo no a un movimiento sino a una nueva dimensión.

La misericordia y bondad de Dios son los responsables de que seamos acercados a Él pues no es del que corre ni del que quiere sino del Señor que tiene misericordia. (Romanos 9: 16).

No estoy hablando de la salvación esencial que permanece abierta para todos los que por voluntad propia opten por ella creyendo, pues dicho llamado al arrepentimiento es para todo ser humano.

Pero de esto tan maravilloso y ser enseñados en las doctrinas de la Palabra a ir un paso más allá para conocer lo profundo de Dios, sí que hay diferencia.

Oro al Señor porque seamos considerados para estar entre los candidatos de su revelación más profunda. Amén

Aunque este estudio finaliza aquí, continuaremos la próxima semana con una nueva serie que se correlaciona con esta, denominada: “Tras la Presencia de Dios”.


Fin